La vida de David Gale

“La vida de David Gale”

Para comenzar entre los tipos de normas se encuentran las morales y las jurídicas, las morales van a regular el comportamiento interno del sujeto y en cuanto a su desobediencia el sujeto entraña un remordimiento de conciencia y más que nada son autónomas y por el contrario todos vivimos regidos bajo las normas jurídicas dotadas de coercibilidad para lograr un mayor orden social, por lo que su desobediencia entraña un castigo penal. Entonces nos referimos a las leyes formuladas por el estado. En la película “La vida de David Gale” pudimos darnos cuenta de la distribución de estas normas las jurídicas como la Pena Muerte que era aplicada severamente en dicho estado y las diferentes maneras o conceptos que las personas mostraban ante lo que es “ moralidad”. David Gale es un activista que lucha contra la pena de muerte en Texas, el estado de los Bush, cuya sociedad se enorgullece de castigar el crimen sin contemplaciones es algo ya consuetudinario.

Paradójicamente, Gale es condenado a morir por haber violado y asesinado a una colega en su lucha contra la pena capital. El hombre decide conceder tres entrevistas los tres días antes de su ejecución a una periodista respetuosa y valiente. Relata el descenso en picada de un hombre que empezó enseñando en la universidad, y que a partir de una trampa queda marginado de todo lugar al que quisiera seguir perteneciendo: pierde familia, profesión y amigos, con la excepción de esa amiga la que va a ser la víctima que después aparece muerta y violada, con pruebas que lo incriminan.

La periodista atraviesa los tres estados típicos: incredulidad, comprensión y Ella pasa por un estado de remordimiento moral o de castigo interno de la conciencia en la medida que finalmente la conlleva a una adhesión que la impele a demostrar la inocencia de Gale, mientras escucha reflexiones solemnes y altisonantes sobre la vida y la muerte.

El epílogo depara un giro inesperado: resulta que se nos había tendido una trampa; todo había sido fruto de –digamos– cierta imaginación creativa, y se nos obliga a ajustar cada pieza del rompecabezas que había quedado suelta. Incluso descubriremos que los abolicionistas tienen una peculiar y contradictoria manera de oponerse a la pena de muerte

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