Mirada Barroca

El pensamiento y la razón en la época actual se han ido desvaneciendo ante el alto que el hombre le rinde al cuerpo. El hombre moderno es más corpóreo que analista y pensador.

Hacia la edad media los científicos y los grandes pensadores de esta época estaban ávidos por explorar y encontrar nuevas teorías y formas de conocimiento. Esta época se caracteriza por el surgimiento de escuelas de pensamiento, siendo René Descartes uno de sus mejores exponentes para quien la existencia del hombre estaba justificada en el pensamiento dando una especial importancia al aspecto racional del ser humano. La presencia del cuerpo era subjetiva mientras que el conocimiento es incuestionable.

Sin embargo, el ser humano no puede ser solo pensamiento es necesario reconocer el cuerpo, ya que el hombre es una combinación de materia y espíritu. El gesto político es comprender que los cuerpos son parte de conocimiento y del pensamiento, es decir, que el uno no puede darse sin la existencia del otro.

Este editorial busca ilustrar más que establecer una teoría científica. Se trata de que la presencia del cuerpo sea más evidente, ya que ha sido borrado de la ciencia, destratado en la historia y negado en la política. La idea es recuperar el cuerpo para la vida más que para la ciencia.

Debemos afirmar nuestros cuerpos, aprender a aceptarnos con nuestros vicios y defectos, es decir, tal como somos realmente.

Finalmente se puede concluir que si bien es cierto que existe una tendencia hacia lo corpóreo también es cierto que el avance hacia la libertad corporal no sea positivo. Lo importante es que la recuperación del cuerpo se haga sobre la base del conocimiento, es decir, que el uno conviva con el otro.

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