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MIMO. En el siguiente trabajo monográfico, hablaremos acerca del mimo,


Enviado por   •  22 de Julio de 2016  •  Monografía  •  1.500 Palabras (6 Páginas)  •  1.036 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo monográfico, hablaremos acerca del mimo, tocaremos los puntos más importantes como su historia, características, vestuario e importancia.

Antes de empezar daremos a conocer que significa la palabra mimo. La palabra mimo proviene del griego antiguo μῖμος (mimos), que significa imitador o actor, y es así, que un mimo es aquel que usa la mímica (lenguaje corporal) para transmitir un mensaje sin necesidad de usar palabras, sin embargo no debemos confundir la mímica con la comedia muda, puesto que en la comedia muda, el personaje es transparente en la película o dibujo animado.

Uno de los más grandes mimos Marcel Marceau define la mímica como el arte del silencio, con sus siguientes palabras: “la palabra tiene más posibilidades de expresión, puede mentir, tener doble sentido, doble intención. El mimo debe ajustarse a un proceder claro y visible. No debe proponer enigmas, debe ser inmediatamente entendido y atrapar al espectador por las formas, la belleza y el contenido del mensaje”.

Hoy en día según la RAE, el mimo se trata de un intérprete teatral que se vale exclusivamente o preferentemente de gestos y de movimientos corporales para actuar ante el público

En pocas palabras podemos definir la mímica como una actuación teatral que es llevada a cabo por un mimo, el cual mediante únicamente el uso del lenguaje corporal nos transmite un mensaje o cuenta una historia.

Las personas que practican la mímica son llamados mimos, estos son artistas que necesitan entrenar con profundidad las distintas partes de su cuerpo, con el fin de transmitir el mensaje deseado a los espectadores. Además debemos resaltar que el simbolismo o código específico y fuertemente tecnificado lo convierten en una actividad de cierto modo muy repetitiva, por lo que exige una enseñanza directiva y analítica con poco margen a la espontaneidad.

CAPITULO I:

  1. Historia

Se poseen muy pocos datos acerca de los orígenes del mimo. La conjetura más aceptada acerca de su origen es que el mimo deriva de un tipo de representaciones que los dorios llevaron a Sicilia y que se ha denominado farsa doria. Estas representaciones estaban basadas en la improvisación y evolucionaron, sufriendo un proceso de literaturización, que las llevó a ser fijadas en forma de textos.

Entre los autores de la Antigüedad asociados al mimo se encuentra Epicarmo, que creó en Sicilia un tipo de comedia de piezas breves y de temas cotidianos que se puede aproximar al mimo. Sin embargo, suele considerarse que fue Sofrón de Siracusa el autor que llevó a considerar el mimo como un género literario por sí solo, en el siglo V a. C. De sus obras y de las de su hijo Jearco se conservan únicamente escasos fragmentos. Entre los temas que emplearon se encuentran banquetes con enumeración de platos exquisitos, Heracles representado como glotón y jueces que se expresaban de modo que no se les entendía (a modo de burla del refinamiento que se solía usar del habla en Sicilia). Era habitual el uso de obscenidades y expresiones indecentes, y se usaban nombres parlantes, refranes y juegos de palabras.

Otro de los principales representantes del mimo fue Herodas, un poeta helenístico autor de los llamados Mimiambos en las que usó una lengua y un estilo métrico, (el coliambo o yambo cojo), inusuales, ya que habían sido propios del siglo VI a. C., siguiendo así la moda estética de su época. Algunos de los Idilios de Teócrito también suelen adscribirse al género del mimo.

Posteriormente el mimo alcanzó gran celebridad sobre todo en Egipto de la época griega y romana, de donde se importó a Roma. Allí, junto a representaciones teatrales de mimos, destacó un tipo de poesía de mimos, entre cuyos exponentes se encuentran Décimo Laberio y Publibio Siro. Del mimo cultivado en el Egipto de época romana se conservan más datos debido a diversos papiros encontrados: En el papiro de Oxirrinco 413, cuya cronología se sitúa en torno a los siglos I y II, se encuentra el mimo de La adultera o La envenenadora y el mimo de Caritión. También se hallan ejemplos del mimo en fragmentos del Papiro de Berlín, 13876 y 13927.

Más tarde, en época medieval, el mimo evolucionó hacia modalidades como el mimo cristológico, del que se ayudaron los cristianos como medio para propagar su doctrina. También se encuentra el mimo en la Comedia del arte.

  1. Origen del término y temas:

Las fuentes más antiguas donde aparecen referencias al término mimo (μῖμος) son un fragmento de Los edonios de Esquilo y la Poética de Aristóteles (1447b).

El término probablemente se originó en Sicilia, donde designaba las composiciones de Sofrón que estaban inspiradas en mimos profesionales de Sicilia y cuya gran fama pudo ser el motivo de que el término μῖμος se impusiera ante otros términos que se empleaban para designar este tipo de representaciones. Entre otros términos relacionados con el mimo suele señalarse que magodo (o magodia) y lisiodo designaban diversas variantes del mismo: Aristoxeno señalaba que el magodo representaba personajes masculinos y femeninos con atuendos de mujer mientras el lisiodo representaba personajes femeninos con ropas de mujer y masculinos con ropas de hombre. Por su parte, Ateneo describía algunos temas que empleaba el magodo: danzas afeminadas, representaciones de mujeres, chulos, adúlteros, o borrachos que durante una juerga se presentaban en casa de su amada. Entre la diversidad de temas que se pueden adscribir al mimo se encuentran también los siguientes: asistentes a una fiesta que relatan lo ocurrido en ella, ensueños, invocaciones a Hécate por desengaños amorosos, zapateros, ladrones desvergonzados y alcahuetas.

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