La píldora del día después - la mariposa

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LA MARIPOSA

En la actualidad existen miles de fármacos con diversas funciones, ellos se ven destinados para su acción en diferentes partes del organismo, sin embargo todos poseen la finalidad de prevenir, diagnosticar, tratar, mitigar y/o curar enfermedades (OMS, 2000). Resulta irónico que, pese a la definición de la palabra fármaco, existe la posibilidad de que estos mismos le quiten la vida a una persona. Diariamente es posible leer en el periódico, revistas, ver noticias en la televisión y, ¿por qué no?, leer en internet que hombres y mujeres se suicidan con intoxicaciones de fármacos, no obstante, dicha pérdida de la vida es una decisión del individuo que tomó esa medida para terminar con su existencia, pero, ¿qué pasa cuando un individuo ni siquiera tiene la oportunidad de elegir si vive o no y se le va la vida por una pastilla?

La píldora del día después, anticoncepción de emergencia o anticoncepción hormonal poscoito es un método que pueden utilizar las mujeres en los tres días siguientes a un coito no protegido con el fin de evitar un embarazo no planeado. La antes mencionada ha sido un tema de gran polémica en los distintos países en los cuales fue propuesta para su venta libre, debido a la controversia acerca de si es o no un abortifaciente, y por lo tanto es un instrumento que mata a un individuo.

Acerca de esto, algunos afirman que la vida no se define hasta que no se produce la implantación (aproximadamente una semana después de la fecundación), unos más consideran que la vida comienza hasta los 22 días después de la fecundación, cuando el corazón comienza a latir, otros refutan esta idea argumentando que en ese tiempo aún no hay un cerebro definido y el embrión todavía no piensa y no siente, por lo cual aún no es un ser humano, sin embargo, por otra parte estamos los que indicamos que la vida se da apenas se produce la unión del espermatozoide con el óvulo (fecundación). La ética médica defiende la vida apenas se forma.

Parece absurdo opinar que no es un ser vivo debido a que dentro del tiempo en que se toma dicha píldora ni siquiera se han desarrollado órganos, no tiene un corazón, y aun peor decir que no lo es porque no tiene una apariencia humana.

Todos conocemos las mariposas, incluso nos parecen seres preciosos que disfrutamos ver volar, no obstante pocos conocen que ellas no son más que el estado adulto, maduro sexualmente y móvil, de su organismo. Antes de ser una mariposa es, inicialmente, un huevo. El huevo es un objeto diminuto, redondo, ovalado o cilíndrico; después se vuelve una oruga (o larva), que es la etapa larga de la mariposa, y parece un gusano. Es la etapa de la alimentación y de aumento de tamaño. Mientras crece, suelta su piel cuatro o más veces para adaptarse a su cuerpo creciente. Posteriormente, se forma la crisálida (el capullo que muchos hemos visto), como la etapa de la transformación durante la cual los tejidos de la oruga se deshacen y las estructuras adultas del insecto se forman. Finalmente, el adulto sale de la crisálida, que es lo que conocemos como mariposa.

Es evidente que el huevo no tiene una apariencia física como tal de una mariposa, sin embargo, no por esto deja de ser el mismo organismo y ser vivo que será en su estado maduro. Así mismo, hablando de nosotros como seres humanos, el huevo o cigoto es ya un ser vivo, que aunque no tiene en ese momento una apariencia física como un bebé al nacer, tiene vida y por ese simple y sencillo hecho debe ser respetado.

La píldora del día siguiente opera con tres mecanismos, dependiendo del tiempo que ha transcurrido tras la relación sexual, al tomarla:

1. Impide o retrasa la ovulación.
2. Altera el moco cervical para impedir la fecundación o concepción, impidiendo el adecuado avance de los espermatozoides en el cuello uterino.
3. Si ya hubo fecundación, puede evitar que un óvulo fecundado (cigoto), es decir un nuevo ser, se implante en el útero, destruyéndose.

Es importante conocer esta información, ya que nos permite comprender claramente que según el primer y segundo mecanismo que se le atribuyen no se comprometen los derechos de un tercero considerando que el óvulo no ha sido fecundado, mientras tanto el tercer mecanismo sí atenta contra el derecho a la vida que ese nuevo ser posee.

Considerando que la fecundación puede realizarse dentro de un lapso de 12 a 72 horas (Villegas Suárez, 2008), es indiscutible que si la píldora se toma antes de 12 horas después de la relación sexual no se incurre a un abortivo, sino a un método anticonceptivo como cualquier otro (llámense pastillas anticonceptivas, DIU, condón, etcétera), pero si se ingiere después de 12 horas es un abortivo que mata al ovulo ya fecundado. Por lo consiguiente, es posible percatarnos de que esta píldora más allá de ser un mecanismo de emergencia y que previene un embarazo, respondiendo a la incógnita inicial de este ensayo, también da la posibilidad de ser un abortifaciente que atenta contra la vida de un individuo en formación.

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