Las 7 lámparas De La Arquitectura
Enviado por bidi123 • 5 de Julio de 2014 • 3.201 Palabras (13 Páginas) • 339 Visitas
osibilidades. No se trata de cuanto es lo que haremos, sino como lo haremos, esto es que, debemos concentrarnos en hacer bien las cosas y no pensar tanto en cuanto nos costara; para tener un buen proyecto no se trata de gastar demasiado capital sino de saber como hacerlo, por ejemplo no se tiene que llenar de capiteles de piedra maciza y gastar en el mejor escultor, o por el contrario, hacerlos todos pero con materiales y manos de obra baratos y sin ninguna experiencia, sino de hacer unos solo pero hacerlo lucir, con buena mano de obra y buen material. Nuestra obligación como arquitectos es saber mediar y si tenemos algo bueno, por muy poca cosa que sea, hacerla lucir. “ es mejor una obra inconclusa que mal terminada…”
Tenemos que evitar ver las cosas como “trabajo extra”, más bien tendríamos que tomarlo como un medio para evitar quedar decepcionado de lo que resulto de nuestro trabajo.
Cuando hablamos de la ornamentación nos podemos dar cuenta que en algunos casos es muy sobrecargada y nos damos cuenta que cuando es buena, no necesita estarlo, lo esta solo cuando es mala. No necesariamente por estar bien cargada la decoración llama más la atención de la que no lo esta, al contrario, la obra que no esta tan recargada es por que tiene algo más valioso que mostrar, esto es, puede prescindir de ella, esa es realmente el buen diseño.
Capitulo II
La lámpara de la verdad
“… aunque no seamos capaces posiblemente de dominar una arquitectura buena o hermosa o creativa, si podemos dominar una arquitectura honesta…”
De a cuerdo a este autor las mentiras arquitectónicas se pueden dividir en tres categorías:
1. la insinuación de un tipo de estructura o soporte que no es el verdadero; como en los medallones de las techumbres del gótico tardío.
2. pintar superficies para representar un material que no es el que en realidad hay (como la marmoración de la madera), o la representación engañosa de ornamentos esculpidos sobre ellos
3. el empleo de ornamentos de cualquier tipo, hecho a maquina o moldeados. [1]
Hay casos que se pueden excluir como “engaños” ya sea por uso frecuente u otras causas, pero por ejemplo en el caso de los dorados, en arquitectura no se consideran engaños por que bien se sabe que no es oro, pero en el caso de algún caso de joyería si pudiese tomarse como tal ya que normalmente si son de oro.
“… cuando la mente se informa mas allá de la posibilidad de errar en cuanto a la verdadera naturaleza de las cosas no es fraude, sino todo lo contrario, una legitima llamada a la imaginación…” esto quiere decir que no por que algunas cosas aparenten algo hermoso no se pueda disfrutar pensándose como engaño, como por ejemplo, la sensación que te traen las nubes de esponjosas cuando en realidad son simple vapor de agua.
“… mas vale a veces renunciar a una gracia, o reconocer una debilidad, que alcanzar aquella y ocultar esta por medios que rayan en el fraude…”, esto es que si para lograr una idea por muy bella que sea, si tienes que recurrir al fraude no tendrá el mismo valor, al contrario no la podrás mostrar si quiera sino que permanecerá oculta.
“… de modo que hágase cuanto pueda con un buen mortero y una buena mampostería, y no se admita ningún artificio chapucero por confianza en la ayuda del hierro; pues a este exceso como al del vino, el hombre va a parar por sus flaquezas, no para alimentarse…” con esto nos referimos a que por hacerlo mas fácil uno acude a cosas que nos ayudan pero al final siempre terminamos abusando de esto, y deja de ser simplemente una ayuda y el trabajo deja de ser puro, nosotros como seres humanos nos terminamos tirando a la flojera y dejando todo a lo que pase y como pase, sin preocuparnos siquiera si nuestra comodidad dejara como resultado un buen trabajo. Por estas razones es por lo que la calidad de todo va en decremento.
Ya todo esta dado, desde la arquitectura de los cuerpos de los animales, por dios, como la los elementos de la arquitectura en cuanto a edificaciones ya que por algo dios hace las cosas y el no se equivoca. No tenemos que partirnos la cabeza intentando mejorar lo básico lo da la naturaleza y eso ya esta dado.
Conforme a las superficies también podemos citar un engaño muy recurrente, como lo es el pintado de madera para representar el mármol, esto esta simplemente hecho con la intención de engañar, y es lo que debemos evitar sabiendo donde empieza o acaba siendo engaño. No siempre cubrir las superficies es ilícito sino que hay casos en donde se puede permitir como por ejemplo en una pared de ladrillo se puede recubrir con estuco para pintar un fresco o algo por el estilo, esto, es sin duda totalmente lícito.
Se debe tomar en cuenta que no es lo primordial utilizar colores o elementos llamativos en una edificación ya que lo que realmente da el crédito es que con el tiempo, todas esas cosas se acaban y dejan al descubierto lo que es por dentro, el material simple y llano con el que se estructuro, por eso este libro menciona que el verdadero color de la arquitectura es la piedra natural, ya que esta jamás se deslavara, es simplemente mas duradera.
Capitulo III
La lámpara del poder
Dependiendo desde que punto ves los estilos que nos han precedido en arquitectura, el libro menciona dos categorías, la primera es basada en la delicadeza y preciosismo a la cual regresamos por que nos atrae afectuosamente, y la otra tanto por majestuosidad como por misteriosa por la que sentimos el poder espiritual que nos guía hacia ella como la belleza mas pura y solemne.
Para poder entender la magnitud del edificio hay que pretender ver todo a un tiempo, limitarlo así pues por líneas continuas.
Según el libro el cuadrado y el círculo son las superficies de poder más significativas entre las limitadas por líneas o curvas respectivamente, o ya sea que en volúmenes se les conoce como cubo y esfera.
Cuando hablamos de órdenes arquitectónicas podemos notar que las columnas, tanto prismáticas como cilíndricas, son los elementos más representativos conforme a poder se trata.
Para poder darle presencia a un edificio por más insignificante que sea, se le tiene que dar un toque de gracia, como lo seria la mampostería por ejemplo, entre mas atrevida mejor a los ojos del observador. Así como también darle importancia a los claros y oscuros, la luz también puede ayudar a mejorar el aspecto a una edificación, la tarea del arquitecto es jugar con la idea de llevar la luz y obscuridad, mas sin embargo cuidando la proporción, ya que hay que tomar en cuenta que hay horas del día que hay demasiada luz y en la tarde demasiada oscuridad; intentar mediar entre estos aspectos hará tu obra un poco mas interesante.
“… no importa cuan toscos, cuan ordinarios sean los medios que proporcionen
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