La ética analítica
Enviado por carlosrrodriguez • 27 de Mayo de 2015 • Práctica o problema • 4.200 Palabras (17 Páginas) • 730 Visitas
La ética analítica
La ética analítica es una concepción de la ética resultante de aplicar los procedimientos metodológicos de la filosofía analítica a los conceptos, los juicios y los argumentos morales. Estos procedimientos han ido variando y perfeccionándose a lo largo de todo este siglo lo cual hace difícil hablar de unidad metodológica dentro de la filosofía analítica y, en consecuencia, dentro de la ética analítica. Se mantiene en cualquier caso la idea de que el lenguaje es el marco por excelencia de la reflexión y el ámbito donde cobran sentido las acciones humanas. Por eso, la tarea a realizar es doble: analizar el lenguaje moral y sintetizar los principios, normas y valores en una perspectiva comprehensiva, reflexiva y revisable. La originalidad de la ética analítica no radica sin más en asumir esta empresa sino en el conjunto de condiciones que tiene que cumplir y en la finalidad que la ha orientado
¿Cuál es la forma de proceder de la ética analítica?
El método analítico es un método filosófico que difiere de los métodos trascendental y científico. El método trascendental es un procedimiento para establecer las condiciones y principios a prioridad que determinan el obrar moral. El método científico, en cambio, avanza mediante hipótesis que se verifican en el marco de los hechos con la ayuda de criterios como la racionalidad, la simplicidad y la economía explicativa. El método analítico, por su parte, pretende describir la estructura general de nuestro aparato conceptual mediante el análisis de la estructura lingüística de nuestro entendimiento.
La ética Deontológica
La ética deontológica , término introducido por Bentham -Deontology or the Science of Morality, en 1889. El Diccionario de la Real Academia define Deontología, como la ciencia o tratado de los deberes. En la sociedad humana el único ser con capacidad para asumir obligaciones es el hombre, por gozar de inteligencia para distinguir lo bueno de lo malo libertad para pensar, decir, hacer o no hacer cosas que puedan traer consecuencias buenas o malas y responsabilizándose de sus resultados.
Toda actividad humana es susceptible de acarrear gratificaciones o responsabilidades, materiales o inmateriales, porque la deontología pertenece a las ciencias del comportamiento humano. Siendo la primera y por lo tanto la fundamental para formarnos primero como hombres y luego como profesionales.
Éste es el argumento supremo que ha de orientar cualquier conducta. Y es bueno que así sea, porque de esta forma cada uno es el intérprete de las normas de conducta. Ése es el fundamento de la deontología tal como hoy la entendemos. Un poco al estilo del imperativo categórico de Kant: Si crees que tu conducta puede ser elevada a norma general de comportamiento, considera que estás haciendo lo que conviene. Pero no lo que te conviene a ti porque lo haces tú, sino lo que seguirá conviniéndote cuando lo hagan los demás. Lo que equivale a decir que lo que conviene, es aquello que es obligado hacer. No por casualidad el mismo verbo dew (déo) conjugado de manera distinta, significa "atar", es decir que entra en el terreno de la obligación, pero no impuesta desde fuera, sino asumida por uno mismo.
Diferencia y semejanzas entre ética y deontología
Una de las diferencias cuando hablamos de "ética" y "deontología" es que la primera hace directamente referencia a la conciencia personal, mientras que la segunda adopta una función de modelo de actuación en el área de una colectividad. Por ello, con la concreción y diseño de códigos deontológicos, además de auto regular esta profesión, se invita al seguimiento de un camino muy concreto y a la formación ética de los profesionales.
ÉTICA
Orientada al bien, a lo bueno.
No normativa.
No exigible.
Propone motivaciones.
Conciencia individual Predominantemente.
Amplitud: se preocupa por los máximos
Parte de la ética aplicada. DEONTOLOGÍA
Orientada al deber (el deber debe estar en contacto con lo bueno).
Normas y códigos.
Exigible a los profesionales.
Exige actuaciones.
Aprobada por un colectivo de profesionales.
Mínimos obligatorios establecidos.
Se ubica entre la moral y el Derecho.
Semejanzas
La deontología es una ciencia que trata del estudio de la moral y la ética, y cuando aplicamos estas virtudes al ejercicio de cada una de nuestras profesiones, toma el nombre de deontología profesional. Y la ética es la construcción moral que orienta las actitudes y los comportamientos profesionales para la consecución de objetivos profesionales, todo ello, desde la doble vertiente del reconocimiento del ser humano en su totalidad y el respeto de los valores sociales.
UNA ETICA TRASCENDENTAL
Los creadores de esta ética, Apel y Habermas, la presentan como una prolongación de la ética de la razón de Kant, y que nace para oponerse a todo el cientifismo dominante en el contexto histórico de esta ética.
La ética del discurso se vale del método trascendental, que consiste en la identificación de las condiciones de posibilidad de algún hecho previamente descrito, que en este caso serán los actos del habla. En estos actos hay implícitas estas pretensiones de validez:
1- Inteligibilidad: lo que decimos es entendido por el que nos oye.
2- Sinceridad: lo que decimos es lo que realmente pensamos.
3- Verdad: lo que decimos es verdad, ceñido a los hechos objetivos.
4- Corrección: lo que decimos es conforme a las reglas intersubjetivas.
Quien formula implícitamente pretensiones como las mencionadas se compromete a justificarlas si fuese necesario, aclarando el sentido de las afirmaciones. Este proceso es posible en el marco de un diálogo en el que cada cual reconoce la condición personal y racional de sus interlocutores y busca el entendimiento con ellos. De aquí que se presuponga una “situación ideal del habla”, en la que se da un tiempo ilimitado, un diálogo abierto que obedezca a la fuerza de los argumentos y no a otras cosas, en la que todo el mundo implicado tiene la palabra. Este diálogo recibe el nombre de “discurso”. Evidentemente, esto nunca se cumple, pero Habermas dice que es importante tener este horizonte en mente para poder hacer un discurso lo más parecido posible.
El principio kantiano de universalización es reformulado así: “Toda norma válida habrá de satisfacer la condición de que las consecuencias que se sigan de su acatamiento universal puedan ser aceptadas por todos, y ser mejores que otras propuestas”. De esta reformulación
...