Las nuevas 7 maravillas
Enviado por alineeah • 10 de Junio de 2016 • Tarea • 1.497 Palabras (6 Páginas) • 233 Visitas
Las nuevas siete maravillas
H
ace cientos de lustros, alrededor del año 130 aC, un ingeniero y matemático griego conocido como Philo de Bizancio se dio a la tarea de designar, muy a su gusto personal. Las que denominó Siete Maravillas del Mundo. Sensible, agudo y sobre todo solitario y autónomo en su feliz tarea, este hombrecillo de corta estatura, escaso cabello y vientre abultado, eligió los grandes monumentos que el hombre llegaba a la posteridad: las pirámides de Giza en Egipto, los jardines colgantes de Babilonia, el templo de Artemisa en Efeso, la estatua de Zeus en Olimpia, el mausoleo de Halicarnaso, el faro de Alejandría y el Coloso de Rodas.
Siete, por las virtudes cabalísticas del numero (cálculo supersticioso, define el Larousse), y marcados por la cultura griega los monumentos construidos con el talento y la audacia del hombre no por casualidad ni chauvinismo de Philo, sino por ser ésta la cultura dominante en su tiempo.
Sólo recibió de este legado las pirámides de Giza, ya que las otras seis maravillas del mundo fueron destruidas en el curso del tiempo en medio de grandes guerras y devastadores sismos.[pic 1]
Pero Philo, como todo el mundo, tiene sus detractores. De hecho, hay quienes ubican la fecha de confección de esta lista de maravillas de la humanidad alrededor del año 150 a, y atribuyen su autoría a Antipater, un poeta griego radicado en el puerto fenicio de Sidón. Philo, dicen, no había escrito ninguna lista de maravillas, porque era una suerte de ingeniero mecánico, dedicado más bien a las artes de la guerra. Además, era alto, delgado y de abundante cabellera.Y más aún, hay quienes atribuyen la selección de monumentos al historiador griego Herodoto, quien abría vivido entre los años de 484 y 420 aC.
F
alacias, incertidumbres, escepticismos semejantes a los antes descritos podrían estar surgiendo dentro de 5otros dos mil años en torno a la 6figura de Bernard Weber, una 7especie de aventurero europeo al 8viejo estilo, es decir, algo 9ricachón, políglota, medio 10cineasta, medio curador de 11museos, medio aviador, medio 12explorador y por supuesto, 13absolutamente seducido por el 14exotismo.
Suizo de origen, Weber dice haber invertido la mayor parte de su vida en viajar por el mundo experimentando “el extraño sentido de la aventura derivado de la reunión de diferentes culturas”.
Con este bagaje personal, Weber se ha impuesto la noble tarea de integrar una lista de las Siete Nuevas Maravillas del mundo. Para ello ha abierto una página de Internet (www.new7wonders.com), donde somete a un consenso mundial sus propuestas, mediante votación:[pic 2]
La Gran Muralla China
El Taj Mahal
El palacio Potala Lhasa
La vieja ciudad de Sana’a
Timbuktú
El Hagia Sophia
El Kremlin
El coliseo Romano
La torre inclinada de Pisa
El Palacio de los Dogos
La catedral de Aachen
La torre Eiffel
Los jardines y el Palacio de Versalles
La Alambra
La estatua de la Libertad
Chichen Itzá
La isla de Pascua
La filosofía que gobierna su selección y la organización de esta votación, explica Weber, consiste “en elegir los símbolos representativos de una hazaña nacional, cultural, religiosa o histórica, las siete nuevas maravillas deben reflejar la esencia del espíritu colectivo de su época, así como su significad social político e histórico”. Generoso y democrático, como será recordado dentro de dos mil años, Weber ha dejado abierta la posibilidad de que los votantes que visitan su p+agina en Internet aporten sus propias propuestas. Algunos lo han hecho ya, para iniciar una lista adicional en la que figuran:
- La casa de la opera de Sydney
- La iglesia de la Sagrada Familia
- El Empire State
- El Golden Gate
- Machu Pichu
- Angkor Wat
De hecho, Weber ha partido para su propuesta inicial de 17 sitios de los 630 anotados en el catálogo del World Heritage Center de la UNESCO. Su preselección, dice, “ha tratado de respetar las contribuciones de diferentes pueblos, en diferentes etapas del desarrollo social y cultural, en diferentes regiones del mundo”.
Y aclara: “Por supuesto el número posible de lugares es tan inmenso que no se puede esperar hacer justicia a todas las diversas contribuciones a la herencia de la Tierra que se han hecho en tantas diferentes partes del mundo en el curso de los últimos 2000 años.” Por lo tanto, agrega, “si estuviera usted en desacuerdo con
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