Lágrimas De Silencio

Lágrimas de silencio

Hace un tiempo atrás, en una colonia o fraccionamiento si bien recuerdo vivía una familia en una casa muy linda, con jardín, alberca, etc. Era la típica familia la cual los integrantes se llevaban a la perfección, no tenían conflictos con nadie, esa familia era reconocida por todos en la colonia, en el colegio y trabajo. Su vida era perfecta, no tenían enemigos… O eso pensábamos…

Un día el hijo menor Pablo, llamó a su padre diciéndole que llegaría tarde a la casa, porque debía hacer un proyecto con sus amigos del colegio. El padre le dijo “No regreses tan tarde que tengo una sorpresa para ti”. Terminaron la llamada y así Pablo se encamino a la casa de sus amigos, mientras que su hermana Arantza que acababa de cumplir los 18 años, había llegado temprano a su casa para decorar el cuarto de su hermano por su cumpleaños, colocando el regalo que había comprado con su salario en la cama junto con una carta, al terminar escuchó entrar a alguien a la casa, pensando que era Pablo al instante se escondió detrás de la puerta y espero a que entrara, pero después de un largo tiempo Pablo no entró, así que un poco alterada bajó preguntando quien estaba en la casa, pero nadie respondió solo se escuchaban las pisadas fuertes y lentas en toda la casa, Arantza con su voz temblorosa dijo “Pablo no es gracioso, no seas infantil hermanito, si estás molesto por no haberte prestado mi violín lo entiendo y es por eso que tengo un regalo para ti, está en tu alcoba” pensando que con esas palabras lograría que su hermano saliera corriendo a su alcoba, pero no fue así, de repente Arantza sintió un fuerte dolor en su espalda y al voltear la apuñalaron 5 veces en diferentes partes de su estómago y pecho, al caer de rodillas, ella trató de levantarse y gritar, pero el atacante al instante la tomó de la cabeza y la golpeó contra su rodilla, Arantza cayó boca abajo, el atacante le dijo: “Si gritas o te quejas mataré a tu preciado hermano” y tratando de arrastrarse hacia la puerta fue apuñalada unas 6 veces más en la espalda, ya no podía moverse, el dolor era agonizante, sus lágrimas iban cesando, tratando de no gritar o quejarse del dolor lo más silencioso que podía, cualquiera hubiera creído que por lo menos hubiera dicho o gritado una sola vez pero no… El atacante paso sobre el cuerpo de la chica inmóvil y sin detenerse salió de la casa.

Ella sin poder levantarse ni tener la suficiente fuerza para gritar o pedir ayuda, se volteó boca arriba, pensando en el cómo era posible de que ella moriría así, llorando al recordar a su madre que estuvo siempre con ella, escuchándola, dándole consejos, su padre con quien siempre podía bromear y jugar, con quien cantaba siempre y claro su hermano Pablo, recordando cuando lo cargó por primera vez, se soltó en llanto y así fue cerrando sus ojos poco a poco, muriendo.

Pablo llegó a su casa al poco tiempo del asesinato, entró por la puerta principal y cerrando la puerta dijo “Arantza, ya llegué, no fui a hacer el proyecto con mis amigos porque…” en eso el chico soltó su mochila y fue corriendo hacia donde estaba su hermana, al tratar de abrazarla se quedó inmóvil por unos segundos ya que estaba en un charco de sangre, cuando por fin logró reaccionar ella ya estaba fría, Pablo sacó su celular y marcó a emergencias para pedir ayuda, al finalizar abrazó a su hermana y empezó a llorar desconsoladamente, quién le había enseñado a leer partituras de violín, quien al discutir sus padres lo llevó a su alcoba y empezó a jugar a pesar de estar sufriendo por las fuertes peleas de sus padres, la chica que lo hacía reír después de ser golpeado por su padre… Ahora estaba muerta… Después de esto me quedó claro que solo eran apariencias las que hacían esa familia, no eran la familia perfecta que a todos nos habían hecho creer. Cuando llegó por fin la ayuda, tuvieron que hacer mucho esfuerzo para separar al chico del cuerpo ya sin vida de su hermana. No me imagino que se sentirá perder a un hermano, pienso que debe ser como si te faltara algo para vivir, algo devastador.

Los padres y el chico quedaron devastados, tanto que no pudieron seguir con sus vidas y el más afectado fue Pablo, sus padres lo llevaron al psicólogo para ayudarlo, pero él jamás volvió a decir una palabra, si acaso una vez escribió una palabra y esa era JUSTICIA. Cada que entraba a su alcoba lloraba en silencio, no quería que lo escucharan sus padres. Al paso del tiempo se mudaron de ciudad para olvidar ese momento tan amargo, sin olvidar que las autoridades no podían encontrar a la persona que hizo tal acto inhumano.

A los 3 años del suceso, Pablo seguía sin decir una palabra, su padre estaba harto, llegó al tal extremo de golpearlo y mandarlo al hospital, su madre hablaba con él para que su padre dejara de hacerle daño pero se negaba a decir algo, escribió: “Desde que murió mi hermana, mi alma se fue con ella”.

Cuando por fin logró recuperarse de los golpes que le dio su padre tuvo que ir a la prepa, pues ya tenía 16 años…

Un día en la escuela escuchó a hablar a unos chicos sobre un incidente de una chica que fue asesinada, él empezó a recoger sus cosas para irse ya que no quería escuchar sobre esas historias, pero se detuvo cuando uno de los chicos dijo el nombre de Arantza, Pablo se quedó petrificado aparte de eso escucho algo que uno de los chicos dijo: “Y dicen que el asesino está en la escuela”. Al escuchar esto fue hacia el grupo, en el cual tenían esa conversación y les pregunto: “¿Quién creen que es el asesino?” Impactados por escuchar por primera vez la voz de Pablo le dijeron: “No lo sabemos, probablemente haya sido uno de los de bachillerato” Pablo insistió una vez más “¿Pero porque

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