La licenciatura en Derecho
Enviado por Bennrru • 1 de Septiembre de 2017 • Ensayo • 5.903 Palabras (24 Páginas) • 198 Visitas
La licenciatura en Derecho fue una profesión que elegí, primero que nada porque me despertó un gran interés desde la preparatoria, sus aéreas son de mi absoluto interés y es una carrera que viene con un historial de unas cuantas generaciones a hoy día.
Cuando ingrese a la preparatoria tuve mis primeras clases en Derecho como ya lo mencione, fue ahí cuando con las clases de Derecho que teníamos a la empezaron de despertar ese gusto por la materia y decidi dedicarme a la abogacía.
La licenciatura en Derecho es una profesión en la cual puedes desarrollarte en varias ramas y ámbitos empresariales o gubernamentales.
Estoy seguro de que quien estudia derecho y se dedica a lo mismo, es porque hace de su carrera su forma de vida. Es muy gratificante dedicarte a lo que te gusta y a lo que siempre soñaste.
En lo personal siempre he sentido una fuerza muy grande de respetar y fomentar el respeto por la igualdad y la justicia, lo que me llevó a pensar en que me gustaría hacer de ese principio mi regla en la vida, y no hay mayor valor en la carrera de un abogado que el sentido de la justicia, fue entonces cuando comenzó este camino de la verdad, siempre acompañado de la ética profesional.
El mayor ímpetu puedo apreciarlo, dentro de esta profesión, en la cantidad de lecturas constantes y fascinantemente en las cuales podemos extender el todos los conocimientos, pero sobretodo contamos con el beneficio de conocer una cantidad verdaderamente extensa de los casos en los que consigue estar involucrada una o numerosas personas, y con ello ampliar la idea de cuáles son las diversas controversias que pueden suscitarse debido a que en múltiples ocasiones nos enfocamos en los conflictos que notros por nuestras propias vivencias experimentamos y no nos expandimos a ver las desemejanzas de alrededor, las cuales, en su mayoría, son importantemente descuidadas en el sentido de la prevención, puesto que en las leyes y normas ya establecidas logran sobrellevar el camino correcto de la convivencia humana, haciendo de esto una sociedad de donde se desprenden compuestas polémicas y escuetamente se resuelven, todo ello apegado a la ley, no obstante el análisis profundo se debe estudiar en la prevención de dichos debates y simultáneamente indagar las zonas o conjunto de personas en donde repetitivamente ocurren estas polémicas. Esto basándonos con la extensión de conocimientos, desde otra perspectiva, podemos conocer tales lecturas con la finalidad de ilustrarse de numerosas ramas existentes en la carrera de Derecho, de las cuales, indubitablemente tenemos que tener noción al ser licenciados en Derecho.
A los 18 años en realidad nadie está preparado para enfrentar esa importante elección de vida, pero yo siempre supe que mi vocación por el Derecho era prácticamente un principio de mi personalidad, como lo es el carácter o el amor por viajar y conocer el mundo, así el Derecho comenzó a cimentarse en mis planes a futuro y en mi día a día. Siempre me imagine litigando en tribunales, defendiendo a los inocentes y víctimas para llegar a la verdad de los hechos y ejercer justicia.
En esta etapa cabe mencionar que por situaciones económicas deje de estudiar, no pude dar ese paso como quería, no perderme nada referente a los estudios, mi idea ha sido y hasta hoy día, que esforzándose y sin dejar pasar ningún momento los logros se alcanzan porque no encuentras ninguna distracción en el camino. Pues no fue mi caso, pasaron unos años para yo poder retomar mis estudios y comenzar con la carrea que despertaba esa pasión por seguir estudiando, por completar ese siclo de mi vida escolar y que mejor que siendo en la licenciatura de Derecho. Pues esta gran aventura la comencé a mis 25 años, no mentiré que me sentía un poco mal porque ya había pasado mucho tiempo y me sentía fuera de lugar, pero con el apoyo de mis padres fue como no me desmotive.
Tuve la gran fortuna de que al momento de ingresar a la licenciatura pude trabajar a un Despacho Jurídico, recuerdo con exactitud que el abogado que en esos entonces era mi jefe, decía que el Abogado tenía que ser corrupto, que si no, no era abogado, yo siempre defendí mi regla de ética profesional, y aunque en esos momentos quizá mis argumentos causaban gracia, para mí fue un reto demostrar que lo que yo sentía y creía, sería mi forma de vida, pues como todo estudiante recién ingresado a la carrera quería cambiar al país y para ello muchos comentarios de este tipo me encontraría en el camino. Recuerdo el momento en que fui por primera vez como pasante a checar un asunto, estaba nervioso, para empezar no sabía ni como pedir el expediente, con eso de que en los juzgados todos tienen un mal servicio, pues más me ponía nervioso, pero gracias a la buena relación que me brindaron desde el principio mis compañeros de aquel despacho, todo se me fue facilitando día a día. Esa sensación que experimente por primera vez, fue lo más gratificante, por fin estaba estudiando lo que quería y por si fuera poco, lo estaba ejerciendo que eso era aún gratificante. Como ya les había mencionado la no fortuna de seguir con mis estudios recién terminada la preparatoria, era un desamino el que me atormentaba, por eso hago mucho hincapié en la gran fortuna de haber podido retomar los estudios. En este Despacho se veían asuntos mercantiles, civiles, laborales, aprendí mucho, tengo al noción en esa rama del derecho, que es unas de las ramas esenciales en esta profesión
Las inclinación hacia el estudio de las Leyes puede ser un tanto por mi personalidad, no con realizar o poner justicia máxima, puesto que el perfeccionismo no existe, no existe un ideal común en donde todos los ciudadanos se aparentes por igualdad, o en donde la comunidad siga lealmente a éste mismo, ni siquiera al propio presidente de la República, y como consecuencia de la variedad de religiones, tampoco existe un solo Dios o un solo ídolo que sea el indicado para admirar y venerar, por eso mismo mi visualización hacia la sociedad es diversa y entendible en muchos sentidos, todos los seres humanos sin importar raza, nacionalidad o ideología, sin excepción son iguales a los demás que lo rodean, con justo planteamiento se tiene que entender a la sociedad para poder juzgarla y desde luego poder sentenciarla o mantenerla, en un Tutelar de Menores con el propósito de lograr una reinserción social a jóvenes criminales a través de tratamientos psicológicos, pues con este pensamiento creo poder tener un avance significativo, pues en conjunto con las leyes están los profesionales psicólogos para poder comprender precisamente este punto, en donde el ser humano puede y llega a generar un trauma tan significativo que afecta toda su persona a tal grado de sentir placer al lastimar o perjudicar al mundo exterior, y no sólo se trata de la gente que sufre alguna enfermedad mental o discapacidad, sino que el mayor enfoque tendrá que ser desde mi perspectiva un trato de acuerdo a la personalidad, prominente de absolutamente todo ciudadano, cabe mencionar que todo ello en los jóvenes y ciudadanos que van en contra de las leyes y autoridades, un mayor avance sería delegar funciones en los reclusorios con la finalidad de evitar ante todo la violencia entre cualquier persona, en donde se realicen múltiples labores sociales.
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