Manabí renace como el ave fénix

Manabí renace como el ave fénix

“Debemos abrazar el dolor como el combustible de nuestro viaje” -Kenji Miyazawa.

El 16 de abril no fue un día más, ese día hizo que cambiara la vida de muchos hermanos manabas, un cambio que marcaría la historia de los ecuatorianos, era un sábado que transcurría con normalidad, cuando por la noche las personas salían a disfrutar en familia, otros se reunían a celebrar, cuando la tierra empezó a temblar.

Las personas no sabían cuál había sido el daño, hasta el día siguiente, pero a pesar de todo esto, los demás ecuatorianos se levantaron, se activaron puntos de encuentros para donaciones, grupos que viajaban a las ciudades afectadas para llevar comida, puesto que no había ni luz para cocinar; se demostró que Ecuador es un país unido, y que, a pesar de las adversidades, los ecuatorianos saldrán adelante.

Un tropezón no es una caída, y donde hay fe y amor no muere el corazón, Ecuador se cayó junto, y se levantara juntos, solo es una prueba más, y con esta se demostró que los ecuatorianos se preocupan por los suyos, el país se abrazó tan fuerte que lo ocurrido parecía una pequeñez.

Después del terremoto nadie se encuentra solo, ya que las familias se han unido más de lo habitual, ahora solo existe un futuro juntos, puesto que para los planes ya no se piensa solo en uno, si no que se piensa en todos los familiares.

Pero lo más hermoso del desastre es que los habitantes no se mudan de ciudad, ya que, ellos saben que cada ciudad afectada se levantará y resurgirá de las cenizas, y ellos se quedan para ver ese cambio; las personas aún tienen miedo, pero saben que mientras se mantenga la esperanza todo estará bien.

Manabí se levanta y poco a poco se va reactivando el comercio, el turismo, la economía, y las personas van saliendo adelante con la fe que tiene, porque la esperanza no la pierden, siguen luchando por las cosas que creen correcto, Ecuador es Manabí y Manabí es Ecuador, una provincia de hombres y mujeres luchadores, que cada día se esfuerzan por salir adelante y todo esto solo hizo que los ecuatorianos fueran más fuertes.

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