Las Enseñanzas De Don Juan

Deberíamos de tener en cuanta un lugar donde nos sintamos felices y fuertes, porque no cualquiera es bueno para sentarse o estar en él.

Se puede sentir con los ojos cuando no están mirando de lleno las cosas.

Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino es un camino, si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en el bajo ninguna condición.

Para tener esa claridad debes llevar una vida disciplinada, solo entonces sabrás que un camino es nada más que un camino, y no hay afrenta, ni para ti ni para otros en dejarlo si es lo que tu corazón dice. Pero tu decisión de seguir o dejarlo debe estar libre de miedo y ambición.

Debemos de mirar cada camino de cerca y con atención, probarlo tantas veces cuantas creamos necesarias y luego hacernos la siguiente pregunta:

Tendrá corazón éste camino?

Ningún camino lleva a ninguna parte pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje y mientras lo sigas eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte y el otro te debilita.

Viajemos las veces que sean necesarias para encontrar el punto donde sintamos que es el camino con corazón cuando sintamos que es el camino correcto y cuando estemos ahí no lo dejes sigue adelante hasta encontrar la luz en tu interior que es lo importante para sentirse satisfecho por dentro para compartir con otros tu energía tu luz tu esencia.

Tenemos muchos enemigos

El miedo es el primer enemigo natural que un hombre debe derrotar en el camino del saber.

Este se queda oculto en cada recodo del camino acechando esperando Y si el hombre aterrado por su presencia echa a correr su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda y jamás aprenderá.

Para derrotarlo no se debe correr, hay que desafiarlo, se debe estar lleno de miedo pero no hay que detenerse. Llega un momento en que el primer enemigo se reirá, el hombre comienza a sentirse seguro de sí y su propósito se fortalece. Cuando se haya perdido el miedo se ha adquirido una Claridad de mente que borra el miedo.

Esa claridad de mente tan difícil de obtener dispersa el miedo pero también ciega. Fuerza al hombre a no dudar nunca de si, le da seguridad de que puede hacer cuanto se le antoje porque todo lo ve con claridad. Pero eso es un error si el hombre se rinde a esa ilusión de poder ha sucumbido a su segundo enemigo y será torpe para aprender. Se apurara cuando debía ser paciente o será paciente cuando debería apurarse y tonteara con el aprendizaje hasta que termine incapaz de aprender nada más.

Para no sucumbir ante ésta claridad de mente debemos desafiarla y usarla solo para ver, y esperar con paciencia y medir con tino antes de dar otros pasos. Hay que pensar sobre todo que ésta claridad es casi un error.

Vendrá un momento en que comprenda que esa claridad es solo un punto

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