Los principales motivos por los que México mantiene el tipo de relación estrecha con las demás naciones es el de su historia, ya que se necesita remontar para poder entender que fue lo que pasó en este lapso.

Los principales motivos por los que México mantiene el tipo de relación estrecha con las demás naciones es el de su historia, ya que se necesita remontar para poder entender que fue lo que pasó en este lapso.

Al momento de su independencia, o la integridad territorial frente a la amenaza norteamericana y francesa, era sencillo entender los principios de política exterior “se estaba con la nación o se estaba en contra de ella”.

Más tarde la preocupación fue que el aspecto económico se convirtiera en pretexto para una intromisión extranjera, por lo que soberanía significo autodeterminación y no intervención.

La segunda guerra mundial hizo un cambio en la distribución del poder, reduciendo el número de potencias protagonistas en el teatro internacional, y haciendo al mundo “bipolar”.

En el aspecto político, el fin de la guerra significo que Estados Unidos reafirmara su influencia en la región, por lo tanto incrementó su sistema defensivo aumentando las misiones militares en la región.

Otra manera de extender su influencia fue crear todo un aparato de propaganda y desprestigio en la región; persuadiendo de que el sistema democrático y capitalista que ejecutaba era el mejor para la región y desprestigiando el sistema

Comunista.  México, por ser estratégico para el vecino del norte, firmo varios acuerdos de cooperación política y militar, y así, aunado a la dependencia económica, se hizo más dependiente de la gran potencia.

Debido a la política de “buen vecino” que Estados Unidos fomento en la región, a la guerra y a otros aspectos, México pudo expropiar el petróleo y con esto tener un factor fundamental para las negociaciones con la potencia del norte.

En cuanto a interés nacional y política exterior, México debe conjugar pragmáticamente sus intereses nacionales con la realidad de la política internacional y la vecindad con Estados Unidos, esto por ser altamente dependiente de dicho país. Por lo que siempre existió el dilema de mantener su línea anti-intervencionista y no contrariar demasiado a Estados Unidos.

Otra situación que se contrapone en otro aspecto, a la abstención de reconocer a la República Popular China, votando negativamente del lado de Estados Unidos todas las veces que fue considerado la admisión de aquella por la ONU. Llevando o tratando de no intervenir demasiado (entrar en controversia) con el vecino del norte.

La penetración cultural a través de los medios masivos de información han hecho que el mexicano entre en metamorfosis de querer adaptar el sistema de vida, hábitos de consumo, ideología estadounidense a su realidad mexicana.

Además de las anteriores y quizá la más importante en la actualidad es el contrabando, para México de manera directa supone una pérdida en la recaudación fiscal. Por otra parte el comercio ilegal va de la mano del tráfico de las drogas, en el tiempo que cita el libro menciona en reiteradas ocasiones la marihuana, la cual era la droga de “moda”. También se menciona el contrabando de armas y bienes suntuarios.

Otra de las ventajas que tiene México con su contigüidad geográfica con EEUU es que gran parte de sus “excedentes demográficos” son vaciados en la frontera con el país de las barras y las estrellas, obteniendo recursos económicos de parte de las remesas enviadas.

La más clara condicionante que México podría enfrentar al tener a EEUU vigilando día y noche es que el territorio Mexicano es la máxima prioridad del sistema defensivo estadounidense en casos de crisis bélicas.

Uno de los fundamentos más sólidos de la política exterior mexicana es su continuidad, presenta un alto grado de consistencia, México le es fiel a su filosofía de no intervención, por lo cual no ha habido grandes cambios en su actuar internacional. Así mismo, otra de las razones por las cuales la PEM tuvo tanta continuidad fue por que el gobierno era de partido único de estado, lo que le dio a México una sólida estabilidad política.

México ha sostenido una actitud internacional pasiva, en esencia defensiva, buscando expresamente el aislamiento y ha estado basada en principios que se les vio como el escudo fundamental para sobrevivir como estado soberano.

Aunque el autor señala que el gobierno de Echeverría sostenía la tesis de que no es posible mantenerse aislado de los sucesos internacionales, puesto que el futuro de ningún país es ajeno a los cambios de la política mundial.

En el aspecto de la economia, el modelo de mercado protegido y centrado en la sustitución de importaciones que desarrolló México después de la Segunda Guerra Mundial, le permitió crecer a un ritmo tan bueno que al iniciarse la segunda mitad del siglo pasado se llegó a hablar del “milagro económico mexicano”.

Por otra parte, ese mismo modelo dio al gobierno mexicano los medios para no depender de manera excesiva de su comercio con Estados Unidos y por un tiempo su deuda externa fue modesta, como resultado de una voluntad de no depender mucho de préstamos externos y menos de la ayuda directa estadounidense.

La concentración del comercio exterior de México con Estados Unidos ya era notable, lo mismo que el predominio de los inversionistas estadounidenses, pero ambos rubros eran entonces relativamente bajos en términos del PIB.

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