Matematica
Enviado por judymorocho • 17 de Noviembre de 2011 • 417 Palabras (2 Páginas) • 636 Visitas
Introducción
¿Por qué se tiene pánico a las matemáticas? En nuestro deseo de mejorar la enseñanza-aprendizaje de las matemáticas, es necesario considerar a las emociones y sus efectos en la capacidad cognitiva de nuestros estudiantes, ya que son parte de los factores importantes que determinan su éxito o fracaso a la hora de aprender. Dice Edgar Morín, en el capítulo «enseñar la condición humana» de su libro Los siete saberes necesarios para la educación del futuro2, que el ser humano debe tomar conciencia de su identidad compleja, eso incluye conocer sobre sus propias emociones y sentimientos cuando aprende. El impacto que las emociones tienen en quien aprende, es un aspecto poco atendido en la práctica docente de las matemáticas. A veces, para algunos profesores es difícil distinguir las reacciones emocionales de sus estudiantes, están demasiado ocupados con «cumplir con los contenidos programáticos» y achacan a flojera o desidia de sus alumnos, la apatía manifiesta, la falta de tareas y la alegría con la que sus pupilos reciben una cancelación de clases o examen, jamás se imaginan la angustia y hasta pánico que los aprendices pueden sentir frente a la clase o examen de matemáticas, es más, aún cuando algún estudiante llegue a manifestarla, los docentes tienden a interpretarlo de manera distinta, minimizando el papel de las emociones y sentimientos en sus clases.
Muchos estudiantes confiesan abiertamente su miedo a las matemáticas, otros tratan de ocultarlo, pero el sudor de las manos, el temblor de rodillas, el dolor de estómago, la sensación de mareo, la palidez del rostro, tartamudeo y otras manifestaciones corporales, terminan por denunciarlos.
Tal vez hasta ahora, hemos pasado por alto que la desatención de este aspecto emocional es un factor que hace que nuestras acciones por lograr el dominio de las matemáticas, se vean en gran medida frustradas a pesar de los esfuerzos de alumnos y profesores. ¿Por qué nuestros empeños no fructifican? La naturaleza humana está desintegrada en la enseñanza, en gran parte por la forma en la que hacemos pedagogía. E. Morín dice esto mismo de manera más completa:
«El ser humano es a la vez, físico, biológico, psíquico, cultural, social, histórico (sic). Esta unidad compleja de la naturaleza humana es la que está completamente desintegrada en la enseñanza a través de las disciplinas y la que imposibilita aprender lo que significa ser humano. Es necesario restaurarla, de modo que cada uno, donde sea, adquiera conocimiento y tome conciencia a la vez de su identidad compleja y de su identidad común con todos los otros humanos.»3
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