Logistica De Reversa - Un Nuevo Reto Para La Administracion

Los proyectos sobre el manejo de residuos peligrosos se deben fundamentar en una adecuada interacción de la cadena productiva en el proceso de la logística inversa, donde los procesos deben ser coordinados por un único agente administrativo, para lo cual, se deben establecer criterios y políticas de operación que direccionen las reglas de juego entre los entes involucrados.

Las empresas generadoras de residuos peligrosos que se encuentren interesadas en participar en este tipo de modelos vanguardistas de protección ambiental, deben establecer convenios comerciales que minimicen los riesgos en la operación. Es decir, encontrar agentes administrativos de sus residuos, ajustados e involucrados con soluciones ambientalmente seguras, soluciones que deben velar por principios éticos y sostenibles. Este tipo de procesos, necesariamente se fundamentan en las relaciones de confianza, ya que la información que se maneja es de vital confidencialidad, lo cual debe ser garantizado entre las partes interesadas.

Si retomamos los alcances de Río de Janeiro en 1992 en la conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo) y el plan de acción derivada de la misma, denominado Agenda 21, las empresas deben mantener un enfoque preventivo a favor del medio ambiente, fomentar iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental y favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

Se espera que en los próximos 5 años el modelo de Gestor Administrativo de Residuos Peligrosos responda a las verdaderas necesidades del entorno, necesidades relacionadas directamente con las actuaciones ambientalmente responsables y con el compromiso social asociado como eje articulador de las soluciones tangibles.

En este punto podremos decir, que alcanzar la seguridad y confianza en la cadena de valor de los residuos Peligrosos, depende de la integración de modelos participativos con enfoques ejecutivos, que garanticen el funcionamiento de los conceptos administrativos y logísticos. Es decir, no podrá existir solución completa a las problemáticas ambientales de la generación de residuos peligrosos, si no integramos a la cadena de valor la capacidad de dar respuesta frente a los efectos e implicaciones de las acciones y reacciones sobre los diferentes grupos con los que se relaciona una empresa (stakeholders o grupos de interés).

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