Las tradiciones orales de América
Enviado por cristian28 • 7 de Noviembre de 2013 • 514 Palabras (3 Páginas) • 437 Visitas
La búsqueda del hombre por explicar los misterios más allá de su comprensión anegó y lo sigue haciendo a la palabra, ya sea escrita o hablada. Entonces nos encontramos con que los libros más antiguos son religiosos, místicos o esotéricos, y a pesar de su larga existencia aún invocan las lecturas de aquellos que escarban, sea en vano o no, una respuesta a su existencia. “Es posible que los primeros poemas que hiciéramos fueran oraciones”, dice Ospina en su ensayo La Ciudad de los Libros, y seguramente podamos prescindir del primer elemento de “es posible”.
Las tradiciones orales de América probablemente se remonten a un pasado distante y con más certeza no tengan ninguna conexión con el occidente Europeo, sin embargo esto no es obstáculo para que sus tradiciones no se unan al conglomerado de mitos universales que explican el universo.
Si insistimos en que el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación, como dice Borges, se nos perdería esa línea que divide el mito con la fantasía y así lo entenderíamos como una excelsa obra de ficción que es propicia a los dos elementos ya mencionados, a pesar de que muchos también creen que los mitos son la velada explicación a la existencia humana y no humana.
La imaginación se podría definir con la pregunta que Borges plantea al lector que dice: ¿qué es nuestro pasado sino una serie de sueños? ¿Qué diferencia puede haber entre recordar sueños y recordar el pasado? Es un hecho, entre tantos, que la imaginación nace y se recrea en la ensoñación, y así un crío aprende el mundo y adquiere experiencia de él durmiendo, soñando.
Quizá esto nos lleve al mismo sueño del que habla Nam Yavarí a cerca de su creador Antel quien creó todo a partir de sus propios ensueños. Así Nam intenta decir por medio de Vallejo: “solo estamos pensados, solo invocados”; una mera reminiscencia de sus momentos oníricos. Este elemento del sueño está presente en muchos lugares y en ocasiones alcanza a considerarse sagrado; como ejemplo tenemos las visiones proféticas de los personajes bíblicos, los sueños de los personajes mitológicos griegos o las premoniciones de oriente mencionadas en el Bhagavad Gita.
El asunto de sí somos una realidad o una ilusión, o de si existimos mientras alguien nos imagine ha sido ampliamente discutido y son muchos quienes se adscriben a la explicación que se ajuste o satisfaga su deseo de una filosofía, teoría o ciencia que dé razones a sus incógnitas. Así nacen las religiones.
Berkeley, filósofo idealista, intenta explicar la existencia de las cosas y plantea que nada puede existir más que en una mente que perciba aquello de lo que es consciente, de esta forma lo que no percibe no existe. Este misterio tiene un reflejo en los discursos de Nam cuando dice que: “no pensarlos, no recordarlos, es destruirlos”, refiriéndose a las cosas, a los humanos. Pero, ¿qué ocurre si
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