Leyeynda Chilena- El Caleuche.

El Caleuche

Leyendas a nuestra tierra

Adaptación Amanda Contreras C.

En un lugar del sur de Chile, vivía un hombre mayor llamado, Don Segundo.

Él fue testigo de un hecho que jamás olvidaría.

Una noche de tormenta, estaban casi todos reunidos, alrededor del calor del brasero, uno de los jóvenes preguntó –Don Segundo, ¿por qué no se embarca? –Usted. Conoce más que nadie la mar, el tiempo y los cambios del viento. Y sin embargo, permanece siempre en tierra sin adentrarse en el mar.

Todos miraron al muchacho, extrañados de su insolencia, y el mismo avergonzado de su osadía bajo la cabeza sin hablar una palabra.

Don Segundo, como perdido en un mundo lejano, contestó –Porque yo he visto el Caleuche.

Como despertando de un sueño, Don Segundo dijo – Les voy a contar lo sucedido.

Hace mucho tiempo, habíamos salido navegando desde Ancud con el propósito de llegar hasta Quellón.

La embarcación no era muy grande, pero había desafiado con éxito muchas tempestades.

Éramos seis marineros más el capitán. La segunda noche de navegación se desató la tempestad más grande que he visto.

Cuando ya estábamos rendidos, la tormenta pareció calmarse, en ese momento divisamos a lo lejos una luz que avanzaba sobre las aguas.

Fue acercándose y la luz se transformó, en un hermoso y gran velero muy iluminado, del que salían cantos y voces. Se veían sus velas al viento.

El capitán gritó - ¡Es el Caleuche! En ese momento todo se oscureció y al instante aparecimos en un lugar lleno de tesoros, y se escuchó una voz que nos dijo que compartiría esas riquezas con nosotros, con la sola condición que nunca habláramos de lo que habíamos visto. Si no cumplíamos, los tripulantes del Caleuche vendrían por los que lo traicionaron y jamás nos volverían a ver.

Despertamos en la playa, unas personas nos ayudaron y nos preguntaron qué nos había pasado y ninguno dijo nada.

Por eso jamás hablé de lo ocurrido, y por lo mismo no quise volver al mar.

El Caleuche, no perdona al que ve por segunda vez, yo ya tuve una oportunidad de escapar, no me daría otra.

Los que no mueren al verlo pasan a formar parte de la tripulación del barco fantasma del Caleuche.

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