Mentalidad Empresarial

El caso de Francisco Hernández es similar al de muchos Colombianos, de manera general, una persona que tiene el firme deseo de salir adelante, de brindar mejores condiciones de vida a su familia, a quienes lo rodean, pero que no cuenta con los recursos suficientes, por eso se decide a buscar un empleo, pero hay que recordar que empleo proviene de emplear, es decir, utilizar algo mientras sirva y luego desecharlo, aunque parezca un poco cruel, esa es la mejor manera de entender en que consiste un empleo; no hay que confundirlo con trabajo, ya que trabajo existe y en cantidades, pero el empleo, ese que al final de un periodo es remunerado, casi no se encuentra y con mayor dificultad si se busca uno bien pagado. Francisco Hernández después de intentar varias veces, de sentirse menospreciado por la falta de una oportunidad y de ver su orgullo hasta pisoteado, decide lo que muchos de nosotros ve como la salida definitiva a la incertidumbre por el futuro, me refiero a “montar algo propio”, a buscar ese negocio que nos brinde el dinero y el tiempo que nos merecemos, así es como él se decidió a ser empresario; y es que ser empresario es una forma de vida, es una de las más duras misiones, pero también es una de las más satisfactorias, y es que si somos capaces de trabajar durante cinco, diez, veinte años o más para nosotros mismos y al final vernos con las comodidades que tanto anhelábamos, con una empresa fructífera, que nos brinda el tiempo para pasar con nuestras familias, el dinero para consentirnos todos esos “caprichitos” que al final de cuenta son solo una manera de vivir más cómodos, se podrá decir que todo el esfuerzo, todo el camino recorrido, todas aquellas noches sin saber cómo solucionar problemas, valieron la pena, porque al final del túnel, está nuestra gran recompensa, cosa difícil si te entregas a un empleo, ya que solo conseguirás una décima de aquello en lo cual tanto te esforzaste. Si miramos un poco más allá en el momento de pedir empleo te asaltan muchas dudas, por ejemplo, si estás bien preparado, si te servirá todo la experiencia que tienes, o por el contrario, si no eres apto para desarrollar un trabajo en el que al final difícilmente llegarás a querer.

En mi caso particular, he tenido el ejemplo invaluable de mis padres, dos seres que con su tenacidad, valentía y templanza, siempre me han inculcado lo importante de ser empresario, no solo por el beneficio monetario, sino también por el hecho de encontrar la manera de ser valioso en esta sociedad, de poder mantener a las familias de mis empleados y en general por servir de eje dinamizador en este a veces durmiente país.

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