Luz Negra

lo entonces empe-zaban a manejar las tŽcnicas, espejismos, magias y estrategias

del surrealismo. No cre’a, sin embargo, que esto fuese del todo

negativo. Era, al fin y al cabo, un camino para salir del rebosado

nativismo latinoamericano de los a–os 20-40. Pero este camino

hab’a que nortearlo de otro modo. Hab’a que utilizar la capaci-dad de entendimiento otorgada por el surrealismo a una obser-vaci—n de texturas, hechos, contrastes, procesos, de nuestro mun-do americanoÓ.

Dicho de otra manera, el surrealismo fue el punto desde donde

Carpentier inici— su andadura intelectual. Reconoce que esta co-rriente literaria, cuyo m‡ximo exponente fue AndrŽ Breton, quien

adem‡s le pidi— expresamente que escribiera para la revista

Revolution Surrealiste, fue su punto de partida. S—lo despuŽs de

pasar por ella y beber de sus savias nutricias, pudo superarla y,

eventualmente, empezar con su nuevo proyecto. Dice nuestro

autor al respecto: ÒDespuŽs de despegarme del surrealismo, fue

cuando me vino el deseo de expresar el mundo americanoÓ. En

este momento, Carpentier entendi— que la realidad latinoameri-cana ten’a mucho m‡s que aportar a Europa y al mundo si logra-ba expresar con sus palabras, las vivencias de los hombres y

mujeres del continente. ÇDespuŽs de sentir el nada mentido sor-tilegio de las tierras de Hait’, de haber hallado advertencias m‡-gicas en los caminos rojos de la Meseta Central, de haber o’do

los tambores del Petro y del Rada, me vi llevado a acercar la

maravillosa realidad reciŽn vivida a la agotante pretensi—n de

suscitar lo maravilloso que caracteriz— ciertas literaturas euro-peas de estos œltimos treinta a–osÓ.

(Continuar‡).

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