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MANEJO DE REHABILITACIÓN EN FRACTURA DE MIEMBRO SUPERIOR


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2011  •  2.255 Palabras (10 Páginas)  •  1.174 Visitas

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MANEJO DE REHABILITACIÓN EN FRACTURA DE MIEMBRO SUPERIOR

TÍTULO

MANEJO DE REHABILITACIÓN EN FRACTURA DE MIEMBRO SUPERIOR

DEFINICIÓN

Fracturas de escápula

Producidas normalmente por traumatismo directo, suelen ser poco desplazadas y no plantean problemas con el tratamiento, pudiendo ser suficiente con la inmovilización del miembro afectado con un cabestrillo. Las fracturas del cuello de la escápula van a requerir una inmovilización más intensa con vendaje tipo Velpeau. Las fracturas de escápula deben alertar sobre la posibilidad de fracturas costales y trauma torácico subyacente.

Fracturas de clavícula

El tratamiento dependerá del desplazamiento de los fragmentos fracturarios. En los casos con poco desplazamiento la evolución es favorable con una inmovilización posterior en "8". En fracturas diafisarias con importante desplazamiento puede lesionarse la arteria subclavia, la cúpula pulmonar o las raíces del plexo braquial, por lo que en dichos casos estaría indicada la exploración quirúrgica de las lesiones y la reducción con fijación interna de la fractura, mediante placa tipo AO u osteosíntesis intramedular elástica. En fracturas abiertas, la osteosíntesis es el tratamiento de elección.

Fracturas de húmero

1. Fracturas de metáfisis proximal

Pueden ser aisladas o asociadas a una luxación escápulohumeral. La indicación es la reducción cerrada y la fijación de la fractura mediante enclavado intramedular elástico. Este tipo de fracturas puede lesionar la arteria axilar si el desplazamiento es importante.

2. Fracturas de la diáfisis

Suelen ser fracturas muy inestables, por lo que el tratamiento de elección en los politraumatizados es la fijación interna, sobre todo si son bilaterales o asociadas a fracturas de cúbito y radio ipsilaterales. La fijación interna puede llevarse a cabo mediante placa tipo AO o síntesis intramedular. La fijación va a provocar una más rápida evolución de la fractura, un mejor manejo del paciente polifracturado, evitar una complicación relativamente frecuente como es la lesión del nervio radial, además de disminuir la incidencia de embolia grasa.

En la presencia de una fractura abierta, grado I ó II, la indicación sería la síntesis intramedular. En fracturas abiertas grado III se utilizará un fijador externo.

3. Fracturas de la metáfisis distal

Son fracturas siempre graves por la posibilidad que tienen de lesionar la arteria humeral y el nervio mediano, y por su evolución en no pocas ocasiones al retardo de consolidación e incluso a la seudoartrosis.

La indicación es quirúrgica, especialmente si se asocia a la fractura de cúbito y radio ipsilateral (codo flotante). En el adulto se utilizan para la osteosíntesis placas atornilladas, y en el caso de fracturas abiertas la alternativa es la síntesis intramedular, aunque en los casos con grave lesión de partes blandas estaría indicada de forma absoluta la fijación externa. En los niños esta localización de las fracturas es frecuente, para la osteosíntesis se utilizan agujas de Kirschner.

Las fracturas de la paleta humeral, siempre complejas, necesitan una reducción lo más anatómica posible de la superficie articular, por lo que suele ser precisa la reducción quirúrgica y osteosíntesis.

Fracturas de cúbito y radio

1. Fracturas del tercio proximal

Tanto la fractura de olecranon como de cabeza radial suelen precisar corrección quirúrgica, dado que son fracturas intraarticulares. En las fracturas de olecranon se debe buscar siempre la posible luxación de cabeza radial (fractura luxación de Monteggia). En fracturas conminutas de la cabeza radial puede ser precisa la exéresis de la misma, ya que puede evolucionar hacia la necrosis de los fragmentos o producirse un bloqueo de la movilidad del codo y de la pronosupinación del antebrazo.

2. Fracturas diafisarias

Tanto si son aisladas como de ambos huesos del antebrazo, generalmente requieren osteosíntesis, donde es de elección la síntesis con placas tipo AO (Fig. 4). Si las fracturas son abiertas, puede ser una opción la síntesis intramedular.

En esta localización las fracturas pueden complicarse con el desarrollo de un síndrome compartimental, que debe tratarse mediante fasciotomía. Otra complicación es la seudoartrosis, que se tratará con osteosíntesis e injerto óseo.

3. Fracturas del tercio distal

Son fracturas muy frecuentes tanto en adultos como en niños y adolescentes. El tratamiento es básicamente la reducción e inmovilización con vendaje enyesado. En fracturas inestables o con compromiso articular estaría indicada la intervención, siendo la fijación externa una opción cada vez más difundida actualmente.

La fractura del radio distal puede asociarse a fracturas de cúbito al mismo nivel, como la luxación de la epífisis distal del cúbito (fractura-luxación de Galeazzi), o lo que es más frecuente en las fracturas de Colles (fractura de la epífisis distal del radio del adulto), la fractura de la apófisis estiloides del cúbito.

Fracturas del carpo

De los 8 huesos del carpo, el que en la práctica va a fracturarse con mayor frecuencia es el escafoides. Siempre hay que pensar en esta fractura cuando hay dolor en la tabaquera anatómica. La fractura de escafoides se trata con vendaje escayolado hasta la consolidación, con un mínimo de 2 meses. Son fracturas potencialmente graves, dada la frecuencia de complicaciones (seudoartrosis, necrosis del fragmento proximal de la fractura).

Fracturas de metacarpianos y falanges

1. Fracturas del 1° metacarpiano

La fractura luxación de Bennet (ya comentada) puede tratarse de forma conservadora, aunque en los casos en los que es inestable, precisará osteosíntesis.

2. Fracturas de metacarpianos y falanges

Son fracturas relativamente frecuentes, y que a menudo pueden pasar desapercibidas en el contexto del paciente polifracturado en la fase inicial.

El tratamiento de las fracturas de los metacarpiano dependerá de las características de la fractura y de su número (aisladas o múltiples). En fracturas aislada, estables, el tratamiento ortopédico suele ser suficiente, en fracturas múltiples, es preferible la reducción y fijación mediante agujas de Kirschner.

En las falanges proximales y medias son aplicables los mismos principios, con especial atención a las fracturas con compromiso articular, que en ocasiones precisarán reparación quirúrgica.

Las fracturas de las falanges distales rara vez van a requerir tratamiento específico, debiendo centrarse la atención en las lesiones de partes blandas, que generalmente se asocian.

REHABILITACIÓN EN FRACTURAS

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