Mi nombre es, Miguel Alejandro González
Enviado por Alejandro Gonzalez • 23 de Mayo de 2019 • Biografía • 1.779 Palabras (8 Páginas) • 77 Visitas
Mi nombre es, Miguel Alejandro González, nací el 7 de abril del año 1997, en la ciudad de Buenos Aires, en el Hospital Durand, mi padre es Benito Omar González y mi madre Anabel Elizabeth Guerrero, viví con ambos, me criaron en el marco de una familia de clase media, mi madre siempre nos cuidó y mi padre era el encargado de mantener la casa, él trabaja
-Instalador de líneas telefónicas y fibra óptica en la denominada compañía Telefónica –
Inicie el jardín y como yo no lograba pasar la mañana allí iba muy de vez en cuando, ya que no me acostumbraba a él, luego de un año lograron que yo pueda adaptarme y pude ir con normalidad al jardín, Fui al jardín 914 del Barrio José Hernández, allí, mis primeros años fueron fructíferos ya que, convivíamos con mis abuelos, José Huberto Guerrero y Graciela Concepción Perea, Luego mi de finalizar mi estancia en el jardín mi familia, se mudó al otro Barrio llamado Villa Celina, donde con un amigo de la infancia, fuimos a Primaria, Escuela Básica 139 “Congreso de Tucumán” la cual es pública.
Recuerdo que en el primer día de clases, tenía muchas expectativas de quien iba a ser nuestra nueva maestra y que nos iban a enseñar, mi primer maestra Ana María Pino, era una señora de unas cuantas décadas, muy amable y atenta, con lentes redondos y de caderas anchas, siempre al entrar a clases nos recibía con una sonrisa y nos brindó ese apoyo, conocí más chicos que eran diferentes a mi parecer pero logre hacerme de compañeros rápido, esa maestra nos acompañó hasta el segundo grado.
Luego en tercer grado tuve a otra maestra y otro reto, La señorita Nora Martínez, era de un gran temperamento, y no le gustaba que gritemos en el aula, nos hacía esforzarnos mucho en clase y pocas veces daba resultado ya que más que respeto les teníamos miedo, pero no hubo ningún impedimento para pasar a cuarto grado. Allí nos esperó una profesora, que pasó sin pena ni gloria ya que no recuerdo ni su nombre, pero su rostro y sus rulos si, nos dieron la sorpresa de saber que tendríamos una profesora suplente ese año, una que a mi particularmente me tomo a mi entre ceja y ceja ese año yo tuve un accidente en el cual estuve mucho tiempo intervenido por médicos ya que había sufrido un accidente y me fracture el incisivo superior izquierdo junto al incisivo lateral izquierdo al fracturarse perforaron mi labio inferior como un hijo cuando se enhebra una aguja y debido a esto tuve muchas faltas las cuales me afectaron por que no pude aprender muchos cálculos, esto me hizo reprobar matemáticas y lengua, en vacaciones tuve que rendir, recuerdo que ella venia hacia mi y miraba si hacia los cálculos bien, y de hecho no era el mejor, pero lograba hacerlas satisfactoriamente para su mal gusto, aprobé.
Así con un paso de repetir y un paso a quinto grado, avance y allí tuvimos 5 maestros, las maestras Viviana y Liliana junto a otros, recuerdo sus nombres por el hecho de que eran similares, Fue el año que me dijeron que iba a ser el más difícil por todas las materias que ella implicaba, pero fue todo lo contrario, fue fácil, fue rápido y fue divertido ese año, tuvimos maneras diferentes de ver el mundo, aprender historia, leer libros, hacer experimentos, fue genial. El último año de primaria, mis compañeros y yo decidíamos a que secundaria íbamos a ir, unos iban a ir a la “4” y los otros seguirían en la secundaria que se hallaba en el mismo edificio, pero tenía otro nombre, “Secundaria básica 197” El último año fue lindo, pero paso muy rápido, y como todo, tiene su final, me egrese de la primaria en el año 2008 y el año 2009 iba a ser un año de cambios.
Mis padres decidieron mudarse a Paraguay, entonces nos embarcamos en la idea de ir a vivir allí, nuestras maletas y mucho optimismo partimos. Nos establecimos en la casa de mi abuela Modesta Oviedo, madre de mi padre que con mucho gusto nos acogió en su hogar, allí, tuve que ir a un colegio secundario semi-privado Dr. Francia, tuve muchos inconvenientes ya que no era de allí me hacían muchas burlas, de mi acento, en si porque soy Argentino, hubo una vez que un grupo me tumbo al suelo, y como yo no pude defenderme una compañera que estaba en ese grupo me piso, la cabeza y se paró encima de ella, en ese momento entro una de las pocas compañeras que me trataba bien, y como ella era alta y corpulenta, la tomo de la ropa y la saco afuera. Ese año que estuve allí, los profesores me trataban mal también y hablaban en guaraní para que yo no entienda. Lo que no sabían era que yo todo lo que escuchaba aprendía e iba y como mi tío abuelo vivía en la casa de mi abuela, consultaba todo a él, no sé si por amabilidad o para no herir más mis sentimientos, mi tío me decía que hablaban cosas de la escuela, casi a fin de año logre hacerme de amigos, pero mis padres, si, decidieron volver ya que nosotros no nos adaptábamos nunca a tal falta, a tal humillación por ser un extranjero.
Una última vez en Buenos Aires, comencé la secundaria, con unos cuantos viejos rostros, compañeros de primaria que no había visto hace tiempo, estaban ahí, me recibieron como uno más, y así comencé el segundo año de secundaria, me encerré en mis estudios, ya que era la única manera de sobresalir en mi hogar ya que poco a poco, la relación de mis padres empeoro y decidieron separarse. Recuerdo que tuve una charla con uno de mis compañeros y amigo de toda la vida, que apodaban Katana, por que jugaba con una espada del mismo nombre siempre. En fin, el noto un cambio drástico en mí, cuando volví, era más callado, más antipático, me volví alguien de extremo carácter que pasaba como el chico raro, pero aun así el como amigo y como compañero me ayudo a salir adelante, tuve muchas profesoras que dictaban sus clases de tal manera, que hacían que ames su materia o la odiases.
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