Los cuatro acuerdos. El libro comienza con la historia de los toltecas, un pueblo del sur de México

Los cuatro acuerdos

Introducción

En este libro nos hace ver como el ser humano crece en un sociedad donde todo lo que creemos es una realidad impuesta por nuestros padres, la sociedad, la religión, las creencias, etc.

Todos desde pequeños crecemos con las enseñanzas de nuestros padres y aceptamos todo lo que nos dicen y lo que nos enseñan porque no conocemos nada para poder cuestionar lo que es en realidad.

Desarrollo

El libro comienza con la historia de los toltecas, un pueblo del sur de México “conocidos como hombres y mujeres de gran conocimiento”, con grandes conocimientos espirituales. A lo largo del tiempo se vieron forzados a esconder sabiduría ancestral para que no sea utilizada de mala manera. El conocimiento de los toltecas fue pasando de generación en generación.

En la introducción habla sobre un hombre que quería ser chaman aunque él no estaba totalmente de acuerdo con todo lo que aprendía ya que el sentía que existía algo mas y una noche durante un sueño descubre  que él es luz, esto es algo que cambio su percepción de ver las cosas ahora él se veía en todas las cosas a su alrededor. Se da cuenta de que él y todos los de la tribu son dioses pero que los sueños que tienen no les dejan ver la realidad y que él un espejo humeante porque él los veía a todos pero nadie lo veía a él por el humo que había entre ellos y el humo es el sueño.

El primer capítulo es sobre la domesticación y el sueño del planeta en donde nos habla sobre como las personas soñamos las 24 horas del día, quienes nos enseñaron a soñar fueron nuestros predecesores quienes crearon un sueño al que llamaron el sueño de la sociedad o el sueño del planeta, que es la unión de los sueños de cada una de las personas planeta.

De niño creemos todo lo que dicen los adultos ya que al no tener la fortaleza suficiente, estamos de acuerdo con todo lo que nos dicen. Lo cual crea todo nuestro sistema de creencias. De esta manera aprendemos a juzgar a otros y a nosotros mismos basándonos en lo que nos enseñaron que nos indica como debe ser todo, que es lo que está bien y lo que está mal y medimos la realidad en base a lo que creemos.

El miedo a ser castigados o no recibir la recompensa es lo que hace que las personas traten de encajar en una sociedad complaciendo a los demás sin importar si nos perdemos a nosotros mismos ya que la cuestión es ser aceptado por nuestros padres y por las personas que nos rodean. El miedo a ser rechazados se convirtió en el miedo a no ser lo bastante buenos.

Nuestro sistema de creencias es como el Libro de la Ley que gobierna nuestra mente. Todas nuestras leyes existen en nuestras mente y creemos en ellas por nuestro sistemas de creencias y si hacemos cualquier cosa que vaya en contra del Libro de la ley nos hace sentir inseguros o nos produce miedo ya que tenemos un juez interior que lo juzga todo de acuerdo a nuestro Libro de la ley.

El sueño del planeta es un sueño lleno de miedo, violencia, injusticia. La sociedad está gobernada por el miedo. No vemos la Verdad porque estamos ciegos por ese miedo. No vemos la Verdad porque estamos ciegos por ese miedo. Nuestra mente es una bruma que los toltecas llamaron mitote: “un sueño en el que miles de personas hablan a la vez y nadie comprende a nadie”. Debido a ese gran Mitote nos resulta imposible ver que somos libres.

Creamos una imagen de cómo deberíamos ser para que los demás nos aceptaran, de sentirnos lo suficientemente buenos y como no somos perfectos, nos rechazamos a nosotros mismos y de la misma manera juzgamos a los demás aunque nuestra manera de juzgarnos es la peor que existe. Nuestra imagen de perfección es la razón por la cual muchas veces nos rechazamos y rechazamos a los demás.

El preludio de un nuevo sueño hace referencia a los acuerdos que hacemos con las personas pero los acuerdos más importantes son los que hacemos con nosotros mismos que han hecho nuestra personalidad, como estos acuerdos nos hacen sufrir y que los acuerdos que nacen del miedo requieren gran energía pero los que vienen del amor traen consigo mucha energía a nuestro cuerpo.

Existen cuatro acuerdos que nos ayudaran a romper nuestros antiguos acuerdos que no nos gusten para poder cambiar nuestra vida. El romper los acuerdos que tienes va a llevar mucho esfuerzo pero una vez logrado y adoptar los nuevos acuerdos, la recompensa será una vida sin miedo y con mucho amor.

El primer acuerdo es “Ser implacable con tus palabras” nos explica como el simple hecho de pensar lo que decimos cambia la manera de tratar a las demás personas, muchas veces al decirle cosas desagradables a la otra persona sin querer  la estamos atando y condenando a una vida infeliz con muchos miedos y perjuicios ya que las palabras tienen mucho poder y que nosotros somos responsables de utilizar ese poder para bien o para mal.  Las palabras son intención en acción y pueden crear o destruir todo lo que te rodea en solo un segundo, con las palabras podemos hechizarnos a nosotros mismos y a otros y producir con ello consecuencias muy graves ya que toda la magia que poseemos se basa en las palabras, si se utiliza mal las palabras se convierte en magia negra.

La palabra impecabilidad significa sin pecado y pecado es hacer algo en contra de uno mismo. Al ser impecables asumimos la responsabilidad de nuestros actos sin culparnos ni juzgarnos, ser impecable con las palabras implica no utilizarlas en contra de uno mismo, es utilizar nuestra energía en la dirección de la verdad y del amor por uno mismo, sabiendo que el otro también soy yo. Al ser impecables con nuestras palabras podremos ser libres y felices.

El segundo acuerdo es “No tomes nada personalmente” en este acuerdo nos habla sobre la importancia personal, esto es, tomarse todo personalmente, es la expresión máxima del egoísmo pues implica la creencia de que todo gira a nuestro alrededor. Todos vivimos en nuestro propio sueño, en nuestra propia mente. Lo que cada persona hace y dice responde a los acuerdos que ha establecido en su propia mente, los que ha establecido conforme a su domesticación.

Tomarnos personalmente algo que otros nos dice es recibir su magia negra ya que las palabras son magia y se están usando de una mala manera, si les prestamos atención a lo que nos dicen de esa manera nos convertimos en presa de esa opinión. Si evitamos tomarnos personalmente las opiniones ajenas nos hacemos inmunes a ese tipo de magia. En la vida siempre hay personas que no son felices y quieren que los demás tampoco lo sean por eso tratan de herir con las palabras pero si estamos seguro de lo que somos ninguna palabra nos podrá afectar. Al tomarnos personalmente las cosas, sentimos que nos agreden y reaccionamos para defendernos generando conflictos.

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