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MARIELA


Enviado por   •  29 de Marzo de 2015  •  Tesina  •  1.240 Palabras (5 Páginas)  •  228 Visitas

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INTRODUCCION

En la ciudad de la Paz se conocen como chifleras a señoras que venden fetos de llama ( Sullus) preparados para ofrecer ofrendas (mesas), hilos de colores, algunos preparados que sirven para remediar algunos males o enfermedades.

También comercializan unas cajitas que contienen preparados, que sirven como inciensos contra la envidia, contra la brujería, para traer dinero y muchas otras cosas mas.

JUSTIFICACION

La información que recopilamos es para dar a conocer parte de la medicina tradicional.

Las chifleras. Supongo que algunos pueden estar confundidos con el termino, asi que con esta investigación vamos a tratar de explicar lo mejor posible.

OBJETIVO

• Dar a conocer quienes son llamadas las chifleras

• Que expenden o comercializan

MARCO TEORICO

En el centro mestizo de La Paz, la catedral de San Francisco es testigo de la unión de lo religioso y lo pagano, en plena calle empinada y empedrada se encuentra “la calle de las brujas”, el refugio alternativo de los médicos dubitativos, las parejas inseguras, los enfermos adoloridos y comerciantes ambiciosos buscan en ella hierbas que le pondrán remedio a sus males, acabarán con sus miedos o harán realidad sus aspiraciones.

La catedral de San Francisco no solo es testigo de la unión entre lo religioso y lo pagano, también es testigo del mestizaje en pleno donde el indio, gringo, blanco, negro y todos buscan el remedio alternativo contra los males o buscan también otros medios para el éxito. Los nombres de las plantas suenan a misterio: tojlolo, huayruru, curucuru, coa, huillca, lampaya, tillicoa, pupusa, tikacoa, entre otras que con ese halo de misterio también van cargadas de poderes ocultos que causan o liberan de lo males. Juntos con las hierbas, los fetos de animales son buenos para la suerte, la salud, el amor y el dinero.

La calle de las brujas ese rincón donde la chifleras venden la suerte, el amor y el dinero, ese rincón donde cualquiera puede caer para buscar ayuda, para pedirle a la pachamama, buscando su alma, expulsar demonios, los malos espíritus y donde también le quitan el alma al gringo turista en busca de una foto.

Sacrificar el feto de un animal y disecarlo para ofrendárselo a la Pachamama es la mejor forma de atraer la buena suerte y alejar las maldiciones, según mandan las costumbres del occidente de Bolivia.

La Pachamama es la madre tierra, también llamada virgen.

Un chispeante brasero consume el feto, mientras la casa o el negocio se impregnan del humo sagrado. Acto seguido, los restos son enterrados en una ceremonia en la que se da de comer y beber a la tierra.

Pero no cualquier feto tiene estos poderes.

Juana Calisaya tiene la experiencia de toda una vida y la sabiduría que le da el negocio de remedios caseros, o chiflería. Cuenta que el feto de llama sirve para buscar el bienestar en la casa, el de cerdo para atraer el dinero y el de oveja para frenar los pleitos legales.

El feto de venado sirve para que los mineros salgan bien librados de la mina y los de gato y perro, siempre que estén juntos, pueden lograr que una mujer abandonada recupere a su marido.

Doña Juana tiene su puesto de venta en el mercado de brujas y chifleras de El Alto, la ciudad vecina de La Paz, donde decenas de vendedores y compradores comparten la ancestral veneración a la tierra.

Las vendedoras están sentadas en unos puestos que se asemejan a altares de animales disecados, donde el comprador encuentra desde estrellas de mar hasta vicuñas, animales protegidos para evitar su extinción.

Huajth'as, milluchadas, mesas y otras ofrendas son ofrecidas a la madre tierra con los productos que venden estas señoras

Podemos ligarlas intímamente con los yatiris, pues se diría que las primeras venden los productos y los segundos hacen las ofrendas. Las ofrendas

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