Las Siete Cabritillas Y El Lobo
Enviado por • 8 de Junio de 2014 • 812 Palabras (4 Páginas) • 420 Visitas
LAS SIETE CABRITILLAS Y EL LOBO
NARRADOR: Erase una vez una vieja cabra que tenía siete cabritas, a las que quería tan tiernamente como una madre puede querer a sus hijos. Un día quiso salir al bosque a buscar comida y llamó a sus pequeñuelas y les dijo.
MAMA CABRA: Voy a ir de compras pero mientras yo esté fuera, mucho ojo con el lobo, pues si entra en la casa las devorará a todas sin dejar ni un solo pelo. El muy bribón suele disfrazarse, pero lo conocerán enseguida.
CABRITILLA: Y ¿cómo sabremos que quien llama a la puerta es el lobo?
MAMA CABRA: Pues el lobo tiene su voz ronca y las patas negras y peludas.
CABRIILLAS: Tendremos mucho cuidado, madrecita. Puedes marcharte tranquila.”
NARRADOR: Luego mamá cabra les dio un besito y se marcho, el lobo hacía tiempo que vigilaba a las cabritas al verlas que se quedaban tan solitas se relamió de alegría y dijo:
LOBO: Esta es la mía hoy voy a tener cabritas para comer.
NARRADOR: De un salto se planto en la puerta, llamo y dijo.
LOBO: Abran, hijitas. Soy su madre, que estoy de vuelta y les traigo algo para cada una. Abran, abran.
NARRADOR: Pero las cabritas comprendieron, por la voz tan ronca que no era mama cabra, que era el lobo. Y le dijeron:
CABRITILLAS: “No te abriremos,” “no eres nuestra madre. Ella tiene una voz suave y cariñosa, y la tuya es muy ronca. Fuera vete lobo malo con tu voz ronca y fea tu no nos has engañado.
NARRADOR: El lobo se marcho muy enfadado a la tienda del pueblo a comprar miel y claras de huevo para tener la voz más suave:
LOBO: Dame cinco huevos Y miel para que mi voz se aclare." El lobo tras beberse la mezcla tuvo una voz más clara y más suave.
NARRADOR: Regreso, nuevamente se planto ante la puerta y dijo esta vez con la voz más suave:
LOBO: Abran hijitas soy yo mamá cabra ya regrese, les traigo unos deliciosos chocolates para todas.
CABRITILLA: Si eres mamá cabra asoma la patita por debajo de la puerta
NARRADOR: Entonces el lobo asomo la pata por debajo de la puerta .
CABRITILLA: "¡No, no! tú no eres nuestra mamá, nuestra mamá tiene la pata blanquita." Fuera vete lobo malo con tus patas negras y peludas tu nos has engañado.
NARRADOR: Así pues el lobo nuevamente se fue muy enfadado por el bosque a la tienda del pueblo pero esta vez no compro miel ni claras de huevo sino harina para que las patas le quedaran blancas, se unto la harina y dijo:
LOBO: ¡Que listas son estas cabritillas!, pero ahora si me las comeré.
NARRADOR: Se planto ante la puerta llamo y llamo y
CABRITILLA: "¿Quién es?"
LOBO: Soy yo, su mamá. Abran hijitos.
CABRITILLA: Si eres nuestra mamá enséñanos la patita por debajo de la puerta."
NARRADOR: ." El lobo metió su pata, ahora blanquita, por debajo de la puerta y todas
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