Las Raíces del Plagio Académico en las Universidades

Las Raíces del Plagio Académico en las Universidades

La globalización y el avance tecnológico que permite hoy en día estar informado en tiempo real de todo lo que ocurre en el mundo han facilitado la detección del plagio académico. Este último existe desde tiempos inmemoriales, sin embargo en la actualidad es más notorio gracias a diferentes herramientas tecnológicas y software que permiten visualizar similitudes de un escrito académico con las obras de otros autores que no son citados en el documento. Las consecuencias de acto pueden desencadenar en el peor de los casos la expulsión o deserción del alumnos universitario. Todo problema tiene causas raíces, por lo tanto el presente ensayo busca demostrar que el plagio en el que incurren los estudiantes universitarios se da principalmente por la formación académica previa; su nivel sociocultural y socioeconómico; y la ineficacia de los otros miembros de la comunidad académica en la que se desenvuelve. Para explicar este tema en principio se detallará los principales conceptos existentes sobre el plagio, después de ello se describirá los perfiles de los estudiantes que lo cometen y finalmente se explicaran las causas que conllevan al estudiante a incurrir en el plagio.

Existen diferentes conceptos respecto al plagio, sin embargo se identifica claramente un consenso entre estos: El plagio es la apropiación parcial o total de un manuscrito ajeno y anterior, que se hace pasar como propio. Boytha (1980) define el plagio como el acto de apropiarse parcial o totalmente una obra de otro autor en un contexto modificado. Esta idea es complementada por Ledesma (1988) quien indicó que además de apoderarse del pensamiento ajena, el que incurre en esta falta intenta adornar las ideas de la obra para adjudicársela como propia. Otros autores colocan el concepto del plagio dentro de un marco de ilegalidad, Gonzáles (1998) definió el plagio como un apoderamiento indebido de la creatividad ajena y Carmona (1998) dijo que es un fraude consciente que perjudica la obra del autor original. Antequera (2012) le agregó al concepto del plagio que este puede darse en forma idéntica a la obra del autor original o de forma simulada, este último denota claramente la intención deshonesta del quien en esta falta para hacer pasar una idea de otros como propia. Por otro lado, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (2010) adicionó a estas definiciones que el plagio no solo comprende la apropiación de una obra ajena sino también la reproducción de la misma atribuyéndose la autoría.

Así pues, es necesario identificar los perfiles de los estudiantes universitarios que cometen plagio para poder identificar los motivos que los llevan a realizar este acto deshonesto. En la investigación de Ochoa y Cueva (2016) en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia se identificó tres perfiles de estudiantes que incurren en plagio. En primer lugar, están aquellos que presentan bajas habilidades académicas para la escritura y presentan vacíos conceptuales. Luego están aquellos alumnos que incurren en plagio en determinados cursos porque simplemente no es de su agrado o no le motiva a investigar. Finalmente están los estudiantes que son perezosos y que intentan resolver sus trabajos en el último momento. Este último perfil es denominado como procastinadores por Sureda, Comas y Oliver (2015) quienes a través de una investigación de la Universidad de Islas Baleares mencionaron que existe una mayor incidencia en el plagio por parte de aquellos alumnos que posponen constantemente sus tareas y además indicaron que los hombres incurren más en esta falta que de las mujeres. Por ende, tal como se había adelantado, las causas que forman estos perfiles son la ineficaz formación académica previa del alumno, su nivel sociocultural y socioeconómico; y la ineficaz labor de los otros integrantes de la comunidad académica en la que participa para buscar soluciones a esta problemática.

La primera causa tiene que ver con la mala formación académica que recibieron los estudiantes en el colegio y esto se debe básicamente a la falta de motivación por parte de los formadores para impulsar a sus alumnos a investigar, así como enseñarles técnicas y metodologías para hacerlo (Jordan, 2001). Sin embargo, es complicado exigir motivación a formadores que no están motivados, como en el Perú, donde además del bajo grado de instrucción de la mayoría de docentes de instituciones públicas, estos no reciben el apoyo necesario para tener una vida digna con el sueldo austero que perciben. Esto se evidencia en aquellos países cuya educación responde a una sociedad industrial y no a una sociedad del conocimiento, ya que en esta última es sumamente importante la generación de conocimiento cuyo impulso es la investigación (Rojas, 2016). Por otro lado, una insuficiente práctica de lectura y escritura académica también influye en que los alumnos cometan plagio en el futuro, ya que la falta de costumbre por leer y escribir ocasiona que el estudiante busque la opción más fácil aprovechando las ventajas de encontrar abundante información en internet. Esto hace que el estudiante entre en la inmediatez de copiar y pegar información del ciberespacio y que al volverse una práctica constante, termina convirtiéndose en una práctica común (Domínguez-Aroca, 2012).

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