La mejor arma para la liberación
Enviado por lserrano • 3 de Diciembre de 2013 • 651 Palabras (3 Páginas) • 300 Visitas
La mejor arma para la liberación
“Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo.” (Freiré, 2002) Desde muy pequeños, recurrimos a un plantel escolar donde recibimos algo llamado “educación”. Sin embargo, nunca nos cuestionamos, ¿qué es? ¿Para qué nos sirve? ¿Por qué es obligatoria? Según el diccionario de la Real Academia Española, la educación es el proceso de socialización y aprendizaje encaminado al desarrollo intelectual y ético de una persona. Pero, ¿cómo se llega a la verdadera educación?
Según los filósofos, Soren Kierkegaard y Paulo Freiré, a la hora de educar se necesitan dos elementos: el educador y el educando. El educador sería quien enseñanza y el educando quien aprende. Pero, ambos, critican como este proceso de educar ha sido ejecutado de manera errónea. Algo tan importante, como el enseñar, ha pasado de ser un proceso crítico a uno mecánico. Ya no se cuestiona, ni analiza el verdadero problema, simplemente se memoriza, se aprende la información narrada por los educadores, como se señaló anteriormente, nadie se cuestiona ¿por qué tiene que ser educado? Así lo señalan ambos filósofos: “La educación se transforma en un acto de depositar en el cual los educandos son los depositarios y el educador quien deposita. En vez de comunicarse, el educador hace comunicados y depósitos que los educandos, reciben, memorizan y repiten.” (Freire, 2002) “El maestro humano no imparte ningún saber positivo, hacerlo implicaría volver insípida la verdad.” (Kierkegaard).
Como menciona Kierkegaard, un maestro no debe “depositar” la verdad, sino que sólo debe despertar el interés por buscarla. La actividad del maestro, no busca dar plenitudes sino que busca descubrir vacíos. Pero para poder llenarse de conocimiento, el alumno debe conocer su ignorancia; su tarea es saber el propio no saber. Una vez el alumno esté consiente de su ignorancia, entonces es que el maestro puede ayudarlo a buscar el conocimiento. “El discípulo no puede liberarse a sí mismo”. El maestro es el libertador porque “libera al que se había aprisionado a sí mismo, y nadie está tan terriblemente cautivo y ningún cautiverio resulta tan terrible de quebrar como aquel en que el individuo se retiene a sí mismo” (Kierkegaard) Un verdadero maestro nos libera porque nos aleja de la educación mecánica, que solo forja hombres vacíos, con acciones y pensamiento controlados, que no están conscientes de la realidad social en la que viven. Un verdadero maestro nos enseña a reflexionar y a pensar críticamente sobre el mundo que nos rodea, para poder así transformarlo.
Por otra parte, la educación no debe ser de un solo lado. Al igual que un maestro contribuye al desarrollo intelectual de un alumno, un alumno puede contribuir al desarrollo del maestro. Por ejemplo, si un profesor desconoce sobre la física,
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