MOTIVACIONES PSICOLOGICAS Y SOCIALES PARA EL CONUMO DE TABACO EN JOVENES UNIVERSITARIOS
Enviado por DAANYGR27 • 5 de Febrero de 2017 • Apuntes • 1.761 Palabras (8 Páginas) • 305 Visitas
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN
FACULTAD DE ENFERMERÍA
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Unidad de Aprendizaje:
ESTANCIA DE INVESTIGACION
Proyecto de Investigación:
MOTIVACIONES PSICOLOGICAS Y SOCIALES PARA EL CONUMO DE TABACO EN JOVENES UNIVERSITARIOS
Alumnos:
BRENDA ALICIA CONTRERAS ACEVEDO
EDNA LIZBETH CARRIZALES ARANDA
MIGUEL ANGEL CORDOVA MUÑOZ
DANIELA ALEJANDRA GARCIA GUERRERO
ROSALBA HERNANDEZ DE LA CRUZ
JORGE DE JESÚS IBARRA CAZARES
DEYANIRA DE JESÚS RODRÍGUEZ ESPINOZA
VANESSA GUADALUPE VAZQUEZ CANTU.
Profesor Responsable:
SANTIAGA ENRIQUETA ESPARZA ALMANZA.
Monterrey, Nuevo León, a 31 de Enero de 2017
Introducción
Se ha estimado que uno de cada 8 muertes está asociadas al consumo de tabaco, se ha estimado que cerca de 100 millones de personas murieron a causa del tabaquismo durante el siglo XX y se estima que para el año 2030 el tabaco podría ser responsable de 10 millones de muertes al año en el mundo. (Guía Nacional de Abordaje Técnico al Tabaquismo Perú, 2010.)
Los grupos de menores ingresos y los jóvenes de entre 15 y 44 años son los más afectados por la pandemia de tabaco, que profundiza la brecha entre ricos y pobres", sostiene el estudio, que señala que la explicación más aceptada para este fenómeno se conoce como "modelo de los Cuatro Estadíos". "El tabaquismo se disemina rápido en las clases altas, que son las que están más abiertas a la innovación. Después se difunde al resto de la población (en un segundo y un tercer estadío). Luego las clases altas dejan de fumar porque toman contacto con la cultura del cuidado de la salud y porque reciben información del daño que produce. Y, en un cuarto y último estadío, el tabaquismo disminuye en las clases altas y se sedimenta y consolida en las bajas", explica Ciapponi. (Modelo de los Cuatro Estadíos Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, 2011).
Los países en América Latina, están cada día más preocupados del problema de drogadicción, lo que indica que los niveles de consumo de drogas han ido en aumento, manteniéndose el problema sin control. Dentro de estos problemas de consumo de drogas, emerge el tabaquismo, 4,9 millones de muertes anuales están relacionadas con el tabaquismo, en nuestro país fallecen 16.000 personas cada año por el consumo y la exposición al humo ambiental del tabaco. El análisis de las últimas encuestas de salud muestra cómo la disminución de la prevalencia se produce sobre todo en los varones, mientras que en las mujeres se incrementa fundamentalmente a expensas de los grupos más jóvenes; siendo los adolescentes un blanco fácil a campañas pro-tabaco a dirigidas a este segmento de población. (Revista de Salud Publica, 2010).
Se considera un problema de salud grava, dado que el consumo del tabaco con lleva a muchos problemas de salud, la que se conoce como la principal consecuencia del fumar es el cáncer de pulmón, pero en nuevos estudios que se han realizado se ha encontrado que también el consumo de tabaco también incide de manera directa e indirecta en las enfermedades cardiovasculares, respiratorias, gastrointestinales, de la piel, en los problemas oculares, óseos, de la cavidad oral, en la infertilidad, etc. No solo conlleva a las enfermedades ya mencionadas sino que también lleva a problemas emocionales, en los cuales se incluyen los trastornos del estado de ánimo y los de ansiedad, en los cuales se observa un elevado índice en relación al tabaco de estos problemas. Otra contraparte del tabaco en la sociedad, es que se ha observado que quienes tienen sensibilidad a la ansiedad (SA), buscan al consumir el tabaco, una forma de contrarrestar los síntomas de la ansiedad. (Martínez-Vispo & Becoña, 2016)
Diversos estudios revelan que pocas personas comprenden los riesgos específicos para la salud que entraña el consumo de tabaco. Por ejemplo, un estudio realizado en China en 2009 reveló que sólo un 38% de los fumadores sabía que el tabaco provocaba cardiopatía coronaria, y sólo un 27% sabía que ocasionaba accidentes cerebrovasculares. (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2015)
A pesar de los grandes esfuerzos de prevenir el consumo del tabaco y sus componentes, es preocupante que en muchos lugares del mundo, muchos jóvenes entren al consumo precoz de esta droga. Paralelo al consumo y sus efectos psicológicos o mentales, el fumador es preso de numerosas enfermedades directamente inducidas por fumar y otras que se potencian o agravan por el consumo, como es el caso de la Diabetes Mellitus, tuberculosis y HIV, llegando a la triste conclusión que el consumo de tabaco enferma o mata a 1 de cada dos consumidores. (Guía Nacional de Abordaje Técnico al Tabaquismo Perú, 2010.)
Los fumadores diarios entre 12 y 65 años, en promedio, inician el consumo diario de tabaco a los 20.4 años; los hombres a los 20 años y las mujeres a los 21.7 años. Al inhalar el humo de tabaco, el fumador promedio consume entre 1 y 2 mg de nicotina por cigarrillo, cuando se fuma el tabaco, la nicotina llega rápidamente a sus niveles máximos en el torrente sanguíneo y penetra en el cerebro. (Encuesta Nacional De Adicciones [ENA], 2011)
Los efectos en la salud cardiovascular aparecen enseguida de empezar a fumar y son también los primeros que se revierten al dejar de fumar. Se estima que, por cada 10 cigarrillos que se fuman por día, el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca aumenta un 18% en hombres y un 31% en mujeres. Posteriormente, el humo del tabaco afecta particularmente a los pulmones que es por donde ingresa el humo, se ven lesiones en diferentes niveles del aparato respiratorio por ejemplo:
- Aumento de las secreciones en la tráquea y los alveolos, lo que lleva a tos crónica y expectoración habitual. El aumento de las secreciones se asocia con mayor riesgo de sobreinfecciones por virus y bacterias asociado con bronquitis crónica
- Destrucción de la superficie de los alveolos (enfisema) que produce una disminución del paso del aire a los pulmones
El tabaco lesiona la piel de todo el cuerpo siendo esto más manifestado en la cara, ya que al tabaco se suman los efectos de los rayos ultravioletas del sol. El tabaquismo provoca un envejecimiento prematuro en la piel que es más evidente en las mujeres. Entre las alteraciones en la piel inducidas por consumo de tabaco están: arrugas prematuras, piel deshidratada y atrófica, cabello reseco y quebradizo, manchas amarillentas en dedos de fumadores, olor corporal a tabaco y dificultad en cicatrización. (Programa Nacional de Consumo de Tabaco, 2016)
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