Lectura: El Espejo Roto

El Espejo Roto

Esta lectura de Marc Ferro aclara que le pasado no es igual para todos, ya que la historia responde a intereses diversos y es a partir de ahí que cada quien asume su propio hecho histórico. La mayoría de las veces la historia es ajena a la propia, esto quiere decir que en lo institucional u oficial, la historia se presenta como universal cuyo eje central lo conforman la identidad nacional, la lucha del poder político, religioso, económico, etc. En este sentido, el autor plantea que es necesario reconstruir la enseñanza de los pasajes históricos mediante la experimentación, pues, si es imposible reconstruir la historia, entonces hay que hacer posible el interés por la misma dándole vida y obteniendo experiencias significativas.

El espejo roto, es una muestra donde se describe el devenir histórico de los pueblos, ya que la historia es considerada como puro espejismo, conocimiento que se ve pero no se siente; tal vez esto sea porque la historia procede de diversas fuentes que la difunden y cada fuente adapta su propio discurso de acuerdo a sus formas, normas y necesidades. De esta manera es como vamos adoptando una ideología, un régimen que se nos es transmitido por medios que ilustran la historia institucional de los pueblos, reproduciendo en nosotros actos y decisiones de poder. Sin embargo, de manera oculta y paralela a la historia institucional las sociedades crean una contrahistoria en relación a la oficial. En ella, la comunidad relaciona sus vivencias en relación con los demás, creando sus propias memorias sobre los acontecimientos de la vida en sociedad. Esta historia es formulada por ellos mismos y por tanto, está sujeta a tener variaciones aunque trata de mantenerse autóctona e intacta conservando su propia cultura.

Es así como la historia se enmarca por lo institucional y la contrariedad de la misma sociedad, que van imponiendo y reproduciendo las versiones del pasado.

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