Metropoli

METROPOLI

La película Metrópoli recrea una sociedad sumamente similar a la actual, a pesar del paso de los años, la situación de las clases sociales no ha mostrado gran cambio, los poderosos son cada vez más poderosos y los pobres y sometidos, son cada vez más sometidos y pobres.

La cinta inicia con el planteamiento de las situaciones que se desarrollaran durante el filme, un hijo burgués que todo lo tiene, quien por obra y gracia de la casualidad, conoce a “María”, personaje que pertenece a las clases bajas y sometidas, obligada a vivir en el sometimiento y la ignorancia, a fin de no protestar por el abuso.

El hijo burgués se prenda de María y trata de saber quién es, donde pueda localizarla y poder llegar hasta ella, y de este modo, va conociendo el submundo creado en parte por su propio padre, rico empresario a quien solo le interesa obtener el máximo en utilidades sin tomar en cuenta las necesidades y sentimientos de sus empleados.

Esta situación, al ser del conocimiento del hijo, provoca que éste se separe del hogar paterno y se interna en el submundo de los empleados, llegando a trabajar las jornadas que el padre y sus subordinados les obligaban a realizar, una vez socializado con los obreros, es invitado a un “evento” al cuál acude por curiosidad, solo para encontrarse con “María”, pero donde María desempeña un rol de “despierta-conciencias” entre toda la clase trabajadora, en lo más profundo del submundo, María incita a los trabajadores a buscar un mejor calidad de vida incluso menciona la llegada de un “mediador”, una especie de mesías, quien intercederá por ellos ante los poderosos.

Para esto, el Hombre poderoso, tiene a su servicio a un personaje con cualidades de “genio inventor” quien muestra al poderoso su más nuevo invento, una maquina semejante al ser humano; el poderoso le exige que fabrique muchos mas a fin de no pagar salarios a los hombres ya que las maquinas trabajaran sin descanso, elevando la producción y pudiendo prescindir de los humanos.

En las instalaciones de máquinas, donde laboran los obreros, comienzan a suceder cosas extrañas, aparecen pequeños trozos de papel que los supervisores identifican como mapas, y los obreros en ciertos días y en horas de descanso, se reúnen sin saber con qué fin, de tal modo, que el hombre poderoso se hace acompañar por el inventor y llegan a descubrir el sitio de las reuniones, ubicando a María dirigiendo una de las reuniones, al notar la devoción y la entrega de los obreros a María, el hombre poderoso ordena al inventor que el robot lo fabrique a semejanza de María, de tal modo que una vez construido, se mezcla entre los obreros, incitándolos a dividirse, inculcándoles sentimientos de odio.

Al final se descubre esta farsa y la María “buena” el hijo del hombre poderoso, los obreros, los subordinados y el mismo hombre poderoso, concluyen en cambiar para mejorar.

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