Las Fotos De Robert Clark

Robert Clark: Fotografías que comunican un concepto

Foto de Robert Clark

Hola, mi nombre es Robert Clark y ésta es una nota sobre los retos que enfrenté al tomar fotografías acerca de un nuevo campo científico que toma los diseños de la naturaleza e intenta aplicarlos en inventos modernos.

Algunos diseñadores de Mercedes-Benz querían crear un auto eficiente y amplio. Uno de ellos leyó un articulo que hablaba sobre el pez cofre y su increíble velocidad de avance pese a su apariencia cuadrada. El pez cofre es como una caja, por lo que tiene mucho espacio interno, así que el diseñador construyó un auto basado en el pez para la prueba del túnel de viento. El auto tenía las mismas líneas que el pez y fue probado en el túnel de viento con una tasa de eficiencia increíble. Fue así como convencieron a las personas para que gastaran millones de dólares en la construcción de este auto tan particular.

Para tomar la fotografía del pez cofre fue necesario realizar muchas investigaciones. Tuve que encontrar la especie exacta de pez cofre que aparecía en el artículo y había inspirado al ingeniero. Después, tuve que encontrar a un pez en Nueva York. En el barrio chino mandé construir un estrecho y muy especial acuario. No quería que el pez se alejara de la cámara, así que el pez no tenía muchas opciones. Procedí para encontrar una forma de oxigenar el tanque y así asegurarme de que el pez estuviera bien, sano y con suficiente aire. No quería que hubiera demasiadas burbujas, así que encontramos la forma de oxigenar y controlar el flujo del oxígeno y las burbujas.

Capté esta imagen con fondos negros para poder instalar el tanque en mi estudio y agregar diferentes luces. Creo que al final, en la fotografía de la revista, aparecen cinco o seis luces. En el proceso algunas cosas se agregan y otras tantas se quitan. Mientras tanto uno simplemente espera a que el pez vuelva al cuadro de enfoque.

Foto de Robert Clark

Piel de tiburón y trajes de baño

La piel de tiburón tiene estampados que crean un patrón tubular que separa al tiburón del agua, y realmente reduce la resistencia en el tiburón mientras nada en el agua. Mi asistente había participado en las competencias de natación en la universidad y sugirió utilizar como modelo al nadador olímpico más rápido del mundo. Dentro de las cuatro horas en las que decidíamos lo que haríamos, teníamos al nadador olímpico más rápido del mundo, ofreciendo como locación la alberca de su casa en Florida. Hicimos los arreglos y nos dirigimos hacia Key Largo, Florida.

Llevé conmigo un enorme pedazo de terciopelo negro que pusimos dentro de la alberca y después iluminamos el agua. Habíamos puesto estroboscopios dentro y fuera del agua. También había estroboscopios al frente y detrás de la escena. La cámara estaba sobre un trípode dentro del agua, en una carcasa submarina, así que pude tomar fotos por debajo y encima del agua. Mi asistente nadaba mientras yo iluminaba las fotos.

Generalmente, me preocupo antes que nada de la luz principal y que esté en el lugar preciso.

Al fondo de las imágenes se observaba una gota negra realmente brillante. En los siguientes dos cuadros había una mejor proporción de la imagen porque disminuimos la intensidad de la luz. Aún no tenía suficiente información sobre el concepto que debía captar con la imagen, así que colocamos luces debajo del agua.

Sincronizamos las luces subterráneas con las luces externas, pero aún necesitábamos más luces para iluminar el fondo cerca de sus pies y así captar el agua que escurrían. Así que colocamos más luces al fondo.

Al final, tuvimos que utilizar siete lámparas en esta foto. Probablemente tenía 3 o 4 imágenes favoritas. Había burbujas que salían desde su nariz y fue posible observar sus pies y la esencia de la velocidad en la foto

El año 2004 el fotógrafo Robert Clark recibió un fascinante desafío nada de fácil: realizar un viaje de 50 días por Estados Unidos armado sólo con la cámara de un teléfono celular. El encargo era de la empresa Sony Ericsson, y el libro resultante, llamado Image America, fue, si no el primero, uno de los primeros publicados con imágenes capturadas íntegramente con celular.

Una tarea ardua en todo caso: Clark, que tiene más de una docena de portadas de la National Geographic, por nombrar sólo una publicación en la que colabora, debía mandar 25 fotos diarias para ser publicadas en la revista “American Photo”. Y para conseguirlo llevaba el modelo S710 A de 1,3 megapixeles capaz de fotografiar en color y blanco y negro.

El guiño estético era claro: The Americans, el proyecto fotográfico que el extraordinario Robert Frank realizó en la década del 50 y que aireó temas súper espinosos, vergonzosos digamos, de la pujante democracia estadounidense, a saber, el racismo.

Clark amablemente cedió a “Historia Íntima de una Fotografía” el derecho a publicar una imagen y concedió además una breve entrevista. A propósito de Robert Frank:

-Hiciste un viaje como el de Frank.

-Frank fue una suerte de inspiración. Pero estoy seguro de que él odiaría la idea de que su periplo inspiró un trabajo de propaganda.

-Estoy seguro de eso.

-Sin embargo, Sony no conocía la ruta que yo seguiría ni tenía control sobre la edición de las imágenes. Así que tenía más libertad de la que uno se pudiera imaginar.

-¿Qué aprendiste durante el viaje sobre Estados Unidos y sus gentes?

-Que a la gente le gusta ser fotografiada.

-¿En serio?

-Bueno, quizás lo que les gusta es que haya alguien dispuesto a escucharla. A la mayoría le gusta conocer nuevas personas. Y a todas las chiquillas les encanta que les saquen fotos.

-Como que dentro de Estados Unidos hubiera muchos países.

-Es una nación de inmigrantes.

-Unidos por la democracia y el comercio.

-En mi pueblo puedes pasar de comunidades católicas originarias de Rusia y Alemania a otras de Suecia 150 kilómetros más allá.

El caso es que Clark proviene de un pequeño pueblo llamado Hays situado en el estado de Kansas, en el corazón de Estados Unidos. Allí empezó a los 15 años a sacar fotos para el diario local donde aprendió mucho de un buen fotógrafo que allí laboraba. Luego estudió periodismo y diseño en la Universidad Estadual de Kansas y trabajó paralelamente en el diario estudiantil, “donde había un gran grupo de fotógrafos, lo que llevó a una competitividad positiva”.

En 1991 se fue a vivir a Nueva York, y desde aquí partió su frenético

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