Mensaje Espiritual del Maestro

Mensaje Espiritual del Maestro

        Qué alegría hermano es la mía, porque estás vivenciando cuan profunda es la Enseñanza que intenté dejarte. Han pasado siglos, han pasado tiempos y sin embargo sigue teniendo vigencia de manera universal lo que… se fue adecuando a los tiempos…  fuiste con amor, con entusiasmo, con esperanza… replicando a través de los tiempos los principios universales de la Idea Nueva. Cuánto camino recorrido y sin embargo también siento tu pena cuando observas el dolor, observas que hay desencuentros, que no todos han podido aprender que el Amor es y será la manera de poder educar y reeducar a cada ser espiritual que ha llegado a habitar el planeta. Todavía necesitas recorrer más camino, pero en estos tiempos donde todo pareciera efímero, rápido, vertiginoso tienes la impresión de que no puedes llegar al otro de la manera apropiada, serena, segura.  Esta consecuencia tiene una razón que está ligado al adelanto pero también ligado a como se fue construyendo, como se fue conformando el modo de vida actual; no es necesario cuestionarlo sino que es apropiado interpelarlo con la reflexión, con la reflexión sincera que te brinda el conocimiento espiritual. Llega al otro con tu generosidad y bondad y vas a encontrar la señal de que te está escuchando, bríndate sin esperar la retribución y vas a percibir cómo ese otro está también predispuesto a sentirte y a tenerte en cuenta. Tienes mucha labor todavía y esa labor no va a tener descanso aparente debido a que hay una gran necesidad; es urgente que empieces o que continúes con la tarea de escuchar el sufrimiento del otro con todos tus sentidos humanos. No hace falta que te detengas y que busques al ser que sufre porque está a tu lado. La palabra de aliento, el gesto de comprensión, la mirada de entendimiento son imprescindibles para que llegues, para que te sientan, para que estés unido a todos los seres que transitan por tu vida. En cada hogar hay algo que superar, en cada ser integrante de cada familia hay algo para valorar, también hay quienes te van a narrar experiencias durísimas, entonces pensarás que no hay metáfora del martirio sino que es una realidad que habita y convive permanentemente en la medida que la ignorancia espiritual se sostenga y se practique.

        Y a esta altura te preguntarás: “¿¡Y cómo hago Maestro!?”... y yo te respondo: …con Amor… con mucho Amor para que los valores se puedan ejercitar y fortalecer, con ejemplo basado en Amor para que quien está desorientado encuentre dónde mirar y dónde encontrar otra forma de vida apropiada. También vas a decirme: “¡Pero la familia no es como antes!”…es cierto, es la familia de ahora por la que procuras sostener lazos afectivos que sean firmes y flexibles a la vez, que existan, que no se diluyan para que entonces cada ser espiritual que vaya llegando a ese hogar encuentre las actitudes apropiadas para humanizarse, para encariñarse, para quererse y querer. Es el único camino que nos conduce a la Redención, cultivar lo afectivo, emocionarte, es lograr contactarte con el otro, comunicarte con el otro que no sabe cómo hacerlo quizás o aprendió de la manera menos apropiada. No te detengas en juzgarlo pero sí detente a comprenderlo; y así surge de manera natural y espontánea la capacidad de perdonar…  ¿Cuánto?... no, no se mide, es simplemente permitirte expresar amorosamente los vínculos fraternos, los vínculos de padres e hijos, de amigos, de hermanos… de familia. Busca permanentemente la palabra apropiada sin herir, para que cada persona que llegue desorganizada interiormente por el sufrimiento, pueda encontrar alivio y aliento y sentirás una satisfacción interna; pero no te detengas en esa satisfacción como una cualidad que te ubica en mejor condición, sino es la satisfacción de haberte expresado fraternalmente y haber comenzado un vínculo con alguien que no sabía cómo hacer para seguir adelante. Siempre reflexiona cada conocimiento que te brindo para que lo puedas aplicar correctamente de lo contrario estamos equivocando nuevamente. Está en ti, en cada uno poder ir profundizando, vivenciando ese conocimiento porque no te es desconocido, es solamente permitirte dejar aflorarlo desde tu memoria espiritual y brindarlo, brindarlo a manos llenas para que haya una humanidad que se entere y que disfrute de mejorarse. Por eso te decía “todavía hay mucho camino que recorrer” pero si no lo recorres, poco, poco podrás difundir esta filosofía de vida y compartirla para que otros, para que tu hermano que también llega a recuperar su estado espiritual mejor, pueda conocerlo. En cada uno de ustedes hay esperanza, Fe comprobada y deseos, entonces… ¿qué estás esperando para llegarte a aquél que con su mirada triste o su gesto de no entender ni qué debe entender, te está pidiendo ayuda a gritos?... eso es Redención hermano, paso a paso, firme y abundante comprensión.

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