Microeconomia Del Amor

MICROECONOMÍA DEL AMOR

Dentro del contexto de lo que podemos llamar la microeconomía del amor, existe un autor que realizó un trabajo importante sobre este tema. Se trata de David de Urgarte, quien analizó con profundidad las tendencias del ser humano en lo que tiene que ver directamente con la teoría del consumo, un área con muchos estudios de diversa complejidad en la teoría de la microeconomía. Este autor nos habla directamente sobre lo que tiene conexión específica con la valoración que hacemos los seres humanos sobre los recursos en general, tanto recursos humanos, como recursos financieros y también recursos materiales.

De acuerdo a lo que estuve leyendo del trabajo del profesor Ugarte, encontré que lo más relevante está asociado con el economista australiano Kelvin John Laucaster, quien propuso un novedoso modelo de consumo que se puede interpretar como una teoría para poder hacer elecciones, en otras palabras, el enfoque de fondo nos dice que los bienes no son deseados por sí mismos sino en la medida en la cual ellos tienen una serie de características de las cuales son poseedores y que los consumidores realmente desean llegar disfrutar.

Si representamos en los ejes cartesianos esta idea, podremos apreciar que cada punto del plano, es decir, cada combinación concreta de a y b, puede unirse a otros puntos que producen con mucha precisión la misma atracción sobre el sujeto. El resultado de todo esto, significa para los economistas conocen como curvas de indiferencia, sin embargo, es necesario tener presente este concepto sobre este tipo de curvas, porque para muchos profesionales que no son economistas, esa explicación podría resultado complemente abstracta. Un curva de indiferencia es un conjunto de puntos que se definen como los puntos en el espacio de combinaciones de bienes para los que la satisfacción del consumidor es completamente idéntica, en otras palabras esto significa que para todos los puntos que pertenecen a la misma curva, el consumidor no tiene preferencia por la combinación representada por uno sobre sobre la combinación representada por otro. De hecho la satisfacción del consumidor se caracteriza mediante la función de utilidad a través de la cual las variables son las cantidades de cada bien que están representadas por el valor sobre cada eje.

Analizando el gráfico que estamos presentando, podemos observar que un individuo sabe que las opciones para optar por un modelo afectivo, en este caso pueden ser hombre o mujer realmente son escasas, pues el fenómeno de la atracción contiene una connotación de verticalidad denominada en la microeconomía del amor como “atracción vectorial”.

b

b2

b1

a1 a2 a

Por otra parte, todas las combinaciones de a y b, a las que puede aspirar (ver triángulo en siguiente gráfico), representan

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