Legislacion De La Marihuana
Enviado por kat26 • 23 de Abril de 2015 • 4.873 Palabras (20 Páginas) • 405 Visitas
Legalizaciones la marihuana
Qué es la marihuana?
La marihuana es una mezcla verde o gris de flores secas cortadas en trocitos de la planta Cannabis Sativa. Se fuma como un cigarrillo llamado "porro" o utilizando pipa.
Una droga es adictiva cuando causa un deseo de búsqueda y consumo compulsivo e incontrolado a pesar de los efectos adversos sociales y sobre su salud. Anualmente, más de 120.000 personas buscan tratamiento para su adicción a la marihuana. Además, estudios hechos en animales indican que la marihuana puede causar dependencia física, y algunas personas han declarado tener síntomas asociados con la abstinencia.
resumen
Ya son varios los países que han aceptado la marihuana como una droga "blanda", diferente a otras más peligrosas. Incluso se le ha atribuido diversas propiedades terapéuticas. Otros sin embargo piensan que su uso debería prohibirse, dadas las interferencias mentales y las alteraciones del comportamiento que produce, ya sea por su consumo esporádico, como también por los daños permanentes a que lleva su consumo crónico. Con el objeto de aclarar estas divergentes apreciaciones, se revisa la literatura científica existente. De ello se deduce el grave riesgo de su consumo crónico, especialmente para el adolescente por el significativo incremento de cuadros psicóticos y esquizofrénicos, los cuales pueden llegar a ser permanentes, mientras que su consumo durante el embarazo daña el desarrollo cerebral del feto en forma similar a lo que hace el alcohol en el síndrome fetal alcohólico. Investigaciones científicas también señalan que al fumar sus hojas, se va produciendo un daño bronquial, aún más grave que con el tabaco, incluyendo el cáncer pulmonar. En conclusión, el concepto de que la marihuana es una droga "blanda", libre de riesgos para la salud, constituye un grave error, dado la concluyente investigación científica disponible que señala lo contrario.
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Introducción
Según Naciones Unidas, la marihuana es la substancia ilícita más utilizada en el mundo. En su informe oficial afirma que más del 4% de la población adulta mundial (162 millones de personas) la consume más de alguna vez durante el año, mientras que el 0,6% (22 millones) la consume a diario. Por otra parte estima que en la actualidad unos 20 millones de personas en el mundo son adictas a ella1.
En la última encuesta nacional realizada en los Estados Unidos, se señala que el 48% de los americanos alguna vez la ha aprobado y que el 6,5% de los estudiantes de "high school", admite consumirla regularmente. Por ello no asombra que en un esfuerzo por controlar su consumo, en noviembre de 2012, dos estados (Washington y Colorado) la hayan legalizado, permitiendo su consumo en cantidades limitadas y sólo en los mayores de 21 años2. Por su parte, los activistas esperan que pronto otros estados también la aprueben.
Ya anteriormente, y con las mismas razones, Holanda (1976) había autorizado la venta a mayores de 18 años, pero restringida sólo a locales específicos, llamados "Coffee Shop", donde se podía vender hasta en cantidades de 5 g. Estos rápidamente se multiplicaron y en la actualidad ya sobrepasan los 900, que no tienen mucho de "Cofee", pero sí de expendio legal de marihuana. Lo paradójico es que a estos mismos locales no les está permitido comprar marihuana, ya que su cultivo no está legalizado. "Es que modificar esta última restricción tendría consecuencias negativas, dado que entraría a incidir el factor "mercado" que presionaría el consumo, como sucede con el tabaco. En todo caso, la autorización de los Coffee Shop ha traído otros problemas en los que no se había pensado. Los menores de 18 años, incentivados por el consumo de sus mayores, van ahora buscarla a lugares más apartados y menos regulados. Según el Instituto Timbos, un centro de estudio de la adición en Utrecht, los menores allí han incrementado su consumo abasteciéndose por medio de distribuidores mafiosos3. Con ello, aparte del daño que se puede provocar en sus cerebros, está también el que se produce en sus pulmones,dado que la marihuana la venden por peso, por lo que frecuentemente le agregan partículas de vidrio, cenizas, tizas o arena. Al respirar crónicamente estos ingredientes se dañan sus pulmones, produciendo escaras en su interior. Otro ingrediente detectado en la adulteración ha sido el agregado de partículas de plomo, que al aumentar significativamente su peso específico, incrementa también las utilidades de los inescrupulosos traficantes. La intoxicación por plomo agregado a la marihuana se comprobó en Leipzig, Alemania, donde en el año 2008 treinta personas presentaron simultáneamente síntomas de intoxicación aguda, que los obligó acudir a los hospitales de la ciudad. Allí sus síntomas hicieron sospechar una intoxicación por plomo. Sus edades oscilaban entre 16 y 33 años, y todos tenían de común el haber inhalado marihuana adquirida en la calle. Analizada algunas muestras se comprobó que contenía un 10% de partículas de plomo4. Posteriormente, tratando de averiguar más, se tomaron muestras de sangre al azar a 145 personas conocidas consumidoras de marihuana, comprobándose que 95 de ellas tenían niveles tan altos de plomo, como para requerir tratamiento. Simultáneamente se demostró que el plomo se absorbía muy efectivamente por el tracto respiratorio. Como conclusión los autores recomiendan que frente a hallazgos de niveles sanguíneos elevados de plomo en la sangre, se deba considerar a la marihuana adulterada como una potencial fuente de ese metal4.
En Inglaterra, en el año 2004 una comisión gubernamental decidió pasar la marihuana de la clase B a la clase C, dentro de un índice que señala la peligrosidad de las drogas, estimando que ella no debía pertenecer a la misma categoría que la cocaína y las anfetaminas, que eran mucho más peligrosas. Fue a raíz de esta decisión que el Ministerio del Interior Británico decidió su despenalización, aun cuando mantenía las penas por 14 años de prisión para aquellos que poseyeran la droga con intención de traficar con ella. Esta reforma fue duramente criticada tanto desde el punto de vista político, como de salud. Fue así como Keit Halliwell, asesor político del gobierno, renunció a su cargo ya que consideró que la liberación iba a ser tomada por la juventud como un mensaje que las drogas no son malas. Mientras tanto que por otro lado, Louise Arseneault, psiquiatra investigadora del Instituto de Psiquiatría del King College en Londres, afirmaba que ya eran consistentes las investigaciones que demostraban que el uso de marihuana, especialmente en adolescentes, causaba problemas mentales a largo plazo, con un
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