Los cinco pasos para la enseñanza

LOS CINCO PASOS DE LA ENSEÑANZA

Cinco pasos son necesarios para transitar de un conocimiento práctico a un saber consciente. Esto vale para cualquier apren- dizaje: desde freír un huevo, hasta realizar una cirugía o apren- der matemática avanzada:

1. Establecer una Base Orientadora de la Acción (BOA). Lo primero es orientar el aprendizaje. El maestro debe adver- tir oportunamente al alumno sobre el sentido y pertinencia de las actividades que se realizarán -dentro y fuera del aula o taller- en aras de aprender cualquier contenido. Es decir, dar cuenta clara de qué se va a aprender y por qué es importante aprender lo que se va a aprender (más le vale estar consciente del feroz pragmatismo de sus alumnos antes de que algún alumno incómodo le pregunte : " ¿ y por qué tengo que saber dónde queda la Conchinchina?").

La investigación indica la utilidad de dar guías para el aprendizaje al inicio de cada lección y actividad mediante la presentación previa del tema, que dé a los alumnos una visión de conjunto, y un marco anticipado de dónde ubicar los nuevos aprendizajes. Estas introducciones (denominadas por algunos autores organizadores previos y de avance) facilitan el aprendizaje de los alumnos al esclarecer la naturaleza y pro- pósito de la actividad. Esto ayuda a los estudiantes a mantener s atención sobre los objetivos de aprendizaje [...] Conocer la naturaleza de la actividad y la estructura de sus contenidos ayuda a los estudiantes a enfocarse en las ideas centrales y a ordenar su pensamiento de manera efectiva (Jere Brophy, Enseñanza)12, Cabe una advertencia sobre lo dicho por Jere Brophy líneas atrás. Se trata de un párrafo de Gordon Wells que vale la pena leer:

Los niños, a no ser que se les inculque a la fuerza una forma irreflexiva y mecánica de estudiar o se les obligue a practicar el juego de adivinar qué desea oir el maestro, están predispuestos a aprender activamente. tratando de construir los conocimientos nuevos a partir de lo que ya saben Para ayudarles a aprender, no basta -en realidad ni siquiera tiene por qué ser útl- con especificar de antemano el orden en el que va a pe ducise su aprendizaje, pues eso equivale a pasar por alto lo que e que aprende puede aportar a la tarea. Equivale a transformar en pasivo lo que debiera ser un proceso activo (Gordon Wells, Aprender a leer y escribir)

1. Trabajar en colaboración. El maestro materializa y desplie- ga el conocimiento, guiando al aprendiz e indicándole, paso a paso, cómo se deben hacer las cosas o lo que hay que saber. Siempre atento a las ideas espontáneas y perti- nentes de los aprendices y a sus sugerencias.
2. Fase de las orientaciones verbales sugerentes. El maestro busca que el aprendiz trabaje en forma autónoma (va reti- rando la ayuda), pero vigila el proceso e interviene orien- tando verbalmente al aprendiz cuando éste ya no pueda solo.
3. Tú solito. El nombre de esta fase se explica a sí mismo.
4. Fase del dominio o de la metacognición. Se convierte al aprendiz en maestro: se le pide explicar a otro lo que sabe o se le pide la argumentación y la explicación oral y esc ta. De esta manera se interioriza el conocimiento y se tran- sita de un mero saber práctico a un saber consciente y explícito. No sólo saber sino saber que sabes (advierto que lo importante es saber hacer bien las cosas, que no siempre es necesario tomar consciencia).

...