MIS DIVORCIOS DE MIGUEL MARTINEZ DORANTES
Enviado por Dênïssê Hêrnändêz • 26 de Marzo de 2016 • Ensayo • 2.787 Palabras (12 Páginas) • 527 Visitas
INTRODUCCION
“Mis divorcios” es un libro que trata de hechos verídicos (según el autor), de los casos que el mismo llevo como abogado en materia de divorcios.
De la idea errónea que tienen acerca las personas de esa época, de que es un mal o mejor dicho que hay personas que aún lo creen.
Desde mi punto de vista un divorcio no está mal, porque así evitamos el sufrimiento de una persona o el propio, probablemente no el de los hijos, pero es erróneo creer, pensar o decir que están atados a alguien por “culpa de los hijos” o que por ellos se hace, a costa de la felicidad propia, bien lo decía el autor que incluso es beneficioso, porque los hijos prosperan de una mejor forma que cuando están con ambos padres, ya que hay padres malos o madres malas, y que es mejor estar sin ellos… y sobre todo cuando ellos mismos lo padecen a lado de su madre o padre.
REPORTE DE LECTURA: MIS DIVORCIOS DE MIGUEL MARTINEZ DORANTES
YENDO POR LANA PUDO SALIR TRASQUILADO.
Es una historia que habla sobre una profesora, que económicamente se encontraba estable, pues era hija única, y al parecer heredera de la fortuna de su padre dueño de un importador de maquinaria, quien mantenía una relación de noviazgo con un teniente del ejército quien era más bien un caza fortunas. Noviazgo al que sus padres de la profesora se oponían puesto que sabían de la reputación del teniente quien aspiraba a ser su futuro yerno.
La historia transcurre con las proposiciones de casamiento del teniente para con la profesora, y las negativas de los padres de esta a negarse a darle “la mano de su hija”.
El trato y trato hasta convencer a la profesora de casarse con él, hasta que lo logro, diciéndole que sería una boda en secreto, hasta que sus padres de ella accedieran a la boda, y que nadie sabría más que ellos, el viviría en su casa y ella en la suya, mientras tanto el seguiría tratando de convencer a los padres que accedieran al matrimonio; y como ella ya tenía la mayoría de edad no supondría problema alguno casarse en secreto.
Él había hecho planes con el sueldo de su esposa ya que ella ganaba mas además, de un seguro que haría que su esposa pusiera a su nombre, y se daría de alguna forma una vida de lujos.
Y así transcurrieron los días y el siguió con su plan de pedir la mano de su novia y aunque la respuesta de sus suegros era no; el continuo optimista.
Hasta que en una ocasión se cansó de las negativas de sus suegros que decidido se plantó en casa de los mismo con el documento en la mano que certificaba que estaba casado con la profesora y exigía que ella se fuese con él, los padres le preguntaron a su hija si esto era cierto y ella respondió que si en efecto, pero que no permanecería a su lado pues la actitud del teniente dejaba mucho que desear pues ella pensaba que le espera quizás algo peor siendo su esposa.
Ella consulto a un abogado, y buscaron la forma de que el divorcio fuese beneficioso sobre todo para ella, y que el accediera a el divorcio, así se llevó la primera demanda de solicitud de divorcio, ella fingió estar embarazada y pidió una pensión por los gasto que ella tenía, pues desde que se casaron él no le había dado nada, económicamente hablando además de los gastos del supuesto bebe.
Y así fue el mismo teniente que busco al mismo abogado diciéndole a accedería al divorcio y que este ya no le perjudicara más, pues su sueldo se había reducido a la mitad y no quería verse perjudicado en absolutamente nada.
Así que llegaron a un acuerdo y llegaron nuevamente a juicio, en que ambas partes salieran beneficiadas, aunque tuvieron dificultades para que el juez anulara el matrimonio.
IMPRESIONANTE CASO QUE AMERITA LAS MÁS PROFUNDAS REFLEXIONES.
Este caso trata de una mujer llamada Carmen Anaya que era huérfana, y trabaja en una oficina y tenía un respetable sueldo que le permitía vivir decorosamente, pues no tenía familia ni amigos.
Comía todos los días en el mismo restaurant, y se sentaba en la misma mesa, y notaba que un señor de aproximadamente 55 años, la observaba, hasta que un día, se animó el señor a entrar a restaurant, hasta que se hicieron amigos, después novios y posteriormente esposo.
El señor se llamaba Otto Strauss de nacionalidad alemana, y en su boda siendo uno de sus testigos el secretario particular de Otto llamado Ernst Fulker de la misma nacionalidad que Otto.
Después de la boda ellos seguían acudiendo al mismo lugar en donde se conocieron, pero con la diferencia que Otto siempre se iba en cuanto llegaban de que tenía asuntos importantes que tratar a cerca del trabajo dejando a su esposa y al secretario solos, y ocurría siempre lo mismo.
Incluso no habían consumado el matrimonio, y Carmen tuvo que decirle a Otto que ella se había casado porque quería tener hijos, y Otto solo la llamo tonta y le dijo que pronto se arreglarían las cosas, en todas las actividades que se realizaban eran lo mismo, Otto siempre se retiraba excusándose y dejaba al inseparable secretario en compañía de su esposa, y así pasaron años hasta que cedió ante el acercamiento del secretario.
El autor narra como una tarde llego a su despacho una mujer con dos niñas de cada lado de 4 a 5 años de edad, “bochornosa, lacerante y criminal era la actitud del marido de Carmen, al expresarle su deseo de divorciarse por su actitudes, le dio una respuesta que le había aclaro el porqué de su matrimonio con ella, pues era solo una pantalla para callar todos los rumores acerca de él”.
Pues le dijo que tenía, marido, dinero, diversiones, amante, hijos, que más podía querer.
Y lo que hizo que Carmen tomara una decisión fue el hecho, de que el amante, la golpeara delante del marido, y esta le exigiera que lo echara de la casa, y de no ser así, ella era la que se marchaba con sus hijas. Y esa era el motivo por el cual se encontraba frente al despacho del autor.
Y al enterarse Otto de la demanda, le ofreció disculpas y dinero a Carmen, mientras Ernst la amenazaba con quitarle a sus hijas, Carmen retiro la demanda.
TODO UN HOMBRE
Este caso habla de Fernando Inguaran, quien era un ingeniero, estaba separado de su esposa, a pesar de que tenía 4 hijos.
Al parecer del autor era una persona buena, por así decirlo, y su oficina se encontraba frente a la de nuestro narrador, y habitualmente lo saludaba, pues las puertas de la oficina del ingeniero se encontraban abiertas de par en par, hasta que un día el abogado noto que esta se encontraba cerrada, por lo que decidió entrar, y encontró a su amigo en un estado deprimente, y este le conto él porque de su estado.
Había
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