Linea de tiempo de los derechos humanos.
Enviado por virigay • 25 de Marzo de 2016 • Documentos de Investigación • 3.135 Palabras (13 Páginas) • 340 Visitas
[pic 1] REPUBLICA BOLIVRIANA DE VENEZUELA
DIRECCION DE INVESTIGACIONES Y POSTRGRADO
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA
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EVOLUCIÓN HISTORICA DE LOS DERECHOS
HUMANOS
PARTICIPANTE: VICTOR VIRGIAY
GUASDUALITO, EDO APURE, FEBRERO DE 2016
Introducción
Tal como lo establece la declaración Universal de los Derechos Humanos en su capítulo I, “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Partiendo de esta premisa, se concibe que los valores aquí referenciados son inherentes a la toda persona, sin importar sus diferencias en cuanto a raza, posición social, económica y otras variables que pudieran marcar diferencias con sus semejantes. Pero, más allá de un acuerdo de voluntades por parte de los países, mediante pactos y tratados internacionales, la promoción y defensa de los derechos y la dignidad humana, debe tener una materialización tangible que se traduzca en la conquistas de libertades y una mejor calidad de vida en términos del ejercicio de derechos económicos, políticos, laborales, sociales, acceso a los bienes y servicios, y todos aquellos que dignifiquen su condición de persona..
Esta síntesis, representa en esencia el propósito de la evolución de los derechos humanos a lo largo de la historia. Las civilizaciones más distantes de nuestra era moderna, llevaron a cabo importantes luchas por la consecución de mejores condiciones para vivir, para ello, libraron batallas, se opusieron a reyes y gobernantes opresores, realizaron manifestaciones y muchos perdieron la vida en la lucha por estas conquistas, que paulatinamente fueron dando algunos frutos tenues, a través del reconocimiento de libertades y derechos que en principio solo se quedaban en simples textos redactados, inclinados a la conveniencia de los gobernantes y que, en la mayoría de los casos, tenían poca o ninguna eficacia en favor de los pueblos. No obstante, hay que destacar que siempre fue más fuerte el espíritu emancipador de los pueblos oprimidos por la arrogancia y barbarie de los diversos modos de gobierno absolutistas que históricamente pretendieron abrogarse para si la discrecionalidad de otorgar o no derechos a las personas.
Esta perseverancia y espíritu combatiente, partiendo de la civilización egipcia y pasando por las culturas babilónica, persa, griega, romana, medieval y los eventos históricos que se sucedieron hasta la sociedad moderna en que vivimos, permanece vigente e incólume en su afán de seguir luchando contra la represión, la discriminación, y en favor de la inclusión social y el reconocimiento, garantía, defensa y evolución de sus derechos fundamentales, que tanto, desde la visión teológica, sustentada en la teoría creacionista, como desde la concepción humanista y filosófica, resultan inherentes a toda persona humana de manera inviolable, irrenunciable y universal.
Derechos Humanos en la Edad Antigua
Históricamente, la lucha por la conquista de los derechos humanos parte de la necesidad de las personas y los pueblos por defender su dignidad y oponerse a la tiranía y arbitrariedades cometidas por quienes de alguna manera ostentan el poder. Desde la época antigua, todas las civilizaciones que florecieron a lo largo del devenir histórico, libraron batallas con este objetivo, comenzando por manifestaciones esporádicas, hasta desencadenar en grandes revoluciones, como la francesa, la cual dejó como consecuencia la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadanos”, un importante compilado de reconocimientos a los ciudadanos en aspectos como la libertad individual, derecho a la propiedad, limitaciones a los abusos de autoridad y el derecho a una justicia equitativa, entre otros.
En la edad antigua, surgieron instrumentos poco conocidos, especialmente los producidos durante la vigencia del imperio egipcio, la mayoría de ellos de naturaleza moral, donde las concepciones religiosas sobre el destino de los hombres después de la muerte, tenían una marcada influencia en su redacción y contenido, y obligaban a las personas a llevar una vida apegada a la justicia, para evadir así, un juicio que pudiera resultarles desfavorable en el mundo de los muertos. Posteriormente, aparece el Código de Urukagina; (Mesopotamia XXIV.a.C), del que solo se tienen algunas referencias. Más adelante el Código de Hammurabi (Babilonia.1790-a.C.), dichos códigos contenían una serie de preceptos que buscaban regular la convivencia social en aspectos inherentes a las relaciones comerciales, familiares, laborales, el honor, la buena fama, la vida y derechos patrimoniales, sometidos al escrutinio de los jueces para la aplicación de severas penas a quienes cometieran delitos graves o infringieran el orden social establecido. Este último incorporaba la, hasta ahora polémica, “Ley del Talión” tildada por muchos estudiosos de la materia como despiadada y desproporcionada.
También, Inspirada en la concepción divina de la justicia, en la época antigua surgió la Ley de las Doce Tablas (Ley de Moisés) 1250, la cual estipulaba la voluntad del Dios Yahveh, para disciplinar la vida de los judíos que vagaban por el desierto durante el éxodo. Este decálogo representó y representa, aun en la actualidad, una base moral de gran importancia para la toda la humanidad, en la misma están implícitas estipulaciones de carácter moral, con enfasis en el respeto por la vida, la prohibición de apropiarse indebidamente de bienes patrimoniales ajenos y el amor a Dios y al prójimo.
Estos instrumentos marcaron, durante la edad antigua, un primer esfuerzo, por el reconocimiento y defensa de ciertos derechos de las personas y los pueblos; no obstante, la concepción de los derechos humanos en su genuina expresión, estaba muy distante de ser considerada en los textos mencionados. En ellos se imponía la voluntad del rey que las promulgaba de manera impositiva, las libertades individuales eran muy restringidas y el ámbito de aplicación de tales disposiciones no involucraba de manera unitaria al conglomerado pueblos de aquella época, sino que estaba supeditado a patrones culturales de determinados grupos nómadas que buscaban crear mecanismos de defensa y organización, contra las amenazas de invasión y guerras que pusieran en peligro sus intereses territoriales y patrimoniales.
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