Marketing Analisis Critico

RESUMEN:

En el pasado, una persona, una vez empleada, prácticamente no podía ser despedida. Las empresas eran, en su mayoría, locales. Para poder vender en un país determinado, una transnacional debía montar una planta en ese país donde produjese lo que vendía, pero innumerables restricciones y permisos le impedían el libre comercio y el ejercicio de la libertad de la contratación o no contratación. Hoy todo esto ha cambiado. Las empresas son globales, no requieren tener plantas para comercializar sus productos y la relación laboral se ha flexibilizado. ¿Qué ha cambiado en nuestro mundo de relaciones laborales?

Las empresas cambian porque necesitan hacerlo

En el mundo globalizado actual, ocurre lo siguiente: las empresas viven sujetas permanentemente a cambios, experimentan innovaciones tecnológicas, se fusionan o son adquiridas por otras, son reestructuradas y reorganizadas permanentemente en una búsqueda de mayor eficiencia, competitividad y rentabilidad; es decir, se reinventan, los veloces cambios del mercado obligan a que estas se enfoquen en nuevos servicios y/o productos, el conocimiento es cada vez más valorado, la competencia es a nivel global, las empresas se concentran en foco de sus negocios donde tienen una ventaja competitiva, los mercados y los inversionistas ejercen cada vez más presión por mejores resultados. Todo ello ha afectado al trabajo mismo y las relaciones laborales, invalidando paradigmas. Las fuerzas laborales y las organizaciones pasan por muchos cambios y los trabajadores necesitan responder a las nuevas necesidades de la empresa. Este mundo globalizado y en permanente cambio seguirá así.

Del “Para toda la vida” al “Hasta que nos convenga a ambos”

Solíamos ver al trabajo como a nuestra pareja para toda la vida, una persona que había sido despedida o que dejaba su trabajo era mal vista, y le costaba encontrar otro empleo. Hoy es radicalmente diferente, nadie tiene un trabajo ni porque es su derecho ni por el tiempo allí, las empresas no se lo plantean así y sería un error que a quien se emplea pensara de esa manera. Los empleos hoy son una relación de dos vías. Nos emplearán en la medida que agreguemos valor, contribuyamos al resultado, generemos logros concretos, nos llevemos bien con los colaboradores y en especial con el jefe y que necesiten alguien con nuestro perfil en ese momento. Igualmente, nosotros trabajaremos en esa organización mientras sea posible nuestro desarrollo y logremos satisfacción y crecimiento con lo que hacemos, ganemos razonablemente bien y nos sintamos reconocidos y valorados. Así trabajamos bien y contentos.

¿Desempleado o en transición?

En el pasado, los prejuicios llevaban a etiquetar a las personas que perdían su empleo. Hoy, estar en transición laboral es lo más normal del mundo: a veces tenemos trabajo, a veces nos toca salir a encontrar un nuevo trabajo. Lo menos que puede pensarse es que uno está desempleado, más bien, uno está en transición, en proceso de encontrar un nuevo trabajo. El hecho de que estaremos en transición laboral más de una vez en nuestra carrera debe ser visto como una oportunidad de conseguir un nuevo y mejor trabajo.

Mientras más alto sea el puesto, ¿mayor es la seguridad?

La gente cree que la inseguridad en el empleo es mayor entre los operarios o trabajadores manuales que en los jefes o gerentes, esto es falso. Mientras más alto sube un profesional en la pirámide de una organización, más riesgosa se vuelve la ”seguridad” en dicho puesto. El Gerente General, es el puesto más vulnerable en una organización. Cuando la empresa le va mal o no cumple con los resultados esperados, se va el Gerente General. Si a la empresa le va muy bien, otra compañía querrá comprarla, y el nuevo dueño traerá su propia gente, entre ellos a su nuevo Gerente General.

Mi éxito es mi felicidad, ser en lugar de tener

El éxito, en el nuevo paradigma, es considerado por lo que somos, por nuestro nivel de satisfacción personal con lo que hacemos, no por lo que tenemos. El éxito a nivel laboral significa, cómo lograr una carrera que nos dé satisfacción profesional y personal, que promueva nuestro desarrollo, que nos haga felices en el día a día.

“Si no me arreglo, quedaré afuera”

Cuando buscamos trabajo tratamos de parecer lo mejor posible, pero cuando ya tenemos tiempo en él, nos quejamos de este. Tendemos a valorar y a cuidar poco lo que ya tenemos “seguro”. Una empresa puede decidir quién sale y quién no, si nos interesa la relación laboral, debemos alimentarla y cultivarla, es decir debemos fidelizarla. Para sentirnos seguros en el mundo del trabajo, debemos ser realmente empleables.

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