Leptospira

Anatomía del mexicano

Es un libro que trata temas fundamentales para la población mexicana. Como al paso del tiempo desde la conquista, se han perdido y se han ganado ciertas características culturales, que impactan de manera negativa principalmente, al pueblo de México.

A continuación un breve resumen de los temas que me parecieron mas importantes desde una perspectiva personal, ya que me gustaría hacer énfasis en que el impacto que puede tener la lectura de este libro, compuesto de ensayos de varios autores, en cada persona será asimilado de diferente manera, ya que mucho influye nuestra historia personal, nuestras vivencias, forma de pensar y nuestro presente, además de la medida en que nos identifiquemos o no con la forma en que describen los autores a la población Mexicana.

Componentes del pueblo mexicano:

Los indígenas, los mestizos vulgares y los mestizos superiores.

Hablando de sensibilidad

Los indígenas:

La dificultad extraordinaria para suscitar emociones en el indio permite decir que parece tener un desdén por todo, por el progreso, por la esperanza, etc. es inerte. Parece como insensible a todo. O casi todo ya que el amor, aquel amor lo siente pero por su tierra, la que le da de comer, su aversión idiosincrática y laudable a todo despotismo, su frecuente inclinación a la embriaguez y su indiferencia a la muerte.

Los mestizos superiores:

Puede advertirse una excitabilidad menor en los hijos mestizos de familias mezcladas y regularmente establecidas, han visto sin conmoverse demasiado las tormentas públicas y se han conservado en medio de los torbellinos en sus cómodos asientos.

Los mestizos vulgares:

La clase sin raíces, la de los mezclados sin árbol genealógico fijo, tiene una sensibilidad variable, fácil en sumo grado para que estimula sus apetitos, inerte y como inexistente para las comodidades de la vida, así se explica la prodigiosa facilidad con que el mestizo se enreda en relaciones amorosas y funda hogares que nunca duran mas que efímeros tiempo. También se explica la facilidad con que gasta más de lo que tiene, viviendo al día, y poco después de la raya tiene que acudir al empeño, para obtener a cambio prendas que generalmente pierde. Consigue el dinero necesario para satisfacer las innumerables tentaciones y poquísimas necesidades, así se explica por que no le importa vivir desgarrado y sin muebles.

Quizá esta descripción es mas larga que las anteriores debido a que mas grande también es la cantidad de mexicanos que vivimos de esta forma, sin raíces, endeudados y buscando satisfacer nuestros deseos, como perdidos en torbellinos de la vida para sobrevivir. Aunque muchos lo neguemos aquí esta nuestro origen, aquí esta nuestro comienzo, en medio de…. Entre indígena, indio conquistado y español conquistador, ¿para donde se inclina la balanza?, ¿Qué nos conviene mas?, ¿Qué es lo que queremos ser?

Del complejo de inferioridad

Es desde los comienzos de la vida independiente cuando se inicia el proceso intimo en el alma del mexicano, que se manifiesta exteriormente oír un propósito de disimular, encubrir, falsificar la realidad, mediante el artificio de imitar los modelos europeos, aun que no nos queden.

Este complejo de inferioridad más que afectar individualmente afecta de manera colectiva. Si la conciencia de nacionalidad se encuentra debilitada por el sentimiento de inferioridad es natural que por una fuerza compensatoria se eleven los impulsos individuales. Contradictorios entres si, por ejemplo: actitudes antisociales, como la desconfianza, la agresividad, el resentimiento, la timidez, la altanería, el disimulo, etc. Todo esto tiene una explicación lógica, desde la conquista y la vida colonial, llena de desigualdades, crímenes e injusticias que colocaban al criollo frente al peninsular, en una desventaja muy notoria.

De la ontología del mexicano

La inactividad suscita también otro sentimiento que se califica como dignidad. El mexicano vive siempre indignado, ve que las cosas van mal y siempre tiene en la mano el principio de acuerdo con el cual las condena, pero no se exacerba por esa constatación no se lanza a la acción. El obstáculo no redobla su actividad.

La dignidad reside en una voluntad de no mancharse, de huir de la complicidad con lo bajo.

Ser digno es hacerlo inmune a la irregularidad, estar a salvo de los compromisos turbios.

Hay correspondencia casi mágica entre la dignidad y la brusquedad, un adivinar que a nuestras dolencias interiores responden inequívocamente obstáculos externos, y que nuestra timidez y nuestro recato no solo son generadores de sueños y mundos que se agotan en la cabeza si no que presentimos de dirás aristas anteriores, el mexicano sufre y se deslié, los que lo ven desde afuera le recomiendan que desperece su marasmo, que se evada de las lianas asfixiantes de su selva interior, como si el mundo esperara sin recelo su despertar y su actividad.

Ontológicamente la inferioridad es el proyecto de ser salvado por los otros. De descargar en los demás la tarea de justificar su existir, de sacarlos de

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