Microorganismo De Interes Industrial
Enviado por paty076 • 22 de Mayo de 2014 • 6.656 Palabras (27 Páginas) • 750 Visitas
Contenido
Introducción 3
I. CLASIFICACION DE LOS MICROORGANISMOS 4
II. CARACTERISTICAS DE LOS MICROORGANISMOS INDUSTRIALES 6
III. DIFERENTES TIPOS DE MICROORGANISMOS INDUSTRIALES 7
• Levaduras 7
• Hongos filamentosos 7
• Bacterias 8
Los aditivos alimentarios 9
Alimentos en buen estado 9
¿Qué es un “aditivo alimentario”? 9
Funciones y clasificación de los aditivos alimentarios 10
FUNCIÓN 10
ADITIVO 10
1) Aditivos que evitan el deterioro de los alimentos 11
OTROS DATOS 12
2) Aditivos que modifican la textura 12
3) Aditivos que modifican el sabor y el aroma 13
4) Aditivos que modifican el color 14
5) Otros aditivos 15
6) Enzimas 16
7) Suplementos nutricionales 17
Fermentaciones lácticas: fabricación del queso 17
LAS BACTERIAS DEL ÁCIDO LÁCTICO 18
PRODUCTOS LÁCTEOS 19
QUESO 19
RENINA 21
Conclusión 23
Bibliografía 24
Anexos 25
Microorganismos de Interés Industrial
I. CLASIFICACION DE LOS MICROORGANISMOS
Existen millones de organismos vivos en la Naturaleza, siendo algo característico del hombre su afán por ordenar esa gran variedad de organismos. Con esa necesidad de ordenamiento surge la Taxonomía como la ciencia de la clasificación, nomenclatura e identificación. La Clasificación es algo creado por el hombre. Consecuencia de esta artificialidad es la controversia que existe desde mediados del siglo XVIII sobre las divisiones que se establecen entre los seres vivos. Lo que comenzó con Linneo siendo una sencilla división de los seres vivos, los reinos Animalia y Plantae, ha ido haciéndose cada vez más complejo al pasar por distintas modificaciones hasta llegar a nuestros días con la propuesta de los tres dominios y varios reinos y con la sospecha de que no será la última, ya que los conocimientos de que se dispone son cada vez mayores, así como las posibilidades de aumentar esos conocimientos.
Carolus Linnaeus, a mediados del siglo XVIII, ordenó a todos los seres vivos en dos Reinos bien definidos: el Reino Animalia que agrupaba a los animales, organismos móviles y heterótrofos; y el Reino Plantae que incluía a los vegetales, individuos inmóviles, autótrofos y fotosintéticos. Según el esquema de los dos reinos, los protozoos se incluyeron en el Reino Animalia y el resto de microorganismos en el Reino Plantae.
Sin embargo, esta clasificación encontró pronto dificultades ya que existían numerosos microorganismos que poseían características intermedias que no permitían su clara adscripción a uno de los dos reinos preestablecidos. En 1866 Ernst Haeckel propuso un tercer reino, el Reino Protista, para reordenar todos los seres vivos con organización biológica sencilla ya fueran unicelulares, cenocíticos o multicelulares, pero todos ellos carentes de especialización tisular y en los que cada individuo era capaz de realizar las funciones propias y específicas que los tejidos de organismos superiores, animales y plantas, tenían encomendadas. Según Haeckel, el Reino Protista incluiría bacterias, algas, hongos y protozoos. Sin embargo, la validez del Reino Protista fué cuestionada a medida que se obtenía más información acerca de la estructura interna de los microorganismos debido a los avances en microscopía electrónica.
En 1937 Chatton dividió el mundo de los seres vivos en dos grandes grupos según tuvieran o no membrana nuclear. Aparecieron así los términos eucariota para definir organismos con células nucleadas que van desde los protozoos, algas y hongos hasta los animales y plantas; y procariota para agrupar células sin membrana nuclear, como es el caso de las bacterias. La dicotomía eucariota-procariota fué utilizada por los taxónomos como una característica filogenética de primera magnitud.
Aparecieron de esta forma los esquemas de cinco reinos en los que los microorganismos procariotas constituyeron un grupo taxonómico filogenéticamente independiente. El más aceptado de todos ellos fué el de Whittaker, que en 1969 propuso un sistema de clasificación de los seres vivos basado en los dos niveles de organización celular y las tres formas principales de nutrición (fotosíntesis, absorción e ingestión) que dieron lugar a los Reinos Monera (procariotas), Protista (eucariotas unicelulares), Plantae (eucariotas fotosintéticos), Animalia (eucariotas fagotrofos) y Fungi (eucariotas osmotrofos). En el esquema de Whittaker los microorganismos quedaron incluídos en los Reinos Monera (bacterias), Protista (protozoos y microalgas) y Fungi (hongos filamentosos y levaduras). Hasta este momento se utilizaron características morfológicas y fisiológicas hasta que el desarrollo de la biología molecular permitió utilizar los constituyentes moleculares como nuevos criterios clasificatorios.
Así, en 1987, Woese utilizando el 16S rRNA como reloj molecular comprobó que, a través de la secuenciación de esta molécula, los procariotas quedaban divididos en dos grupos. El primero de ellos incluye las bacterias más comunes, aisladas en su mayoría del cuerpo, suelo y agua denominándose eubacterias. El segundo grupo incluye las bacterias que producen metano (metanógenas), ciertas bacterias del azufre que pueden crecer en ambientes muy ácidos y calientes (termófilas extremas) y bacterias que viven en ambientes salinos (halobacterias). Estas bacterias se denominaron arqueobacterias.
En 1990 Carl Woese propuso un nuevo taxon superior a Reino que denominó Dominio (Dominio ----> Reino ----> División ----> Clase ----> Orden ----> Familia ----> Género ----> Especie). Todos los seres vivos se agruparían en 3 dominios: Bacteria, Archaea y Eukarya. De los cuales, dos son exclusivamente microbianos y están compuestos únicamente por células procariotas pertenecientes al Reino Monera (Bacteria y Archaea) y el tercero (Eukarya), formado por eucariotas, incluiría entre otros los Reinos Protista, Plantae, Animalia y Fungi.
II. CARACTERISTICAS DE LOS MICROORGANISMOS INDUSTRIALES
Existen una serie de características que comparten todos los microorganismos y que suponen ciertas ventajas para su uso en la industria. La más fundamental, el pequeño tamaño de la célula microbiana y su correspondiente alta relación de superficie a volumen. Esto facilita el rápido transporte de nutrientes al interior de la célula y permite, por consiguiente, una elevada tasa metabólica. Así, la tasa de producción de proteína en las levaduras es varios órdenes de magnitud superior que en la planta de soja, que, a su vez, es 10
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