Minerales
Enviado por Roxy0781 • 4 de Febrero de 2013 • 2.820 Palabras (12 Páginas) • 312 Visitas
¿Qué son los minerales?
Los Minerales son elementos químicos imprescindibles para el normal funcionamiento metabólico. El agua circula entre los distintos compartimentos corporales llevando electrolitos, que son partículas minerales en solución. Tanto los cambios internos como el equilibrio acuoso dependen de su concentración y distribución. Aproximadamente el 4 % del peso corporal está compuesto por 22 elementos llamados Minerales.
Desempeñan un papel importantísimo en el organismo, ya que son necesarios para la elaboración de tejidos, síntesis de hormonas y en la mayor parte de las reacciones químicas en las que intervienen los enzimas. El uso de los minerales con fines terapéuticos se llama oligoterapia.
Aquellos minerales que se necesitan en cantidades superiores a 100 mg/día se denominan como macrominerales; aquellos que sólo son precisan en muy pequeñas cantidades se denominan microminerales, oligoelementos o elementos traza.
Las funciones son diversas (estructurales y reguladoras), y el mantenimiento de unos niveles adecuados es vital para el organismo. Como en el caso de las vitaminas, los minerales no aportan energía.
La cantidad de mineral ingerido en la dieta que es utilizado finalmente por el organismo es variable, dependiendo de la cantidad ingerida, la forma de presentación, el proceso culinario, la presencia de otros alimentos, y la edad.
CLASIFICACIÓN NUTRICIONAL DE LOS NUTRIENTES
MACROMINERALES
Calcio
Fósforo Sodio
Potasio Cloro
Magnesio Azufre
MICROMINERALES
Hierro
Cobre
Flúor Cobalto
Zinc
Cromo Manganeso
Yodo Molibdeno
Selenio
MICRONUTRIENTES PROBABLEMENTE ESENCIALES
Estaño Silicio Níquel Vanadio
ELEMENTOS CONTAMINANTES
Plomo
Cadmio
Mercurio
Arsénico Bario
Estoncio
Boro
Aluminio Litio
Berilio
Rubidio
Otros
A) CALCIO, FÓSFORO Y MAGNESIO
El 99% del calcio y el 80% del fósforo del cuerpo se encuentran en el hueso y los dientes; el 1% del calcio restante se encuentra en el suero en tres formas diferentes: fracción libre o calcio ionizado (50%), el calcio circulante unido a proteínas (45%) y el calcio combinado con otros compuestos como el bicarbonato (5%).
El magnesio es el segundo mineral en abundancia dentro de las células, después del potasio.
El 60% del contenido total de magnesio en el organismo se encuentra en el hueso combinado con el calcio y el fósforo, el 26% del magnesio total se encuentra en el músculo y el resto en tejidos blandos y fluidos corporales como jugos gástricos y suero (también en forma libre y en forma combinada con proteínas).
Absorción del Calcio, Fósforo y Magnesio
La absorción del calcio se realiza en el duodeno, sobre todo en situaciones de altos requerimientos como la etapa de crecimiento, el embarazo y lactancia, y el ejercicio; la absorción está controlada por la vitamina D.
Ciertas sustancias como la lactosa estimulan su absorción, y otras la disminuyen como el envejecimiento, el ácido oxálico (presente en espinacas, ruibarbo), el ácido fítico, la fibra, alimentos muy grasos, el incremento de la motilidad gastrointestinal y algunos fármacos. Una parte importante del calcio ingerido no es absorbido, siendo eliminado en las heces.
La absorción de fósforo se produce en duodeno, y su mejor absorción se asocia a una ingesta equivalente de calcio; su absorción también está controlada mediante la vitamina D.
La absorción de magnesio es muy variable, y no está controlada por la vitamina D, y varía entre el 10-75%. Su absorción se favorece por la presencia de proteínas en la dieta, y la disminuyen la presencia de fitatos y fibra.
Existe cierta competencia entre la absorción de calcio y magnesio, así cuando disminuyen los aportes del primero aumenta la absorción del segundo.
Control del Calcio, Fósforo y Magnesio
El hueso es una estructura en continuo cambio, de tal forma que continuamente se está formando y destruyendo. En los niños predomina la formación, y en los ancianos la destrucción; se estima que un 0.7% del hueso se pierde cada año a partir de los 40-50 años (aunque puede elevarse hasta un 1.5% anual en mujeres posmenopáusicas). La vitamina D estimula la absorción de calcio y fósforo a nivel intestinal, y la de calcio a nivel del riñón, estimulando la fijación de estos minerales en el hueso.
El fósforo y el calcio de los dientes son más estables metabólicamente que el de los huesos. La calcificación de los dientes se produce entre los 3 meses y 3 años de edad, y una vez constituida la estructura dental dejan de incorporar calcio.
El control del calcio del suero se efectúa mediante la influencia de la paratrina u hormona paratiroidea (PTH) que extrae calcio del hueso y estimula la absorción a nivel renal, la calcitonina que inhibe la destrucción de hueso, y la vitamina D que estimula la absorción intestinal y renal de calcio y fósforo; todas ellas mantienen unos niveles estables de ambos minerales. El riñón es el principal órgano regulador del fósforo del suero.
Funciones del Calcio, Fósforo y Magnesio
El calcio y el fósforo tienen una función estructural predominante (hueso y dientes) por la cantidad.
En las formas libres el calcio tiene una función muy importante en la contracción muscular y cardiaca, la transmisión nerviosa, coagulación, función hormonal y transporte de membrana; el fosfato libre además es muy activo metabólicamente, ya que forma parte de compuestos de alta energía que desempeñan un papel primordial en el metabolismo de todos los principios inmediatos (AMPc, ATP).
El magnesio se haya implicado en el metabolismo energético, siendo esencial para los procesos de excitabilidad neuro-muscular, síntesis de proteínas, y transmisión del código genético, entre otras. Más de 300 sistemas del metabolismo requieren la presencia de magnesio.
Fuentes de Calcio, Fósforo y Magnesio
Las principales fuentes alimentarias de calcio son la leche y sus derivados (la ingesta de medio litro de leche o sus derivados, que aporta unos 600 mg, junto con el resto de la dieta asegura un adecuado aporte en el adulto). Pescados, cereales, frutas y frutos secos, y verduras también lo contienen, aunque en menor proporción y en una forma menos absorbible.
Las fuentes de fósforo están ampliamente distribuidas, destacando todos los alimentos ricos en proteínas (carnes, pescados, huevos, lácteos y legumbres), y las verduras. Además, los aditivos alimentarios, especialmente las bebidas carbonatadas,
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