Literatura

ASPECTOS SOCIO-CULTURALES

Los cónyuges que se divorcian en una sociedad que desde niños les ha enseñado a idealizar el matrimonio, sufren un gran trauma. En la mujer esto es frustrante por lo mucho que algunas sociedades marcaron al matrimonio en su personalidad como una de las principales metas a alcanzar en su vida. De esta frustración se desprende tal vez la sensación de fracaso que experimenta en el divorcio, sensación que es reforzada por las ideas y actitudes que tiene su familia y sus amigos hacia el divorcio, se desencadenan grandes sentimientos de culpa que desembocan en verdaderos cuadros depresivos. La mujer divorciada en nuestro medio es el platillo favorito de nuestros machos, es como el árbol caído del cual todos quieren sacar leña. Creyéndola necesitada de ayuda y sabiéndola sola, se le acercan con actitudes que disfrazan sus verdaderos intereses, casi siempre de tipo sexual. Los hijos de la pareja divorciada tienen un trato "especial" dentro de la Sociedad: son rodeados de lástima cuando les consideran víctimas inocentes de los desafueros paternos o les llena de desaprobación y reproches si les creen responsables del divorcio. Sucede, aunque por suerte, no tan frecuentemente, que cuando el niño tiene un gran parecido con el progenitor a quien la familia considera responsable del divorcio, sufre la proyección del odio que le guardan a éste y es entonces rechazado o educado por la familia bajo normas que no le permitirán desarrollar a cabalidad sus potencialidades.

...