La teoría de la evolución.

La teoría de la evolución se basa en que una larga cadena de coincidencias dio inicio a la vida, incluyendo la diversidad y complejidad de los seres vivos. El creacionismo dicta que cada ser vivo que existe proviene de un acto de creación por un ser divino. La teoría de la evolución intenta explicar el origen de la vida descartando la intervención divina. Sin embargo, cuanto más se descubre sobre la vida, menos probable es que esta apareciera de forma aleatoria. Según el evolucionismo, el ADN y sus instrucciones codificadas son el resultado de procesos aleatorios, no dirigidos, que tuvieron lugar a lo largo de millones de años. No obstante, no hay prueba de diseño ni en la estructura de esta molécula ni en la información que contiene y transmite ni en su funcionamiento. Si buscamos información sobre la evolución humana, podemos ver una serie de dibujos que muestran una criatura simiesca encorvada seguida por otras de postura más erecta y cabeza más desarrollada hasta llegar al hombre moderno. Estas imágenes, junto a los descubrimientos de los eslabones perdidos dan la impresión de que la evolución del hombre a partir de los simios está comprobada. Sin embargo, no se sabe nada sobre cuándo o como la línea humana se separó realmente de la de los simios. La verdad es que la mayoría de los fósiles evidencian estabilidad en los tipos de criaturas a los largo de extensos periodos de tiempo, ósea, no indican que un tipo evoluciono para llegar a ser otro. El creacionismo declara que la vida es obra de una mente inteligente, pues toda casa es construida por alguien (Hebreos 3:4). A pesar de que la evolución me parece más científica, el creacionismo me parece más convincente pues creo que la complejidad del ser humano no pudo haber sido creada por simple casualidad, sino que debió haber sido bien planeado y diseñado por un ser inteligente.

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