Los actos morales
Enviado por fyoreya • 14 de Septiembre de 2014 • Síntesis • 4.496 Palabras (18 Páginas) • 347 Visitas
PRESENTACION
Los actos morales, están orientados hacia la realidad, el exterior, el mundo, pero por el mismo hecho de ser morales, tienen un aspecto interno, el mismo que hace que sean valorables. Como personas no podemos olvidar que somos morales, esto se ve reflejado en nuestras acciones y decisiones, por ejemplo sabemos elegir qué camino seguir en nuestra vida, sabemos que nuestras acciones tienen consecuencias, entre otras.
La Conciencia Moral radica en el conocimiento que tenemos o deberíamos tener las sobre las normas morales, asimismo; es la facultad que nos hace dar cuenta si nuestra conducta moral es valiosa o no, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno, de lo que hay que evitar.
Existen dos posiciones fundamentales que explican la naturaleza de la conciencia moral: la innatista y la empírica.
La posición innatista afirma que la conciencia nace con el individuo, es una capacidad propia de la naturaleza del humana. Se afirma, por ejemplo, que la capacidad para juzgar lo bueno y lo malo de una conducta es un don divino, o, es un producto propio de la razón humana, la misma que descubre a priori el sentido del bien y del mal.
La posición empírica sostiene que la conciencia moral es resultado de la experiencia, es decir, de las exigencias o mandatos de la familia, de la educación del medio sociocultural en general, por lo que, las ideas morales son de naturaleza social, están determinadas por las condiciones materiales de existencia.
2. Clases de conciencia
La conciencia sociológica abarca la totalidad de nuestro "yo", la misma que nos permite darnos cuenta de nuestra propia existencia, como entidades individuales y de existencia de las otras personas y del mundo material que nos rodea, como algo fuera de nuestro" yo".
En cambio la conciencia moral es consciente de los valores éticos, es decir conocimiento de lo que se debe hacer y de lo que no se debe hacer, y en esta forma poder diferenciar lo bueno y lo malo.
3. La conducta obligatoria
La conducta moral es una conducta obligatoria conforme al deber, es decir, el individuo se haya obligado a comportarse de acuerdo a una regla o norma de acción y a evitar los actos prohibidos por ella. La obligatoriedad moral impone deberes al sujeto. Toda norma establece un deber.
El carácter social de la obligación moral, viene dado por las siguientes razones: en primer lugar, existe obligatoriedad moral para un individuo cuando sus dec...
Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad, el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias. La conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la moral, en ella está el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos o nuestro modo de vida. Pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad, conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas. Por eso es especialmente importante plantearnos qué es y como funciona. La misma palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor. La conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno -o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, de lo que hay que evitar-.
La reflexión moral tiene sentido en la medida que nos muestra como ser verdaderamente hombres. Para que alguien llegue a ser “verdaderamente hombre” su acción debe responder a la verdad de la “naturaleza” humana; tiene que obrar de una determinada manera. El conjunto de las acciones nos permitirán calificar al hombre que actúa; pero, no debemos olvidar que el conjunto está formado por acciones singulares, concretas.
«Els actes morals són sempre decisions singulars en situacions concretes i irrepetibles[1]» Son, como es obvio, decisiones del individuo concreto.
Vidal al hablar de conciencia moral utiliza la expresión: mediación subjetiva de la moralidad[2]. El mismo autor compara la función de la conciencia moral en el hombre, con el instinto en el animal, señalando que en el hombre la función se hace con mayor perfección[3]. Esta analogía de la conciencia moral con el instinto animal habla de la importancia del tema, puesto que la conciencia media todo obrar humano.
Los dos autores citados nos hablan de la conciencia en relación con la acción del hombre, desde la subjetividad. Pero si consideramos el tema desde la objetividad también lo notamos importante, pues se haba de la conciencia como del factor que nos hace encontrar el punto de confluencia entre ley y libertad[4].
La conciencia ha sido entendida como el núcleo más íntimo del hombre, Orígenes escribe, que «el alma del alma es la conciencia».
La conciencia no es una facultad, como un sexto sentido, sino que es el hombre mismo. El yo que detecta el bien y el mal. Si el hombre sigue el bien es más plenamente hombre; si en cambio, sigue el mal, decrece en humanidad.
No sólo la teología sino también la sabiduría popular reconocen el valor y la importancia de la conciencia. Cuando, la sabiduría popular, expresa la grandeza moral de una perso...
1. Introducción
"La obligación Moral tiene su origen en la vida misma y echa allí sus raíces mucho más profundamente que en el pensamiento consciente. Proviene de los
más oscuros e inconscientes fondos del hombre"
J:M: GUYAU
La conciencia moral consciente en el conocimiento que tenemos o debemos tener las normas o reglas morales; es la facultad que nos permite darnos cuenta si nuestra conducta moral es o no es valiosa. Existen dos posiciones fundamentales que explican la naturaleza de la conciencia moral: la innatista y la empírica.
La posición innatista afirma que la conciencia nace con el individuo, es una capacidad propia de la naturaleza del humana. Se afirma, por ejemplo, que la capacidad para juzgar lo bueno y lo malo
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