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MI ESTRENO COMO CADETE DEL GLORIOSO COLEGIO MILITAR “LEONCIO PRADO”


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2015  •  Ensayo  •  1.261 Palabras (6 Páginas)  •  319 Visitas

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MI ESTRENO COMO CADETE DEL GLORIOSO COLEGIO MILITAR “LEONCIO PRADO”

Recuerdo aquella soleada tarde de marzo del año pasado, al principio tuve miedo al ver ese enorme colegio, que por los muros y rejas, le daban apariencia de una fortaleza impenetrable, con inmensos torreones, desde donde se vigilaba a cualquier intruso que acechara las cercanías, mientras yo me dirigía a la puerta de ingreso que está situada en la avenida la paz, que llegaba hasta donde alcanzaba mi mirada, una vez cruzada la fría puerta de sueños rotos y esperanzas destruidas, luego de despedirme de mi familia, que tanto me quería, viéndome partir, ya en el grupo de distribución de sección, estaba angustiado por saber cuál sería mi sección, la larga espera me mataba de ansiedad,  entre los que esperábamos,  habían rostros conocidos y nuevos (había estudiado ahí la pre), luego nos dirigimos a la losa deportiva donde nos separaron por secciones y nos dejaron esperando hasta la tarde.

Después de una larga espera, nos llevaron a las cuadras, las que eran simétricos edificios, donde se encuentran 14 ambientes,  (2 son utilizados como almacenes, 2 como cuartos para Oficiales, Técnicos y sub oficiales y 10 que para cadetes).

Ingresados a las cuadras,  dos jóvenes robustos vestidos con uniforme camuflado,  luego de unos instantes,  gritaron al unísono ¡ATENCION!  y como robots, todos nos cuadramos, creo que más por miedo que, por otra cosa, luego nos ordenaron cambiarnos a short y polo, a los 5 minutos nos asignaron los camarotes y roperos por apellido, luego de la distribución, nos mandaron a salir y formar por secciones en el patio, luego de pasar parte, nos hicieron marchar al comedor a cenar el rancho,  nos sentábamos de 10 en 10, y como en un castillo medieval, nos sentábamos jerárquicamente, el monitor o cadete de quinto año, como jefe de mesa, seguido por los cadetes de cuarto y al final con un servidor, los nuevos cadetes de tercer año,  luego de la cena nos dirigimos al patio de honor a formar y luego del parte nos mandaron al patio de la cuadra a pasar parte de nuevo, a veces me preguntaba si lo hacían como regla o por costumbre militar, o por miedo de que alguien se haya escapado,  por no aguantar la presión del régimen castrense y la disciplina que gobernaba ahí.

En las cuadras nos mandaron a dormir,  en la cama que tenía una cubierta digitalizada y llena de una dura esponja, me puse a meditar sobre mi incierto futuro,  que me deparaba el colegio?, esa misteriosa institución, donde miles de personas estudiaron como yo antes,  algunos desertando, otros superando la duras y arduas pruebas que pudieron haber pasado en esa y otras épocas,  luego de despejar mi mente, me dormí, soñando con mi antigua vida, mi antiguo colegio, mis antiguos amigos, mi anterior forma de vida libre, descontrolada y libertina,  fantasías inalcanzables,  y de repente boom,  ¡ATENCION!  El rugido del monitor nos despertó de golpe y algunos hasta se cayeron de la cama,  en menos de 5 segundos, todos estábamos cuadrados frente a nuestros catres, con miedo, angustia y ansiedad, esperando las órdenes del monitor o del monitor general, nos ordenaron vestirnos y tender nuestra camas,  luego de eso, salimos a formar al patio para pasar el parte de la mañana e ir a desayunar, enseguida formamos para una ceremonia de inauguración,  todos por secciones,  bajo ese cielo todavía gris que lentamente se abría paso,  para el caluroso calor que irradiaría el sol esa tarde.

Luego de una larga espera,  por fin,  ocurrió la tan esperada inauguración, donde la mayoría de familiares de los que ingresaron, habían venido a ver a los futuros cadetes de 3er año, luego de unas palabras del director, sub director y otros funcionarios de la institución,  el teniente jefe de línea, ordeno: marcha, mientras nos desplazábamos la gente sentía angustia y desesperación, al ver que sus familiares observaban desde las gradas situada a los laterales del balcón del edificio principal, luego de un desplazamiento que nos izó hacer el jefe de línea,  nos situamos en posición de marchar y procedimos a hacerlo, primero al paso de la oca y llegado al estrado a paso de desfile, terminado el arduo desfile,  volvimos a formar,  dieron los últimos honores de despedida y procedimos a marchar a las cuadras, ya en las cuadras nos hicieron formar por orden de apellido para entregarnos nuestros maletines con útiles

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