Macdonald

McDonald et al, 1995. Nuevas perspectivas sobre la evaluación. Sección para la Educación Técnica y Profesional. UNESCO, París.

La evaluación es el estímulo más significativo para el aprendizaje: todo acto de evaluación da un mensaje a los estudiantes acerca de lo que ellos deben aprender y cómo deben hacerlo. La evaluación cumple su propósito cuando cumple con sus cuatro principios que son validez, confiabilidad, flexibilidad e imparcialidad según McDonald.

La buena evaluación no supone solo encontrar un método “apropiado” y usarlo adecuadamente en relación con la materia que se trabaja. Los evaluadores pueden usar una variedad de métodos para ver si una persona tiene las habilidades, la comprensión y conocimiento requeridos para aprobar un curso; hay tres grandes principios que si se siguen, ayudan a los evaluadores a realizar juicios razonables acerca de la competencia los cuales son usar los métodos de evaluación que son más adecuados para evaluar la competencia de manera

integrada, directos y relevantes para aquello que está siendo evaluado y usar una amplia base de evidencias para inferir la competencia

La evaluación es quizás el proceso más vital de la formación profesional. Un sistema de evaluación de alta calidad permite orientar de manera correcta los diferentes aspectos de un curso, brinda a los estudiantes una retroalimentación apropiada, asegura que los buenos estudiantes sean reconocidos por haber aprendido lo suficiente, y sirve de base para certificaciones reconocidas por todos.

Un sistema de evaluación centrado en competencias, los evaluadores hacen juicios acerca de si un individuo satisface un estándar o un grupo de criterios, basándose en la evidencia reunida de una variedad de fuentes. De ahí la importancia del establecer un correcto equilibrio entre a evidencia y los criterios para la elaboración de juicios de evaluación; McDonald señala que la competencia no puede ser observada, pero puede ser inferida del desempeño

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