Mi Historia resumen.

Esta es una historia donde una chica conoce a un chico. Donde la chica se enamora por primera vez. Pero hay algo que los separa,  su diferencia de edad.

Ella estaba con un chico que la quería, cuando lo conoció, pero ella no a él, no como él quería que lo quiera. “No puedes estar con alguien a quien ves como amigo” le decían.

Ella le conto a ese chico todo lo que pasaba con su nuevo “amigo”, le dijo “síguele el juego” ella lo hizo. No debió hacerlo.

En poco tiempo ella descubrió en ese “amigo” el amor, lo amaba, y él decía que también la amaba a ella. Le creyó.

Entonces ella tomo la decisión de dejar a ese chico, aquel que siempre estaba para ella, que la aguantaba cuando estaba de malas. Ella lo dejo. El sufrió. Ella no.

Ella le dijo el porqué debía terminar con él. “No te amo, te mereces alguien mejor” le dijo. “Si amas algo, déjalo ir” le respondió el. Se despidieron con un abrazo.

El conocía de su nueva relación. De su reemplazo. Le dolió. Pero siguió con la amistad con ella.

Ella fue directo a los brazos del otro chico, que la hacía sentir completa, feliz. Sin querer ella se enamoro al cien por ciento de él. El chico menor que ella. Alguien que conoció por casualidad.

El la cuidaba, la hacía sentir protegida de los fantasmas del pasado.

Ella confió en él, le conto sus miedos de volver a enamorarse. El dijo “Yo nunca te hare daño” ella confió en el.

Era amor, ella lo sabía. Todo su ser rabiaba por él. Y entonces se lo dijo “nunca más quiero guardar lo que siento, te he esperado durante mucho tiempo, te amo”.

Él le respondió “Te amo, nunca te faltare”.

Ella y él fueron felices. Ella iba a verlo todos los días. Tenía que hacerlo, un minuto con él era mejor que no verlo todo el día.

Y era incluso estúpido decirlo, decir que ella se había enamorado de alguien mucho menor que ella. Pero no le importo, ella era feliz. Aunque a veces sufría por él.

Había días en los que no lo veía, él le decía “Quisiera estar contigo para abrazarte y besarte”. Ella lo extrañaba con cada parte de su cuerpo y alma.

Ella le pedía disculpas por ser una novia tan sentimental, él le dijo “Eres así porque has sufrido mucho. Yo te ayudare a ser feliz de nuevo”.

Dijo que era diferente, y ella lo noto. Jugaban diariamente al “yo te amo mas” ella se divertía jugando con él. Era feliz de nuevo. Podía sonreír de nuevo. Esta vez con sinceridad.

Una noche le dijo que tenía miedo porque estaba sola en casa. Él le dijo “mira por tu ventana, yo estaré por siempre contigo mientras la luna este allá arriba”.

Ella le dijo “no puedo ver la luna, las nubes la cubren”. Él le dijo “eso significa que aunque no esté presente en cuerpo contigo, mi corazón y alma lo están y te cuidan, no tengas miedo”.

Su corazón salto de felicidad, abrazo su almohada y rio con deleite. Era feliz, más feliz de lo nunca lo había sido.

El tiempo paso, y se dieron cuenta que no se iban a ver durante unas semanas. Ella no pensó que iba a sobrevivir sin verlo durante tanto tiempo.

Entonces el dijo que recordara la luna. El siempre estaría para ella. La chica sonrió, sabía que era cierto.

Cuando se volvieron a ver, ella corrió a sus brazos “te extrañe tanto”, le dijo. El la abrazo más fuerte y susurro en su oído “te amo”.

Unas semanas más, los comentarios acerca de su relación aumentaron. Ella dijo “aguantare por el” y así lo hizo.

No pudo más. Le dolía lo que decían, tomo una decisión, no podía seguir así. Se prometió ser fuerte, pero ya no lo podía hacer.

“no podemos seguir así” le dijo. “pero te amo” le dijo él. “mereces a alguien quien te entienda mejor que yo, alguien de tu edad”; dijo ella.

Y se alejo, con el corazón roto y las lagrimas quemando detrás de sus ojos. Recordó lo que le dijo el chico antes de el “si amas algo, déjalo ir” y así lo hizo.

Lloro mucho durante semanas, lo extrañaba tanto. Tenía ganas de abrazarlo y decirle “te amo, no puedo seguir sin ti”.

Recordó a una vieja amiga suya. Recordó que ella la hacía sentir mejor. La encontró escondida en la habitación de su hermano. Entonces lo hizo, se corto por él.

Lo vio de nuevo, él le dijo “no te hagas daño por mí, no lo merezco”. “Mereces todo” le dijo ella mientras le daba su regalo de cumpleaños.

Ambos dejaron de hablarse. Ella supo que era lo mejor. Olvidarlo. Ella vio la solución a su dolor en esa palabra. Olvidar.

El cumpleaños de la chica llego, él le dijo “feliz cumpleaños” ella sonrió al pensar que lo recordó.

Ella lo veía desde la distancia, todo el tiempo, su corazón aun le pertenecía a él.

Lo vio con otra chica, el sonreía, la chica también. Sintió dolor al ver que encontró a alguien más. Alguien que no era ella.

Ella lo vio, la había olvidado. Ella cayó.

Sabía que no debía llorar, pero lo hizo, a escondidas, durante las noches cuando nadie podía escucharla o verla.

Y él? Bueno, el era feliz  con alguien más. No la necesitaba. Ella lo pensó así.

El volvió a hablarle una noche, ella sonrió. “como estas?” dijo el. “sobreviendo” dijo ella. “Sonríe, se feliz” le dijo él. “no es tan fácil” quiso decir ella, pero  guardo silencio.

Rieron, jugaron. Tal y como antes. Ella aun lo amaba, con todo su ser. Ella volvió a ilusionarse. No debía hacerlo. Pensó que quizá aun pudiesen estar juntos.

Pero no era así, lo de ellos se había acabado, y debía resignarse a eso.

Hablaban, pero ya no existían los “te amo” se habían esfumado. El era feliz y ella solo lo extrañaba, preguntándose si el alguna vez también pensó en ella y sonrió.

A ella le gustaba cantar Come Back Be Here, porque pensaba en el, pensó en cantársela en frente de todos, y que el supiera que ella aun lo amaba.

Sentía mariposas, aun sonreía estúpidamente. Aun escuchaba las canciones que el de había dedicado. La hacían sentirse de algún modo cerca de su amor perdido.

Ella lo veía feliz, supo que lo había perdido. Pero a pesar de todo, ella sentía que nada había acabado. El aun le hablaba.

Los mensajes de “Eres feliz?” y “no me siento solo si hablo contigo, te extraño” comenzaron a fluir entre ellos.

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