Leyenda Mariposa Monarca Y Día De Muertos

LEYENDA DE LA MARIPOSA MONARCA

Hace muchos siglos sucedió esta historia en los bellos bosques de nuestro país. Sucedió según cuenta la leyenda que un grupo de niñas jugaban entre los árboles, poco a poco se fueron adentrando en el bosque hasta darse cuenta que estaban perdidas. Sus padres las buscaron durante mucho tiempo, de día o de noche, cuando llovía o cuando estaba a secas, pero nunca las encontraron. Muchos amigos de sus padres también contribuyeron con la búsqueda, pero sus gritos fueron en vano, se perdieron en el aire, no fueron escuchados por las niñas y creyeron que no las volverían a ver.

Era una etapa en que aún los meses no tenían nombre, no había calendario ni reloj y sólo los elementos de la naturaleza regían el tiempo. Las niñas perdidas, caminaban siempre tomadas de la mano y lloraban con desesperación y seguían caminando noche y día sin rumbo fijo y sus llantos conmovían a los mismos árboles. Entre los matorrales revoloteaban unas hermosas mariposas blancas que se posaban una y otra vez sobre las cabecitas de las niñas como queriendo hablarles e indicarles el camino, pero el lenguaje de las mariposas no lo entendían ellas.

Por fin las muchachitas se cansaron, se abrazaron una con otra, se acurrucaron y quedaron dormidas. Era el tiempo que ahora conocemos con los nombres de octubre y noviembre que es cuando los campos se visten de la mexicana flor de zempazuchitl, esa amarilla y aterciopelada flor, manchada de color púrpura que también se conoce como la flor de muertos. En el sitio donde las niñas dormían se había formado un charquito con sus lágrimas y ahí nacieron muchas de esas flores amarillas. Las mariposas blancas se dieron cuenta de la tristeza de las niñas y se unieron para protegerlas con sus alas.

Al día siguiente las mariposas levantaron el vuelo, sus alas blancas ya estaban manchadas de un color amarillo con negro. Una de las niñas despertó y al ver a las hermosas mariposas despertó a las demás, entonces ellas entendieron su lenguaje y decidieron seguirlas.

Aquél grupo de mariposas seguido por las niñas llegaron a su pueblo, allá por las regiones de Michoacán, los padres emocionados corrieron a abrazarlas, y todos agradecidos con las mariposas, decidieron formarles un santuario en dónde pudieran llegar cada vez que desearán regresar.

Desde entonces cuenta la leyenda, cada vez que llegan las mariposas monarca a Michoacán, los pobladores creen que vienen acompañadas de sus seres queridos, algunos de ellos que ya se han ido al cielo, regresan convertidos en mariposas y vienen a celebrar con todos el día de los muertos.

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