Maltrato Infantil
Enviado por gabyrivas • 17 de Junio de 2013 • 1.983 Palabras (8 Páginas) • 463 Visitas
Se entiende por maltrato institucional a cualquier legislación, procedimiento, actuación u omisión procedente de los poderes públicos o bien derivada de la actuación individual de los profesionales que comporte abuso, negligencia, detrimento de la salud, la seguridad, el estado emocional, el bienestar físico, la correcta maduración o que viole los derechos básicos del niñ@ y/o la infancia. (Martínez Roig, 1989).
Al hablar de maltrato institucional, nos referimos a las inadecuadas ó insuficientes prácticas llevadas a cabo por los siguientes sectores: ámbito sanitario, justicia, educación, servicios sociales, centros de acogimiento/ familias sustitutas, medios de comunicación, asociaciones para la prevención del maltrato infantil y ONGs. Incluye tanto las formas más conocidas de malos tratos llevadas a cabo extrafamiliarmente - físico, negligencia, emocional, sexual -, como de los programas - educación, salud, nutrición, sociales - y de los sistemas sociales - políticas públicas y/o sociales - inadecuadas.
INDICADORES:
• Profesionales "quemados" - gastados - en el trabajo diario,
• Falta de supervisión de la tarea y de los casos abordados,
• Estrés laboral y falta de motivación,
• Falta de empatía con el niñ@ y la familia,
• Desconocimiento de las necesidades básicas del niñ@ en cada estadio evolutivo,
• Técnicas disciplinarias inadecuadas y excesivas,
• Dificultades de comunicación entre los profesionales involucrados en el abordaje del caso, descoordinación entre servicios,
• Ausencia de políticas de prevención,
• Ausencia de evaluación y seguimiento de programas,
• Desarrollo de programas que priorizan a determinados sectores,
• Inadecuados e insuficientes espacios físicos para la atención de los casos.
• Ausencia de normas respecto a los derechos y deberes de los niñ@s,
Los cinco últimos indicadores pueden estar incluidos también dentro de lo que denominamos maltrato social, coexistiendo y potenciándose mutuamente – maltrato institucional y social -.
Bringiotti, Comín (2002) Manual de Intervención en Maltrato Infantil
Maltrato Prenatal
Consumo de alcohol, tabaco, medicamentos, drogas - no indicadas y/o contraindicadas -, violencia conyugal, falta de controles médicos y/o análisis indicados durante el embarazo que provoque que el niñ@ nazca con un crecimiento anormal, patrones neurológicos anormales o con síntomas de dependencia física a las drogas.
Es importante señalar que las diferentes formas se han presentado separadamente a fin de ejemplificarlas con claridad, pero es común que ocurran dos o más tipos simultáneamente. El maltrato emocional, suele acompañar en general a otras formas de maltrato. Se señala el efecto acumulativo que pueden asumir las diferentes formas de maltrato, las más graves implican a las anteriores, no ocurriendo lo contrario.
Es necesario detectar y registrar todos los tipos de malos tratos que el/ la niñ@ estén sufriendo en el mismo momento o sucesivamente.
Bringiotti, Comín (2002) Manual de Intervención en Maltrato Infantil
Explotación Laboral o Mendicidad
Los padres o tutores asignan al niñ@ con carácter obligatorio la realización continuada de trabajos - domésticos o no - que exceden los límites de lo habitual, deberían ser realizados por adultos, interfieren de manera clara en las actividades y necesidades sociales y/o escolares de los niñ@s y, por último son asignadas con el objetivo fundamental de obtener un beneficio económico o similar para los padres o la estructura familiar - no tratándose de una situación aislada accidental motivada por una problemática específica familiar.
INDICADORES:
• Realización de actividades domésticas excesivas para la edad del niñ@,
• Las mismas tienen un carácter habitual en la relación familiar y no responden a una circunstancia específica y justificable,
• Actividades en el ámbito extradoméstico, en la calle, estaciones, trenes, que colocan al niñ@ en situaciones de riesgo de ser abusados o tener accidentes,
• Exigir "remuneraciones", bajo amenaza de recibir castigos.
Bringiotti, Comín (2002) Manual de Intervención en Maltrato Infantil.
LA MENDICIDAD INFANTIL
“Cuando un pobre os pida pan
no digáis: usté perdone:
porque si el pobre os perdona,
será vuestra culpa doble.”
Augusto Ferrán.
UN FENÓMENO EN ALZA
La mendicidad es producto y consecuencia, entre otros factores, de la marginación económica. Aun siendo una actividad improductiva y parásita está inserta en el sector de la economía como la más residual y precaria.
En la situación de paro elevado y prolongado que sufre nuestro país, la mendicidad se ha reproducido con rapidez generando unos niveles de actividad entre cuatro y seis veces mayores que los existentes a finales de la década de los 90, si bien es necesario advertir que los grupos mendicantes son nómadas, dispuestos a desplazarse a cualquier lugar, con un sentido de la provisionalidad muy fuerte.
La limosna constituye un fenómeno reproductor de la mendicidad, en tanto que posibilita un efecto continuista. Las personas que donan limosnas satisfacen la necesidad momentánea del mendigo, y, al mismo tiempo, favorecen su conciencia personal. En muchos casos, la limosna no es más que un remedio contra la “vergüenza ajena”. Se da limosna y se libera el remordimiento de conciencia.
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Estimamos que muy comúnmente, en esa piedad del limosnero hay no poca hipocresía y siempre una concepción del mundo, según un tal orden preestablecido, que, “como pobre que no va nunca a dejar de serlo, hay que ayudarle” .
Los padres hacen profesionales a los hijos en el arte de la mendicidad, cumpliendo los menores una función de seducción sobre la actitud de los ciudadanos. La presencia de la mujer con niño es más elocuente, más sensible para el reclamo social de la limosna, por ello, la representación de las mujeres en el ejercicio mendicante es mayor que la de los varones. Esta desproporción que ya es importante en el caso de los payos se agudiza más aún en el caso de los gitanos, en los que la población masculina apenas participa en la mendicidad.
Los niños, últimas víctimas de la manipulación familiar, son el grupo sobre el que se sustenta la mendicidad organizada. Más del 60 por ciento de los mendigos españoles son menores de 16 años. El componente infantil en
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