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La práctica del Yoga


Enviado por   •  27 de Febrero de 2014  •  Trabajo  •  1.380 Palabras (6 Páginas)  •  168 Visitas

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EL YOGA

La práctica del Yoga consiste en la repetición de unas series de asanas (posturas) unidas por vinyasas (unión de respiración y movimiento), siempre en un mismo orden y con la misma cantidad de respiraciones ya que consiste en un estricto balance físico y mental, que ayuda al cuerpo llenándolo de energía y de una meditación mental.

Por supuesto que es una forma de practicar asanas (posturas), o una práctica donde todas las clases se hacen rutinas diferentes. Son formas diferentes de trabajar. Tienen cosas positivas ambos tipos de práctica, es esa "repetitividad" que nos permite lograr una verdadera meditación en movimiento.

Éste método de "repetición" es muy eficaz en varios aspectos tanto físicos como mentales.

Profundización en las asanas (posturas)

Cuando realizamos por primera vez un asana, el cuerpo se siente un poco perdido. Comenzamos por "pensar" o "reconocer" donde están nuestras partes del cuerpo, cuales se apoyan en el suelo y como se apoyan, que músculos se estiran y cuales hacen fuerza, cuales nos sostienen.

La postura adecuada es aquella que es firme y agradable. Esto implica el conocimiento del cuerpo, de la parte del cuerpo que hace de base, sosteniendo y dando estabilidad a la postura, y la parte del cuerpo que se relaja y se torna "cómoda", para que la asana en su totalidad esté equilibrada física y mentalmente.

Cuando por fin empezamos a conocer nuestro cuerpo descubrimos algo muy importante que se nos había olvidado, el cuerpo está dormido, inmovilizado, olvidado y tieso. Encontramos las articulaciones con sus diversas formas de movilidad, el cuerpo se vuelve a abrir lentamente, es un proceso largo, pero vamos ganando la libertad de movimientos de cada parte. Hay ciertas asanas que siempre tienen algo nuevo para ser descubierto, un lugar inexperiementado. Repetir siempre las asanas nos permite llegar a esos lugares, comprender la asana en su totalidad, trabajar íntegramente, con todo el cuerpo físico pero también con la mente y la respiración.

Sin repetición no hay profundización. No es siempre lo mismo, es cada vez mas profundo.

Meditación en movimiento

El Yoga es una meditación en movimiento. La meditación requiere cierta cualidad mental, un estado de calma y focalización, y se obtiene cuando mediante la disciplina y el esfuerzo, dejamos de lado todos los pensamientos, es decir los "movimientos de la mente". Para esto, el meditador se sienta en su postura de meditación y trabaja enfocando la mente en un objeto, entonces los "vrittis" u "ondas mentales" se hacen conscientes y el objetivo es dejarlos pasar, no adherirse a ellos, para volver a enfocarse una y otra vez en el objeto de meditación. La "repetición" de esta rutina es la que fortalece la mente, es decir, si nos sentamos a meditar un solo día veremos lo difícil que es y cuan desorientada y dispersa se encuentra nuestra mente. Pero si todos los días nos sentamos a meditar poco a poco la mente se irá purificando y calmando, hasta que llegará el momento en que con tan solo sentarnos en la postura de meditación la mente entrará automáticamente es un estado meditativo.

Con la práctica del Yoga sucede lo mismo. En primer lugar, se practica solo, aunque estemos en un grupo junto a 20 personas mas, es uno mismo quien va siguiendo su secuencia y dictando a sí mismo las asanas, es decir que la mente trabaja y no se pone en automático dejando que otro haga su trabajo. La práctica diaria de la misma serie de asanas, con las respiraciones adecuadas, será el soporte para fortificar la meditación en movimiento, para lograr el verdadero fluir de los movimientos, acompañados de una mente aguda que penetra en profundidad cada parte de la asana. De otro modo no podríamos lograr semejante equilibrio, la armonía adecuada para que el conjunto mente-cuerpo trabajen óptimamente. Mediante la repetición los movimientos y las asanas se suceden sin que la mente pueda escaparse, se mantiene presente en la acción momentánea.

Por otra parte, suele suceder que este tipo de práctica pone en evidencia la desconcentración y dispersión mental. Al no tener una voz que nos dicta la secuencia en todo momento, es nuestro trabajo mantenernos concentrados

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