Los 5 motivos por los que no uso el carrito

LOS 5 MOTIVOS POR LOS QUE NO USO EL CARRITO DEL BEBE.

Aquí os hablo desde mi humilde experiencia de cómo el porteo me ha ayudado en diversas circunstancias de la vida y también de la desastrosa relación que tengo con los carritos de bebes. No diré que nunca lo usaré porque quién sabe, la vida da muchas vueltas. Pues eso aquí van mis conclusiones de hoy por hoy y recuerda este post no trata de mejor que… o peor que… solo se trata de herramientas que usamos a nuestra conveniencia y que nos ayudan en el día a día, para eso están.

Aquí van mis motivos:

Cuando iba por la calle con mi bebe en mi carrito era todo dificultades, bordillos de aceras, puertas de comercios, subir al bus, ascensores pequeños y un sinfín de trabas, llegue a la conclusión de que el carrito y yo no nos llevábamos bien.

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Con el porteo todos esos problemas pasaron a la historia: no había bordillo que se me resistiese, ni puerta a la que no pudiera acceder con facilidad y no te digo nada de esos mini ascensores en los que se cabe de milagro.

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En casa también me encontré con que necesitaba limpiar, ordenar, poner alguna lavadora, lo que fuese y mi bebé necesitaba sentirme cerca, de manera que si lo dejaba dormidito en la cama, en cuanto me levantaba abría los ojos. Y si lo llevaba en brazos por casa, todo me costaba el doble o incluso no podía hacer nada.

Así que de nuevo el porteo nos ayudó: lo puedo llevar encima todo el rato que queramos los dos y poder hacer las tareas que quiera, incluso él se duerme relajadito, y no hace falta que sea por hacer tareas en casa, sino actividades o hobbys como coser, hacer fotos, pasear, leer... ¡Puedo hacer dos cosas a la vez, sí! ¡Dos cosas a la vez!

En el supermercado lo que siempre me pasaba era que entrabamos con la cesta de la compra y carrito del bebe con él dormido, pues era matemático, se despertaba y quería saber qué pasaba fuera del carrito, así que lo sacaba y no veas tú el percal: en un brazo el bebé, en el otro el carrito, así que me quedaba sin brazos para la cesta de la compra.

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Otra de las veces en las que el porteo me liberaba las manos era según nos bajábamos del coche: el bebé al fular y libertad total de movimientos, ya no sobraba ningún carrito, ni cesta, a la compra de lo más campante y super a gustito con mi bebe pegadito a mí.

Con el porteo la hora de dormir es una gozada, para cuando me quiero dar cuenta ahí lo tengo dormidito, unos balanceos o un paseíto y se queda frito. No conozco otra manera de dormirlo y para nosotros es lo que mejor nos funciona. En ocasiones nos ayudamos de la campana de la cocina, no se porque será pero le relaja

 La otra gran ventaja que yo le veo frente al carro es el espacio en el coche. Al no llevar el carro otra vez hay maletero, si lo comparas con lo que puede ocupar un fular, una bandolera, una mochila, es incomparable, ni lo aparatoso de sacarlo, meterlo una y otra vez haciendo tetris y no te digo nada si aparcas en línea…[pic 7]

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