Las novelas
Enviado por flou12 • 21 de Enero de 2014 • 563 Palabras (3 Páginas) • 221 Visitas
otros fisiólogos alemanes como no del todo imposible. En modo alguno quisiera que se suponga que otorgo
el mínimo grado de credibilidad a semejantes fantasías; sin embargo, al tomarlo como base de una obra
fruto de la imaginación, no considero haberme limitado simplemente a enlazar, unos con otros, una serie de
terrores de índole sobrenatural. El hecho que hace despertar el interés por la historia está exento de las
desventajas de un simple relato de fantasmas o encantamientos. Me vino sugerido por la novedad de las
situaciones que desarrolla, y, por muy imposible que parezca como hecho físico, ofrece para la imaginación, a la hora de analizar las pasiones humanas, un punto de vista más comprensivo y autorizado que el
que puede proporcionar el relato corriente de acontecimientos reales. Así pues, me he esforzado por mantener la veracidad de los elementales principios de la naturaleza humana, a la par que no he sentido escrúpulos a la hora de hacer innovaciones en cuanto a su combinación. La Ilíada, el poema trágico de Grecia;
Shakespeare en La tempestad y El sueño de una noche de verano; y sobre todo Milton en El paraíso perdido se ajustan a esta regla. Así pues, el más humilde novelista que intente proporcionar o recibir algún deleite con sus esfuerzos puede, sin presunción, emplear en su narrativa una licencia, o, mejor dicho, una regla,
de cuya adopción tantas exquisitas combinaciones de sentimientos humanos han dado como fruto los mejores ejemplos de poesía.
La circunstancia en la cual se basa mi relato me fue sugerida en una conversación trivial. Lo comencé en
parte como diversión y en parte como pretexto para ejercitar cualquier recurso de mi mente que aún tuviera
intacto. A medida que avanzaba la obra, otros motivos se fueron añadiendo a éstos. En modo alguno me
siento indiferente ante cómo puedan afectar al lector los principios morales que existan en los sentimientos
o caracteres que contiene la obra. Sin embargo, mi principal preocupación en este punto se ha centrado en
la eliminación de los efectos enervantes de las novelas de hoy en día, y en exponer la bondad del amor
familiar, así como la excelencia de la virtud universal. Las opiniones que lógicamente surgen del carácter y
situación del héroe en modo alguno deben considerarse siempre como convicciones mías; ni se debe extraer
de las páginas que siguen conclusión alguna que prejuicie ninguna doctrina filosófica del tipo que fuera.
Es además de gran interés para la autora el hecho de que esta historia se comenzara en la majestuosa región donde se desarrolla la obra principalmente, y rodeada de personas cuya ausencia no cesa de lamentar.
Pasé el verano de 1816 en los alrededores de Ginebra. La temporada era fría y lluviosa, y por las noches
nos
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